Por María Peña - Especial para El Tiempo Latino
WASHINGTON.— Con la pesadilla del COVID-19, decenas de miles de estudiantes en todo el país han sufrido enormes rezagos académicos, que en el caso de alumnos pertenecientes a minorías podrían ser de hasta un año. Las autoridades del Distrito de Columbia recibirán casi $129 millones adicionales para reforzar los programas de verano y la reapertura de las aulas en el próximo año escolar.
Así lo informaron durante una conferencia telefónica con periodistas autoridades de la Administración Biden, al detallar el tercer y último desembolso de fondos federales para distritos escolares en todo EEUU, en el marco del plan de estímulo económico que aprobó el Congreso a raíz de la pandemia del COVID-19.
“Para los estudiantes, educadores y comunidades, estos recursos han sido y son muy necesarios… la Administración Biden-Harris y el Departamento de Educación, bajo el liderazgo del secretario (Miguel) Cardona están comprometidos con la reapertura segura de las escuelas en el otoño y atender las necesidades de los estudiantes”, dijo Maureen Tracey-Mooney, asistente especial para asuntos de Educación de la Casa Blanca.
El plan de rescate económico promulgado por el presidente Joe Biden incluye fondos de Alivio de Emergencia para Escuelas Primarias y Secundarias (ESSER, por su sigla en inglés) por casi $122 mil millones para ayudar a los gobiernos estatales a preparar la reapertura de colegios en el ciclo 2021-2022 y ayudar a sus poblaciones estudiantiles, especialmente las más afectadas por las desigualdades ya graves antes de la pandemia.
El gobierno federal ya había desembolsado una primera parte de $81 mil millones en marzo pasado, y promueve la puesta en marcha de programas de enriquecimiento académico durante el verano, especialmente para comunidades de bajos recursos.
Objetivos de los fondos
Según la Casa Blanca, el Departamento de Educación aprobó el pasado 7 de julio el plan que presentó el gobierno del Distrito de Columbia para facilitar la reapertura de los colegios en el otoño, apoyar el bienestar de maestros y estudiantes, y promover programas de aprendizaje acelerado durante el verano.
En esta última tanda, el Distrito de Columbia recibirá casi $129 millones adicionales bajo los fondos de ESSER, como parte del total de $386 mil 477 millones en fondos federales destinados a las escuelas en la capital estadounidense.
Para el pasado año escolar, el Distrito de Columbia tuvo a un total aproximado de 94 mil 573 alumnos matriculados en las escuelas públicas, según datos oficiales.
La idea de la ayuda es atenuar el impacto negativo de la pandemia del COVID-19 en las aulas, tomando en cuenta que el cierre de escuelas trasladó la enseñanza al mundo virtual. Así, la meta de los programas de verano en particular es de ayudar a los maestros a combatir las brechas académicas y el impacto negativo de la pandemia en la salud mental de los alumnos.
El plan del Distrito de Columbia pone énfasis en cuatro áreas fundamentales:
- Reapertura de colegios: Para el nuevo año escolar, el plan de la Alcaldía capitalina es reabrir todas las escuelas durante toda la semana de forma segura. Por ello, la Oficina del Superintendente Estatal de Educación (OSSE, por su sigla en inglés) exige que todas las agencias educativas locales entreguen informes detallados sobre sus planes de reapertura, de manera que cumplan con los requisitos de salud de las autoridades locales y federales.
- Respuesta a rezagos académicos: Para recuperar el terreno perdido debido a la pandemia, OSSE invertirá en programas de capacitación para tutores y en subvenciones para escuelas y organizaciones comunitarias que ofrezcan ayuda a poblaciones estudiantiles, especialmente las que afrontaron interrupciones de aprendizaje significativas.
- Más inversiones en programas de verano y de después del colegio: OSSE distribuirá fondos a organizaciones sin fines de lucro 501 (c)3 que ofrecen programas de verano y de después de horario escolar. Las autoridades evaluarán a cada organización participante en base a su historial de asistencia y sus logros académicos.
- Más personal para cubrir las necesidades de salud mental de los estudiantes: El Distrito de Columbia prevé ampliar el acceso a servicios de salud mental en todas las escuelas públicas, para que éstas cuenten con profesionales especializados, como consejeros y trabajadores sociales, que atiendan a estudiantes con problemas de conducta y promuevan actividades para su salud mental.
