El 24 de septiembre se conoció que la auditoría partidista en el condado de Maricopa, Arizona, que buscaba demostrar un posible fraude electoral en contra del expresidente Donald Trump, tenía un claro ganador: Joe Biden.
El hecho confirmó lo que en un principio arrojó como resultado el proceso en las urnas y que hacía del demócrata el vencedor en la justa. Pero también dilapidó el discurso del republicano, quien tenía en el mencionado condado su última apuesta en un tema repetitivo.
Luego de que Biden obtuvo los votos suficientes para asegurar el triunfo en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, Trump apuntó a irregularidades en el proceso; sin embargo, jamás hubo pruebas claras que confirmaron su teoría.
Clave 1: Aparición antes de los comicios
Seis meses antes de las elecciones presidenciales, Trump calentó la cita al amenazar con retirar fondos federales a los estados de Michigan y Nevada. La razón: dichas entidades alentaron a sus votantes a ejercer su derecho por la vía anticipada, con la opción del correo para evitar presentarse en los centros y así poner freno a la propagación de la pandemia del COVID-19.
Para Trump, quien manifestó su descontentó en Twitter, el hecho se desarrolló "ilegalmente y sin autorización".
En mayo del año pasado, cuando el mandatario se quejó sobre el proceso, Estados Unidos encabezaba la lista de países con más casos y muerte por coronavirus en el mundo.
Clave 2: Demandas
Una vez se conoció que Biden superó los 270 votos electorales y con ello tenía asegurado su triunfo en las elecciones presidenciales, las acusaciones del republicano no se hicieron esperar y con ello, acciones legales que no trascendieron.
En Pensilvania, por ejemplo, presentó una demanda que, según él, debía poner fin a un esfuerzo ilícito en el cual los demócratas estaban "trabajando duro para hacer que desaparezca una ventaja de 500 mil votos", informó en Twitter.
Clave 3: Recuento
En Wisconsin, Trump apuntó a un recuento que se resolvió velozmente. El día 30 de noviembre del año pasado, autoridades electorales de dicho estado confirmaron que el proceso mostró otra vez a Biden como el vencedor de la justa.
Con cada vez menos opciones, el republicano puso su mirada sobre Arizona, en donde enfocó su discurso de fraude. Maricopa, un condado con más de 2 millones de votantes, aprobó a través del senado estatal, conformado en su mayoría por republicano, un recuento que duró meses.
El silencio en los resultados alimentó el discurso del exmandatario, quien sufrió otro duro golpe en su narrativa cuando se hizo oficial la victoria de Biden. Una vez lo supo, arremetió contra los medios de comunicación.
Clave 4: Muertos que votan
En Georgia, estado que no esperaba perder y desde donde también se volteó la mesa a favor de los demócratas en el Senado, reclamó en junio que más de 18 mil "personas muertas" votaron.
En un comunicado, Trump señaló que más de mil votos en dicho territorio eran "obsoletos" y se violaron leyes electorales para favorecer a Biden.
Esta vez, el expresidente arremetió contra William Barr, fiscal general de Estados Unidos durante parte de su mandato, de quien dijo que su "debilidad facilitó el encubrimiento del crimen del siglo: las amañadas elecciones presidenciales de 2020".
Clave 5: A pasar la página
Maricopa supuso la última carta de Trump respecto al supuesto fraude que nunca fue. Ahora, el exmandatario deberá seguir con su carrera política sin un tema menos para desarrollar. Aunque parece que el fraude electoral seguirá siendo parte de su discurso, lo recientemente vivido en Arizona resta peso al asunto.
Mientras tanto, el republicano prepara lo que luce como un secreto a voces: el anuncio de su candidatura rumbo a las elecciones presidenciales de 2024.
Se estima que lo haga luego de las elecciones de mitad de período que se llevarán a cabo el próximo año. Así lo aseguraron a The Washington Post tres personas familiarizadas con la situación.