Los republicanos del Senado —excepto por Lisa Murkowski— impidieron que se pasara la John Lewis Voting Rights Advancement Act. Es el cuarto intento de reforma electoral bloqueado por la bancada del GOP este año.
El proyecto de ley, que lleva el nombre de un excongresista demócrata y activista por los derechos civiles, plantea restaurar una provisión de la Voting Rights Act que fue derogada por la Corte Suprema en 2013. A través de ella, ciertas jurisdicciones con historial de discriminación racial deberán obtener una autorización del Departamento de Justicia o una corte federal de DC antes de cambiar sus leyes o procedimientos de votación.
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¿Por qué es importante? Los demócratas han intentado pasar una ley federal para defender los derechos de los votantes en vista de que varias legislaturas republicanas han establecido medidas restrictivas, que afectan mayormente a votantes de minorías. Antes de John Lewis, recientemente habían bloqueado la aprobación de la For The People Act y la Freedom To Vote Act. Esta última negativa podría revivir los llamados para abolir el filibustero del Senado.
- "Este es nuestro cuarto, y creo que el último intento de encontrar socios al otro lado del pasillo que defiendan el derecho de todos los estadounidenses al voto", dijo el senador Jeff Merkley. “Hemos hecho todos los esfuerzos posibles a lo largo de cinco meses, cuatro estrategias diferentes. No va a suceder, así que tendremos que hacerlo con 50 miembros”.
- Joe Manchin, quien ha sido consistente en su rechazo a eliminar el filibustero, aseguró que llegar a este punto no sería necesario: “Tenemos a Lisa Murkowski, necesitamos a 9 más”. Los proyectos de ley necesitan tener 60 votos a favor para poder ser aprobados.
- Murkowski, la única republicana que apoyó el proyecto, dijo que los cambios hechos en la legislación no fueron suficientes para convencer a los congresistas de su partido y que “tiene trabajo por hacer”.
Antes del voto, el líder del GOP en el Senado, Mitch McConnell, dijo que esta legislación era una “acumulación de poder” por parte de los demócratas que dejaría que el fiscal general, Merrick Garland, “dicte los procedimientos de votación”. “La Voting Rights Act sigue en efecto (...) La Corte Suprema simplemente determinó que no había evidencia que justificara la continuación de prácticas de hace 40 años que fueron diseñadas a mitad de los 60”.
Con información de Politico