Se bebe, se come, se baila, se mata. Ese es el lema de un excéntrico bar de cócteles en París inspirado en la historia de Pablo Escobar (a quien se le adjudican cerca de 4.000 asesinatos en Colombia). El lugar, que ya causa controversia en las calles de la capital francesa, se unió el pasado 14 de noviembre a la lista de planes y eventos polémicos por utilizar el legado del desaparecido narcotraficante como si se tratara de un patrimonio sagrado.
El bar reúne extravagancias dignas de la vida de Escobar. Aunque en Colombia este tipo de actividades habían tenido un eco parecido, esta es la primera vez que un evento de este tipo cruza fronteras. En Medellín Paris, el nombre el bar, los oscuros detalles alrededor del narcotráfico cobran vida y sus administradores están orgullosos de eso. “Se te abrirá un mundo nuevo y oscuro. Cruzarás el Atlántico y aterrizarás en Sudamérica en los barrios de Medellín”, anunciaron en la inauguración del lugar.
Los que no están satisfechos son algunos colombianos. No ha pasado una semana desde que Medellín París abrió sus puertas y ya ha recibido el rechazo de ciudadanos radicados en el país europeo. Allí, en una reconocida avenida parisina, este lugar, que ofrece desde cócteles con los nombres de los “mejores sicarios” del país, hasta el mojito más caro del mundo a base de polvo mágico, se convirtió en el proyecto renovado de Barón, un antiguo, selecto y famoso lugar de fiestas.
Cualquier celebración en el polémico bar puede convertirse fácilmente en un ritual en honor al narcotráfico. Al finalizar la comida, los visitantes tienen la posibilidad de encender una vela en honor al capo. “Todos los días, a partir de las 6 p.m., el establecimiento lo recibirá para estafar como el cartel más famoso de todos los tiempos”, dicen.
Y las excentricidades no paran. “Tenga cuidado de ingresar al cartel, el más famoso de todos los tiempos. No es tan simple, se procederá a la ceremonia “plata o plomo” con Popeye, el jefe de la Taquería “Chez Pablo”, describe el sitio otro de los rituales.
Fuente: Semana