El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes una resolución en la que se le pide a Israel que cese la actividad de asentamientos judíos en territorio palestino. La resolución se aprobó con el voto unánime de los miembros del consejo cuando Estados Unidos se abstuvo en lugar de usar su poder veto como fiablemente lo ha hecho en el pasado.

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Samantha Power (arriba en el centro), Embajadora de Estados Unidos ante la ONU, señala la abstención de su país en la votación.
La resolución declara que los asentamientos construidos sobre la tierra que Israel ha ocupado desde la guerra de 1967, incluida Jerusalén Oriental, no tienen “validez legal”. Dice que los asentamientos amenazan la viabilidad de una solución para dos estados, e instó a israelíes y palestinos a volver a las negociaciones que conducen a dos naciones independientes.
La abstención de Estados Unidos el viernes fue una rara reprobación a Israel y reflejó una creciente frustración en la administración del presidente Barack Obama por el crecimiento de estos asentamientos a los que Estados Unidos considera un obstáculo para la paz. A menos de un mes de que se termine el mandato del presidente Obama, su decisión de no vetar fue una declaración simbólica de ese descontento.
“En ausencia de un proceso de paz significativo, así como ante la aceleración de las actividades de asentamiento que ponen en riesgo la viabilidad de una solución de dos estados, tomamos estas medidas hoy”, dijo Ben Rhodes, asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Danny Danon, embajador israelí en la ONU, criticó al Consejo de Seguridad después de la votación, diciendo que no tenían el derecho de pedir a los israelíes que no construyeran en Jerusalén, y sugirió que tendrá poco impacto en las políticas israelíes.
“Superamos esos decretos durante el tiempo de los Macabeos, y hoy superaremos este mal decreto”, dijo.
Samantha Power, embajadora de Estados Unidos en la ONU, dijo inmediatamente después de la votación que Obama y el Secretario de Estado, John Kerry, han estado advirtiendo privadamente y públicamente a Israel de que las moribundas perspectivas de paz socavan la capacidad de Israel de ser judíos y democráticos.
La resolución también condenó la incitación palestina a la violencia y a todos los actos de terrorismo. Power dijo que Estados Unidos no habría permitido su aprobación sin esa condición. También criticó a las propias Naciones Unidas, diciendo que había perpetuado un doble discurso condenando repetidamente las acciones de Israel mientras permanecía en silencio sobre la incitación palestina.
La votación de 14-0, con sólo Estados Unidos absteniéndose, prosiguió una intensa campaña de Israel para descartarla. Se debió votar el jueves, pero Egipto retiró su patrocinio después de que el presidente del país habló por teléfono con el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, quien se involucró a petición de Israel. La resolución del viernes fue apoyada por Nueva Zelanda, Malasia, Venezuela y Senegal.
La votación de 14-0, con Estados Unidos como el único miembro que se abstuvo, trajo una reacción rápida, particularmente en Israel y en el Congreso.
“Esto es absolutamente vergonzoso”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, republicano por Wisconsin, prometiendo que el próximo año “nuestro gobierno republicano unificado trabajará para revertir el daño causado por esta administración y reconstruir nuestra alianza con Israel”.
El presidente del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, John McCain, dijo que la abstención hizo que Estados Unidos “sea cómplice de este atroz ataque” contra Israel y predijo que la resolución “servirá como otro obstáculo para la paz entre israelíes y palestinos, y envalentonar a los enemigos de Israel”.
Mientras tanto, la senadora Lindsey Graham, republica de Carolina del Sur, presidenta del Subcomité de Asignaciones que se ocupa de la ayuda externa, amenazó el viernes con reducir las contribuciones de los Estados Unidos a las Naciones Unidas y a cualquier país que votara a favor de la resolución.
Después de la votación, Graham tuiteó que “la política exterior de Obama-Kerry ha pasado de ingenua y tonta a imprudente. Con amigos como estos, Israel no necesita enemigos”.
En Israel, el ministro de Energía, Yuval Steinitz, un aliado cercano del primer ministro Benjamin Netanyahu, dijo que la resolución no sólo era contra los asentamientos, sino también contra Israel y contra los judíos en todas partes.
“Después de ocho años de amistad y trabajo conjunto con Obama, esta acción duele”, dijo.
El embajador de Israel, Danny Danon, expresó su decepción a lo que él llamó “esta resolución vergonzosa”.
“No tengo dudas de que la nueva administración estadounidense y el nuevo Secretario General de la ONU inaugurarán una nueva era en términos de la relación de la ONU con Israel”, dijo.
(Ruth Eglash, Karoun Demirjian y David Nakamura contribuyeron con este reporte. Eglash reportó desde Jerusalén).