WASHINGTON. — La Casa Blanca divulgará este jueves un plan de al menos $15 mil millones para reemplazar en la próxima década las tuberías de plomo, que afectan a 400 mil escuelas y guarderías en todo EEUU, y para eliminar las pinturas que contienen ese material tóxico.
El ambicioso “Plan de Acción” contra el plomo, que será develado por la vicepresidenta, Kamala Harris, durante un evento en la federación sindical AFL-CIO, contiene 15 medidas que serán desplegadas por más de diez agencias federales para acelerar el reemplazo de las tuberías de plomo en todo el país.
Parte de los fondos descritos en el plan de acción provienen de la Ley de Infraestructura de un billón de dólares que el Congreso aprobó el mes pasado y que, según la Casa Blanca, es una medida “sin precedente” para modernizar la obsoleta infraestructura nacional. Del monto total, $15 mil millones son fondos directos de la Ley de Infraestructura para el reemplazo de las tuberías de plomo, y otros $11 mil 700 millones son de un fondo estatal.
En el evento en la AFL-CIO, Michael Regan, encargado de la Agencia para la Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés), anunciará la distribución de una primera tajada de $3 mil millones para 2022 de los $15 mil millones. Las siguientes se realizarían por igual monto cada año hasta 2026.
Otros fondos delineados en una hoja de datos de la Casa Blanca -una especie de “lista de deseos”- han sido solicitados por la Administración Biden dentro de la legislación “Build Back Better” que en principio destinaría otros $10 mil millones sólo para el reemplazo de tuberías de plomo. No está claro que el Congreso le de el visto bueno este año debido a desacuerdos entre demócratas y republicanos.
En Estados Unidos, el agua potable se distribuye a través de 2,2 millones de millas de tuberías enterradas en las calles y se calcula que hasta diez millones de hogares la reciben por medio de tuberías de plomo.
Tanto las pésimas condiciones en las tuberías en algunas zonas como el crecimiento urbano han aumentado las presiones por modernizar esta infraestructura nacional. Abrir el grifo en algunas localidades supone un gran riesgo para la salud, por lo que muchas familias compran agua embotellada o hierven el agua para cocinar, preparar su café o las fórmulas de bebé.
Durante una conferencia telefónica con periodistas, funcionarios de la Administración Biden explicaron desde el anonimato que el plan responde al objetivo del presidente, Joe Biden, de que ningún niño tenga que beber agua de tuberías contaminadas con plomo.
“El plan muestra que centraremos nuestros esfuerzos en comunidades en desventaja… el código postal (de un vecindario) no debería dictar si los niños en EEUU beben agua sucia, y nuestro plan se asegurará de que estas inversiones llegan a las comunidades que han estado abrumadas durante demasiado tiempo.”, dijo una funcionaria.
Elementos clave del “Plan de Acción” de Biden
En concreto, el plan de la Administración se apoya en tres pilares: la distribución de recursos federales para las comunidades; modernización y fortalecimiento de las reglas, y el reducir la exposición al plomo en las escuelas, guarderías y complejos de vivienda.
Bajo el plan, la EPA desembolsará un total de $15 mil millones para el reemplazo de líneas de servicio de agua potable, y otros $11 mil 700 millones provenientes de un fondo especial de la agencia para el reemplazo de tuberías de plomo.
Entre las más de 15 medidas, el plan de acción además incluye:
- $3 mil millones en fondos de la EPA para gobiernos estatales, tribales y de los territorios para el reemplazo de tuberías de plomo el próximo año, con énfasis en comunidades minoritarias.
- Subvenciones del Departamento de Vivienda para eliminar pintura de plomo y otros contaminantes en comunidades de bajos ingresos.
- Esfuerzo federal para eliminar tuberías de plomo y pintura tóxica en viviendas subvencionadas.
- Centros de ayuda de EPA para agilizar la modernización de líneas de servicio de plomo en las zonas más afectadas, de entre los más de 148 mil sistemas de agua públicos.
- Desembolso de $25 millones de la EPA en 2022 para mejorar la calidad del agua en comunidades desfavorecidas.
La EPA tiene previsto poner en marcha un nuevo proceso de regulación para proteger a las comunidades de la exposición al plomo en el agua potable, pero la agencia no ha dado detalles del cronograma para su eventual aplicación.
Los fondos previstos bajo este plan son aparte de los $350 mil millones dentro del plan de rescate económico que aprobó por separado el Congreso en marzo pasado para que las localidades y autoridades tribales y estatales puedan reemplazar las tuberías de plomo y los grifos en escuelas y guarderías.
Un problema arrastrado durante años
El debate sobre la infraestructura de agua potable no es nuevo -ya hubo varios informes en el pasado que advertían de su precaria situación- pero arreció en 2016 tras la crisis de agua en Flint, Michigan. La ciudad, de mayoría afroamericana, saltó a la palestra nacional después de una investigación determinara que ésta tenía altísimos niveles de plomo en el agua potable.
La exposición al plomo, ya sea en el agua o en la pintura, es sumamente peligrosa para los niños, ya que incluso en bajos niveles en la sangre puede causar problemas de comportamiento y aprendizaje; bajo coeficiente intelectual e hiperactividad; crecimiento lento; asma; problemas de audición, y anemia.
Valerie Baron, abogada y activista del Natural Resources Defense Council (NRDC), dijo en un blog reciente que, debido a un confuso e inadecuado sistema de salvaguardas, el Distrito de Columbia parece cumplir con los reglamentos federales sobre los niveles de plomo en el agua, pese a que el gobierno no ha reemplazado la mayoría de las tuberías de plomo.
Por otra parte, un análisis de la American Water Works Association determinó que EEUU requerirá al menos un billón de dólares para la reparación y modernización de la infraestructura de sistemas de agua en los próximos 25 años, y una mayor demora solo empeoraría la situación y aumentaría los costos.
Piden profundizar los esfuerzos
Para algunos grupos ambientalistas, el plan de la Administración Biden supone un buen primer paso para mejorar la infraestructura del sistema de agua potable pero es insuficiente para abordar los problemas de justicia medioambiental que golpean principalmente a las minorías.
Por ello, también urgen al Senado a que apruebe el proyecto de ley “Build Back Better”, dotado de $1,75 billones y que forma parte de la agenda de reactivación económica de Biden. Ante el clima de polarización entre los dos partidos, lo más probable es que esa legislación quede pendiente para el próximo año.
“Si bien esta ley hace inversiones muy atrasadas en nuestra infraestructura, peligrosamente obsoleta, como es el caso de las inversiones en tubería de plomo, por sí sola no es suficiente cuando hablamos de la justicia medioambiental para los Latinos en Estados Unidos”, dijo a El Tiempo Latino Antonieta Cádiz, directora de medios Latinos del grupo Climate Power.
“Sólo si el Senado logra aprobar la ley Build Back Better podremos contar con los recursos necesarios para aminorar los impactos de la polución a todo nivel en nuestros vecindarios. Los latinos de todo el país apoyan de manera abrumadora la Ley Build Back Better. La mayoría de los latinos (86%) lo ven como una oportunidad para proteger la salud de sus familias al reducir la contaminación", agregó.