Los datos a nivel nacional son claros y demuestran inequívocamente lo siguiente: aquellos estados de EEUU que han logrado los mayores niveles de vacunación también poseen el menor número de hospitalizaciones por COVID. Lo que decimos es cierto para estados como Massachusetts y Connecticut, donde el porcentaje de vacunación es de alrededor del 75% de la población. Sin embargo, en los estados con bajos porcentajes, menos del 50% de su población elegible, es decir mayores de 12 años, padecen hoy de una peligrosa crisis hospitalaria por falta de camas y oxígeno para atender a la creciente ola de pacientes infectados con COVID de la variante Delta.
Y es que la variante Delta ha traído una nueva ola de infecciones por ser mucho más contagiosa. También les pedimos que tomen en cuenta una alarmante cifra: nueve de cada 10 personas hospitalizadas por coronavirus no habían recibido la vacuna. En otras palabras, si no estás vacunado y te contagias tienes un 90% más de chance de terminar en un hospital que la persona vacunada. ¿Has pensado en lo que te mueve a tomar este riesgo? ¿Vale la pena? En cambio, si te vacunas y te contagias, tus síntomas tenderán a ser leves o inexistentes. También debes recordar que si no te vacunas, no solo pones en peligro tu salud y la de tus seres más cercanos, sino la de los médicos, enfermeras y todo aquel que te tenga que atender en el sistema de salud, dentro o fuera de un hospital. Al negarte a la vacuna estás poniendo en peligro no solo tu vida, sino la de tu comunidad.
Es cierto que la variante Delta ha disparado los niveles de contagio (es por lo menos dos veces más contagiosa que las cepas originales) y muchos vacunados terminan infectados. En este sentido, hay que valorar la efectividad de las vacunas de manera realista y de acuerdo a las tres variables siguientes: la prevención de síntomas mortales de la enfermedad, los ingresos hospitalarios y las muertes. De hecho, lo que estamos viendo es que, aunque las personas vacunadas pueden infectarse, la infección en ellos suele ser asintomática o con síntomas leves.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), las personas no vacunadas siguen siendo el grupo de mayor preocupación. El riesgo de transmisión más alto se da entre personas no vacunadas, pues tienen una probabilidad mucho mayor de infectarse, y, por lo tanto, de transmitir el virus. Las personas totalmente vacunadas se infectan con menor frecuencia (lo que se conoce como infección en vacunados) e infectan a otros (cuando la vacuna no es esterilizante), que las personas no vacunadas, pero quienes están vacunados propagan el virus por un periodo más corto.
El hecho de que la variante Delta sea más contagiosa trae una buena noticia consigo: alcanzaremos la inmunidad de rebaño mucho más rápido que la cepa original. Si la vacuna no hubiese sido desarrollada en tan corto tiempo, esta sería una noticia devastadora pues hubiésemos padecido la muerte de millones de seres humanos. Sin embargo, la vacuna nos protege de los efectos más letales de esa cepa y tenemos, los vacunados, una protección que no existía hace dos años. ¿Por qué no aprovecharla? Por favor, protégete.
En resumen, si te vacunas, aunque no limitas la propagación del virus, previenes dramáticamente, su efecto mortal. La vacunación es la mejor forma de protegerte y proteger a tu familia y comunidad. Una alta cobertura de vacunación reducirá la propagación del virus y ayudará a prevenir la aparición de nuevas variantes. El CDC recomienda que todas las personas de 12 años de edad o más se vacunen cuanto antes. Hazlo, por favor, por tu bien, el de los tuyos y el de tu comunidad.
Se respeta que ciertas creencias religiosas lleven a muchos a rechazar las vacunas, pero quisiéramos dejarlos con la reflexión de Benjamín Franklin, quien en 1736 perdiera a su hijo luego de padecer de viruela. “Lamenté amargamente, y todavía lamento, no haberlo inoculado, hago alusión para llamar la atención de los padres que omiten esta práctica, pues nunca se perdonarían si un niño muere por esta causa”.
Vacúnate, por favor.