Por tercera vez en dos meses, el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas realizó una reunión para discutir la crisis política y humanitaria de Venezuela. Este miércoles, el encuentro virtual que se realizó a petición de Rusia no llegó a ninguna conclusión. Solo se escucharon las opiniones de los países que en su gran mayoría abogaron por un diálogo serio donde se fijen las pautas para llegar a una salida pacífica y democrática.
La reunión se inició con la lectura de un informe sobre la crisis venezolana por parte de la subsecretaria general de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz, Rosemary DiCarlo, quien dio detalles de varios aspectos, entre los cuales destacó una carta que envió la representación de Nicolás Maduro al Consejo de Seguridad el 13 de mayo en la que alega que hubo un intento de grupos de mercenarios de infiltrarse en Venezuela con el objetivo de perpetrar actos criminales y asesinar a funcionarios de alto nivel en el país.
En la carta se afirma que hubo participación de Colombia y Estados Unidos en el supuesto intento de incursión de mercenarios y se solicita al Consejo de Seguridad que mantenga discusiones abiertas sobre el asunto.
DiCarlo también hizo referencia a la urgente necesidad de ayuda a los venezolanos por la crisis humanitaria que vive el país.
Posteriormente, el representante de Rusia ante el Consejo de Seguridad, Dmitry Polyanskiy, denunció que existe una supuesta violación sistemática a la soberanía de Venezuela, y por dicha acción responsabiliza a Estados Unidos.
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Polyanskiy dijo que esa conducta se ha convertido en un problema serio que implica la seguridad y estabilidad de la región.
Aseguró que una prueba de la intención de EE.UU. de actuar fuera de la norma internacional fue la ejecución de la denominada Operación Gedeón, en “la que grupos de mercenarios armados pretendían atentar contra el presidente Nicolás Maduro y varios funcionarios del Gobierno nacional tras lo cual se produjo el arresto de 47 personas involucradas, entre quienes hay dos son norteamericanos”.
Polyanskiy aseguró que la Federación Rusa sabe que hay un contrato firmado, con fecha de octubre de 2019, por el diputado Juan Guaidó que lleva el sello de la empresa Silvercorp y cuyo monto asciende a 200 millones de dólares. “Todo el objetivo que se involucra en ello es sacar al actual Gobierno legítimo de Venezuela” acotó.
El diplomático sostuvo que toda la operación fue financiada por fondos soberanos expropiados por EE.UU. y que se encuentran en bancos estadounidenses. Luego, “el presidente impostor de Venezuela” dijo que no tenía nada que ver con el primer contrato y apareció un segundo que le demandaba realizar un pago de 1.5 millones de dólares con fecha 28 de abril del presente año.
EEUU rechaza acusaciones
Por su parte, la embajadora de EE.UU., Kelly Craft, aseguró que los argumentos de Venezuela son “una compilación de acusaciones falsas y fantásticas” y recordó que por segunda vez, en un mes , su colega ruso insiste en perder el tiempo con esas acusaciones.
Craft dijo que la carta a la que se hace referencia en la reunión fue enviada por el representante de un régimen ilegítimo que se ha caracterizado por la corrupción, la violación reiterada de los derechos humanos, la persecución de periodistas, opositores.
El ilegítimo régimen de Nicolás Maduro es culpable de haber realizado más de 7 mil asesinatos extrajudiciales.
La diplomática sostuvo que la estrategia de Venezuela para el combate a la Covid-19 es detener médicos y periodistas que quieren informar al público lo que está ocurriendo.
Craft advirtió que el régimen de Maduro busca distraer la atención con estrategias como la de presentar una incursión armada para evitar poner el foco en la grave crisis humanitaria que afecta a millones de venezolanos.
Rechazó las acusaciones de Rusia y Venezuela de que EE.UU. participó en la Operación Gedeón y acotó que es Rusia y Cuba los dos países que han incursionan en el país sudamericano enviando personal mercenario a Venezuela.
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Colombia, un país que según la acusación de Venezuela participó en la Operación Gedeón, también rechazó las acusaciones recordando que tanto como Chávez y Maduro han planteado teorías sobre actos en su contra desde Colombia, que son parte de la propaganda.
El representante del gobierno de Iván Duque en Naciones Unidas, Guillermo Fernández de Soto, aseguró que Colombia ha violado las leyes internacionales y la normativa de la ONU. Asimismo, explicó que el considerado Estado fallido, encabezado por Nicolás Maduro, ha llevando al país a una crisis de derechos humanos sin precedentes.
Recordó que fue la misma Comisión de Derechos Humanos de la ONU la que documentó la violación de los derechos de los presos políticos, tratados con torturas. La gente tuvo que huir del país, millones se encuentran en Colombia, para lo cual el gobierno colombiano ha tenido que prestar ayuda. Maduro se ha negado a que entre ayuda humanitaria.
Dijo que su país, junto al Grupo de Lima ha abogado por un cambio político en Venezuela en el marco de la constitución venezolana. La comunidad internacional ha hecho esfuerzos para buscar un diálogo pero el régimen no ha tomado seriamente esta propuesta.
El representante de Tunisia planteó que “la comunidad internacional debe apoyar a la población venezolana, que necesita ayuda urgente por la crisis que vive”. También pidió que se cumplan las leyes y rechaza cualquier otra opción.
Por su parte, Vietnam se opuso al uso de la fuerza para un cambio político en Venezuela y pidió a los miembros del Consejo deben cumplir con las leyes internacionales y permitir que sean los venezolanos los que resuelvan sus diferencias.
La representación de Sudáfrica apoyó una solución que respete a las autoridades de Venezuela, rechazó cualquier incursión extranjera en el territorio venezolano y pidió solidaridad y unidad para la población por la emergencia Covid-19.
Asimismo, República Dominicana rechazó y condenó cualquier intento de incursión por la fuerza al territorio venezolano.
No se llegó a ninguna conclusión ni se fijó ninguna fecha para seguir discutiendo el tema.