La primavera es hermosa, pero también es la época del año cuando se desatan las alergias estacionales. A medida que las plantas liberan polen, millones de personas alérgicas comienzan a estornudar.
En muchas partes de los EE.UU., las “alergias primaverales” comienzan a partir de febrero y duran hasta el verano. La mayoría de las personas con alergias tienen síntomas durante todo el año.
El mayor desencadenante de la alergia de primavera es el polen. Los árboles, pastos y malezas liberan estos diminutos granos en el aire para fertilizar otras plantas. Cuando llegan a la nariz de alguien que es alérgico, provocan que las defensas del cuerpo se descontrolen.
El sistema inmune percibe erróneamente el polen como un peligro y libera anticuerpos que atacan a los alérgenos. Eso lleva a la liberación de sustancias químicas en la sangre llamadas histaminas. Las histaminas hacen desarrollar la secreción nasal, la picazón en los ojos y otros síntomas familiares a los que sufren de alergias. El polen puede viajar por millas, por lo que no se trata solo de las plantas de la comunidad.
Afortunadamente, hay una variedad de técnicas para prevenir las alergias de primavera ya sea que esté en el exterior o en casa:
Prepárate para la temporada de alergias: Según la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI, por sus siglas en inglés), la temporada de polen puede comenzar en febrero y extenderse hasta octubre, aunque los patrones climáticos y tu ubicación pueden alterar las fechas de inicio y finalización. Si ya temes el regreso de los estornudos, los catarros, la congestión y los ojos llorosos o secos, tom medidas para evitar que los síntomas de la alergia activen su sistema inmune.
Consulta con un alergólogo antes de que comiencen las alergias de primavera: No esperes que los síntomas de la alergia te molesten antes de ver a su alergólogo. Una vez que las vías respiratorias se inflaman, se reducen las posibilidades de que la medicación funcione. Médicos recomiendan tomar medicamentos que comiencen a ser efectivos antes de que el polen llegue a su punto máximo
Mantén el polen fuera de casa: Aunque sea tentador abrir las ventanas y respirar aire fresco de la primavera, si sufres de alergias evita hacerlo para mantener un ambiente lo más libre de polen posible manteniendo las puertas y ventanas cerradas para minimizar los síntomas de alergia. Cuando limpies durante la temporada, concéntrate en las áreas de tua hogar donde los alérgenos tienden a acumularse: filtros de aire, ropa de cama, muebles tapizados y alfombras. Aspira con frecuencia y use una aspiradora con un filtro HEPA. Otros consejos para tener un ambiente limpio en casa son: Cambia de ropa una vez que llegues a casa, ya que el polen se adhiere a la tela y puede terminar diseminando esporas de polen por toda la casa; Dúchate antes de acostarse, para evitar transferir los alérgenos desde el cabello o la cara a la almohada; y cambia los filtros del aire acondicionado con frecuencia.
Use máscara: Especialmente cuando estés trabajando en el jardín. Una máscara filtrará parte del polen y el moho que se levanta cuando se corta el césped o se limpia el jardín. También es una buena idea usar una máscara cuando estás afuera en días con altos niveles de polen en el aire durante la temporada alta. Si puedes evitarlo, no hagas trabajos de jardinería por la mañana.
Limita el tiempo al aire libre: Permanecer dentro de un lugar puede ayudar a evitar las alergias, especialmente en días ventosos y durante las primeras horas de la mañana, cuando los niveles de polen en el aire son más altos.
Limpia tus fosas nasales regularmente: Todos los expertos recomiendan limpiar las fosas nasales a diario durante la temporada de polen. Mantener la vía respiratoria limpia también puede ayudar a quienes constantemente tienen dolores de cabeza y congestiones. Enjuagarse con una solución de agua salada disminuye la inflamación en los senos paranasales, ya que puede diluir y enjuagar el polen y los mohos que han viajado a los conductos nasales.
Reduce el estrés: No solo las reacciones alérgicas se disparan por partículas en el aire. Si has luchado contra el desequilibrio hormonal, el estrés crónico o la sensibilidad a los alimentos, abordarlos también podría aliviar tus problemas de alergia. Investigaciones muestran que cuando nuestros niveles de cortisol están desequilibrados, afecta el sistema inmunológico. Mientras más podamos ayudarlos a reducir el estrés (a través del yoga, la meditación, dormir lo suficiente), se puede disminuir la probabilidad de tener respuestas alérgicas al medio ambiente.
Un estudio publicado en la edición de abril de 2014 de Annals of Allergy, Asthma & Immunology (ACAAI) apoya la terapia de reducción del estrés; descubrió que las personas alérgicas con estrés constante experimentan más brotes de alergia.
Dieta saludable y ejercicio: Mantén tu cuerpo bajo un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio adecuado y una dieta rica en nutrientes. Un trastorno alérgico significa tener una enfermedad crónica de su sistema inmunológico. El ejercicio puede fortalecer el mismo, lo que significa que puede ser una estrategia útil cuando lucha contra las alergias.