Imagínense que a la hora de elegir a los líderes estudiantiles en el colegio o universidad de sus hijos o a los representantes de su sindicato, solo se les permitiera el voto a los blancos. O si para conformar un equipo de futbol o béisbol, excluyeran a negros y latinos “y que” porque son muy bajitos, desnutridos o marroncitos. ¿Les parece justo?, no, ¿verdad? De acuerdo con ustedes, pues de existir esa forma discriminatoria de elección a nuestros líderes y a nuestros héroes quienes son fuentes de inspiración, resultaría obvio que, por ejemplo, Maradona nunca hubiese tenido chance en el fútbol y Barack Obama jamás hubiese sido presidente. Pues bien, eso es exactamente lo que el partido republicano trata de hacer hoy en Estados Unidos: excluir a las minorías del proceso de votación para elegir ellos a nuestros alcaldes, gobernadores, diputados, senadores y presidente para que sus candidatos, en su gran mayoría blancos e ideológicamente compatibles en su afán de exclusión, tengan más chance de ganar.
Luego de la experiencia de las elecciones presidenciales del 2020 los republicanos quedaron traumatizados. Y es que perdieron el estado de Georgia, tradicionalmente “rojo” debido a que se le permitió votar a una población negra que estaba excluida. En efecto se sabe porque lo dicen todas las encuestas, que mientras más gente vote en USA, los candidatos del partido demócrata tienen mucho más chance de ganar que los republicanos. El partido Demócrata, con todos sus problemas, representa la diversidad que ha hecho grande a este país. Por esta razón, los republicanos se han dedicado de manera descarada, desde las elecciones pasadas, a proponer leyes que limiten el voto de las minorías. ¿Cómo? Exigiendo documentos de identidad difíciles de ser adquiridos por los más pobres y dándole más poder a las legislaturas estatales para decidir sobre una disputa electoral.
Con respecto al primer tema, estoy segura que quienes me leen en este idioma español saben que en nuestros países existe una Carta o una Cédula de Identidad. Es decir, una prueba de tu identidad independientemente de si sabes manejar o no, de si portas un arma o no, de si estudias o no. Pues bien, en este país solo la licencia de conducir es lo más cercano a esa carta de identidad. ¿Qué pasa entonces con los más pobres que no tienen licencia de manejar? ¿o no aprendieron porque no pueden comprar un automóvil? Voy más allá, por ejemplo, en Texas, según la nueva ley que los republicanos quieren pasar, pretenden que se acepte como documento de identidad una licencia de porte de armas, pero no así un carnet estudiantil. ¿A quienes están beneficiando con esta ley? Y peor aún ¿A quienes pretenden excluir? No se los tengo que explicar, es demasiado obvio. En nuestros países se vota los fines de semana para estimular el voto de los trabajadores, aquí, se hace los martes…
Estados Unidos está conformado con el objetivo de una idea enraizada en la libertad y no en una zona geográfica o una historia compartida por sus ciudadanos. Y es que la idea es hermosa porque es “La tierra de los libres y el hogar de los valientes” como dice uno de sus himnos más conocidos. Por esa idea han dado la vida millones de personas en el mundo.
Hoy la democracia de Estados Unidos se encuentra en peligro debido al surgimiento de un movimiento político desde el partido republicano, que busca dificultar el voto de las minorías. Basados en la “gran mentira” defendida por Donald Trump, según la cual el ex presidente perdió debido a un supuesto y no probado masivo fraude electoral, los legisladores estatales han promulgado 22 leyes desde las pasadas elecciones orientadas a restringir el acceso a las boletas electorales. Preocupa que estas leyes aprobadas en 14 estados marcan un nuevo récord de leyes de votación restrictivas y dificultan el voto ausente y por correo, después de que un número récord de estadounidenses votara por correo en noviembre y le costara la reelección a Donald Trump.
Tal como lo dijo el presidente Biden en su discurso de Memorial Day en el cementerio de Arlington sobre estas leyes: “Es incorrecto y antiamericano…en el siglo XXI, deberíamos hacer que sea más fácil, no más difícil, que todos los votantes elegibles voten”.
Biden designó esta semana a la vicepresidente Kamala Harris para que “dirija los esfuerzos de su Administración” en evitar el movimiento legislativo de supresión del voto. Esto no será posible sin la participación tuya y la mía. Todos somos responsables en la defensa de la democracia en nuestra segunda patria. No dejes que supriman tu voto ni el de nadie.