El sábado 23 de junio el periodista colombiano Juan Carlos Iragorri se ganó el premio Emmy en la categoría Política y Gobierno por su programa Club de Prensa, producido desde Washington DC y transmitido por la señal de NTN24 en la mayoría del continente americano.
El también director del programa Voces RCN en Colombia, director del máster en periodismo en la Universidad del Rosario en Bogotá y corresponsal de la revista Semana y RCN Radio, manifestó su alegría a El Tiempo Latino por este galardón que dedica a su esposa, hijos y equipo de trabajo en los diferentes medios que representa.
“Recibo esta noticia con mucha satisfacción porque, como todo el mundo sabe, quien recibe este galardón se considera que lo ha ganado nacionalmente. Es el equivalente en la televisión a los Grammy en la música, al Oscar en el cine y al Tony Award en el teatro”, dijo el comunicador, mientras que resaltó la labor alrededor de 40 corresponsales y expertos invitados, a quienes considera el alma de su programa dirigido a un público general, con un lenguaje que todos los latinos en los diferentes países puedan entender.
Así pues, en Club de Prensa se abordan las noticias del mundo entero, según su propio director, al estilo de las tertulias periodísticas de la televisión española desde la capital política del mundo desde hace siete años. Particularmente, en el programa nominado que le valió el premio, participaron como invitadas un grupo de solo mujeres: Dori Toribio, corresponsal de Mediaset en España; Amanda Mars, de El País de Madrid y Paula Lugones, del Clarín de Buenos Aires.
Además del Emmy, Iragorri estima que se ha ganado entre cinco y seis galardones, dentro de los se encuentran el Premio de Periodismo Rey de España y el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en Colombia. “En Washington uno tiene la ventaja de que envían los mejores corresponsales de los distintos medios del mundo. La idea es que en una hora de programa se hable de lo que pasa en el mundo. No se trata de hablar de los hispanos, del presidente de EE.UU. ni de América Latina únicamente, pues si la noticia está en Turquía empezamos el programa hablando de ese tema”, enfatizó en cuanto al contenido.
Ahora que acumula esta estatuilla a su lista de reconocimientos internacionales, el periodista se plantea como reto llegar a más personas para ayudarles a comprender lo que sucede en el mundo, mediante una producción en la que reconoce que, al igual que sus invitados, aprende a diario.
“Para hablar en ese programa, los corresponsales se leen muchos artículos que yo les envío la noche anterior, muy juiciosamente. Así que se aprende muchísimo haciendo el programa, no es que nosotros seamos un sabios. El gran reto es que más gente joven y mayor nos vea para ayudarles a entender lo que pasa con Emmanuel Macron en Francia con la presidencia, con Ángela Merkel en el gobierno Alemán, lo que sucede en las protestas en algunos países de la antigua Europa del Este, en EE.UU. con la presidencia de Donald Trump, en Chile con Piñera o lo que va a pasar en México en las próximas elecciones”, explicó.
Al consultarlo sobre su visión con respecto al periodismo en español que se hace en EE.UU., dejó claro que debería haber una mayor preocupación en los medios de comunicación dirigidos a los hispanohablantes, por abordar otros temas que vayan más allá de los problemas migratorios.
“Creo que debería haber un esfuerzo en demostrar que también hay otras cosas que nos interesan a los hispanos que tienen que ver con qué pasa en El Salvador, en Guatemala, en México, en Argentina – y en el resto de nuestros países – con la política. Así que me parece que no deberían centrarse únicamente en la cuestión migratoria. Los que hablamos español no somos solo de tres o cuatros países, sino de otra zonas. Los hispanos somos tan globales como son los anglosajones”, comentó Iragorri, quien advirtió que esto no implica abandonar lo que se hace sobre política migratoria.
El galardonado también reconoció la labor de los periodistas hispanos en EE.UU., pues a su juicio han tenido que hacer un gran esfuerzo en un mercado de medios en el que no están concentrados la mayoría de los recursos. “Aquí han tratado de abrir periódicos – en español – que han tenido que cerrar. Hay casos excepcionales como el de El Tiempo Latino en el área de Washington, La Opinión en Los Ángeles, –entre otros–. Se requiere gente que se haya formado en buenas universidades para hacer periodismo en español, que haya sangre nueva”, concluyó.