Según un análisis divulgado el miércoles 14 de julio en la revista Educational Research, los estudiantes de secundaria que siguieron sus clases en línea sufrieron más daños en su rendimiento académico, salud emocional y vida social, en comparación con los que pudieron asistir a clases en persona.
El alarmante estudio subrayó además que la escasa motivación de millones de estudiantes fue prácticamente universal y afectó tanto a alumnos de hogares pobres y ricos como a aquellos pertenecientes a minorías, sin importar su género u origen étnico.
Este y otros estudios similares, según los observadores, profundizan la urgencia de que el retorno a las aulas el mes próximo se realice de forma segura y que los estudiantes tengan todos los recursos necesarios para su rendimiento académico.
Ante el riesgo de que la variante Delta del COVID-19 pueda afectar la reapertura de escuelas, Tracey-Mooney explicó que la Administración se apoyará en la ciencia y en las recomendaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).
Entre las organizaciones beneficiadas por el nuevo desembolso federal figura Boys & Girls Clubs of America, que desde hace más de 150 años ofrece servicios de desarrollo y capacitación a casi cuatro millones de jóvenes a través de 4,300 clubes en todo el país.
“Tenemos que trabajar como socios”, dice LAYC
En entrevista con El Tiempo Latino, Lupi Quinteros-Grady, presidente del Centro para la Juventud Latinoamericana (Latin American Youth Center, LAYC), afirmó que la pandemia dejó al descubierto muchas carencias en la comunidad y la labor clave que realizan organizaciones como la suya para atenderlas.
“Tenemos que trabajar como socios… el sector de grupos sin fines de lucro está trabajando sobre el terreno, tenemos acceso y, en muchos casos, también la confianza de la comunidad. Tiene mucho valorar el forjar alianzas y trabajar con las escuelas públicas, porque se trata de crear una red que proteja a la gente”, afirmó Quinteros-Grady.
En ese sentido, señaló que LAYC ha estado “trabajando sobre el terreno desde el principio de la pandemia” y ha podido constatar problemas como la falta de recursos para las familias, la inseguridad alimentaria, las necesidades de servicios de salud mental y, desde luego, la falta de acceso adecuado a computadoras e internet para los estudiantes.
“Desde luego hay muchas formas de aprender, pero vemos que para muchos estudiantes las clases presenciales son clave, y por eso es urgente que podamos reconectar con ellos ahora que se ponen en marcha todos estos esfuerzos, especialmente durante la transición al otoño”, subrayó la experta.
En la actualidad, el LAYC ofrece diversos programas estudiantiles en 16 escuelas en DC y 11 en el Condado de Prince George’s, además de programas de GED y capacitación laboral en el Condado de Montgomery, ambos en Maryland.
Además del plan del Distrito de Columbia, el Departamento de Educación también aprobó los de Arkansas, Massachusetts, Oklahoma, Oregón, Tennessee, Ohio y West Virginia. La agencia federal aún evalúa el resto de los 40 planes sometidos por otros gobiernos estatales.
Ian Rosenblum, subsecretario interino de Educación para escuelas primarias y secundarias, dijo que estos planes tienen el objetivo de compensar por la pérdida de instrucción en las aulas durante la pandemia, y han tomado en cuenta las recomendaciones de maestros, padres, estudiantes, y miembros de la comunidad en general.
Aparte de los fondos anunciados el jueves 15 de julio, la Administración Biden reafirmó su compromiso por acelerar la recuperación económica a través la “Agenda para Reconstruir Mejor” (Build Back Better Agenda), que incluye una inversión de $9 mil millones para atender la escasez de maestros; fortalecer los programas de capacitación y retención de personal docente, e incrementar la preparación y contratación de maestros minoritarios.
Esa agenda -que sigue estancada en el Congreso- prevé también una inversión de $100 mil millones para la infraestructura escolar, con la idea de potenciar ambientes de aprendizaje sanos y sólidos, “con laboratorios y tecnología para preparar a los niños para los trabajos del futuro”, según una hoja de datos de la Casa Blanca.
Las autoridades anunciaron el desembolso de fondos en el marco de la Semana Nacional de Aprendizaje de Verano (National Summer Learning Week).