Uno de los nuevos retos del gobierno de Joe Biden llega desde el plano económico. Con una inflación interanual de 7%, EEUU vive un momento único en décadas, reflejado en los precios que terminan pagando los consumidores. La solución, de acuerdo con expertos, llegaría a mediano o largo plazo, mientras los votantes podrían manifestar su descontento en las elecciones de mitad de periodo.
Cada día, bajo una nueva dinámica influenciada por la pandemia del COVID-19, hay una oportunidad para que los estadounidenses consigan formas de sortear los obstáculos generados por la inflación; sin embargo, desde la Reserva Federal se advirtió que la economía norteamericana se recuperará conforme baje el impacto del brote.
En el medio, millones de personas luchan por dejar de vivir con lo justo mientras planifican un año en el que, de mantenerse esta cifra, los llevará a generar más gastos en rubros básicos, como la compra de alimentos, gasolina o el pago de servicios.
Entretanto, Biden y los demócratas esperan que 2022 sea lo suficientemente alentador en la materia como para mantener sus números positivos en el Congreso. Desde el Partido Republicano, la inflación en EEUU podría ser ese elemento que termine de inclinar las cámaras a su favor mientras se define al candidato que se medirá con el mandatario en las elecciones de 2024.
Para Luis Rivero, venezolano con la ciudadanía estadounidense y que reside en Miami, las cosas han cambiado en el último año. El profesional, quien trabaja para una agencia de publicidad en el corazón del estado de Florida, ahora medita nuevos planes para ahorrar junto con su esposa.
“Pasamos de tener un poco más de dinero a no hacerlo y ciertas cosas ya impactan en la economía familiar”, dijo a El Tiempo Latino al recordar que a pesar de que el fenómeno de la inflación tomaba forma, la ayuda económica producto de la emergencia causada por la pandemia del COVID-19 servía como colchón para las finanzas del hogar.
La compra de alimentos, confirmó, es el aspecto principal en esa serie de elementos que han causado estragos en su economía; sin embargo, aseguró que de momento no siente que está en una posición de peligro: “Tenemos la fortuna de estar bien económicamente, pero (la inflación) sí ha impactado nuestra capacidad de ahorro”.
De acuerdo con Giovanni Delfino, analista económico, es inevitable que un fenómeno con estas características no altere la planificación de los estadounidenses. En entrevista exclusiva para El Tiempo Latino, el especialista señaló que “al aumentar los precios de los alimentos, gasolina, entre otros, a quienes afecta de forma directa es a las personas de escasos recursos porque ahora el dinero les alcanza menos”.
Según datos de la Reserva Federal, el rubro alimenticio fue uno de los que no escapó del salto en los precios, con una inflación interanual del 6,3%. Pero otros aspectos también se sumaron a la dinámica.
El precio de la vivienda subió un 5,1% en un año, las medicinas un 2,2% y los servicios básicos un 4,5%.
Pese a que los números siguen siendo de una cifra, en un país con el poder y estabilidad de Estados Unidos se puede calificar a esto como una crisis. Así lo aseguró Delfino, quien aclaró que “aunque se ve al presidente como el responsable, la verdad es que no lo pueden controlar ni él ni algún poder del Estado, se trata de un problema impulsado primordialmente por la cadena de abastecimiento”.
Pero para las personas, es el jefe de Estado quien debería poner límites a esta problemática. Una encuesta hecha en enero de este año por la cadena CBS News reveló que el 58% de los estadounidenses considera que Biden no se enfoca lo suficiente en la economía.

Precios que suben, optimismo que baja
La inflación tiene una clara incidencia en la economía y también en las sensaciones de quienes más afectados se ven. Delfino indicó que el sentimiento de consumo, una estadística que “refleja el optimismo del consumidor y se hace un seguimiento por diferentes grupos étnicos", demostró que los latinos han pasado los dos últimos años por debajo del promedio.
Menos de 100 puntos “es lo que se considera un sentimiento negativo” y tanto en 2020 como en 2021 el grupo demográfico vio variables entre 80 y 87 unidades. A su juicio “el consumidor hispano no se ve optimista en cuanto a la economía”.
Rivero lo vive en su planificación de ahorro.
El entrevistado manifestó que su familia busca alternativas para protegerse de la inflación. “Mi esposa y yo tenemos una parte de nuestros ahorros en una cuenta de inversión y otra en una cuenta de ahorros bancaria. Pero ahora estamos viendo si cambiamos la estrategia”. La dinámica es la siguiente: a inicio de mes él toma parte de sus ingresos y los deposita en la de inversión y ella en la de ahorros, pero con el aumento de los precios han sentido los estragos. “Para protegernos pensamos en ser más agresivos con las inversiones”.

La inflación en EEUU es un peligroso efecto para los demócratas
A pesar de que Delfino defiende que el fenómeno cobra fuerza por otra serie de factores que escapan de las manos de los gobernantes de turno, el problema podría incidir en las elecciones de medio término de este año y, por qué no, en las elecciones presidenciales de 2024.
Juan Peña Neder, analista político, expresó en exclusiva a El Tiempo Latino que “además de la inflación, hay una serie de ingredientes que hay que agregar para poder entenderlo”.
“No puedes determinar una enfermedad del tamaño de la que sufre Estados Unidos solo por un síntoma”, señaló Neder. Migración, salud y violencia armada, entre otros, fueron los puntos mencionados por el especialista, quien apuntó al posible resultado que estos temas tendrían sobre los norteamericanos.
Para él, todo derivaría “en una falta de confianza del ciudadano norteamericano”, pues “la inflación es un símbolo de crisis” que se suma a otra “de legitimidad en el gobierno de Biden, que prefigura que el Partido Demócrata podría perder mucho espacio en las midterms".
Neder prevé que “el voto que se inclina por indicadores puede modificarse en muchas áreas a favor del Partido Republicano, porque el gobierno de Biden no ha resuelto ninguna de las crisis que prometió resolver”. Sin embargo, al preguntarle si desde el Partido Republicano se debería ejecutar una estrategia para tomar la mayoría en el Congreso, informó que por lo pronto considera que “van a guardar silencio porque siguen sin ser mayoría”.

¿Voto condicionado?
Con los comicios de mitad de periodo como un posible punto de quiebre, a favor de un partido u otro, el tema de la inflación se asoma como un aspecto clave al momento de que el votante tome una decisión en las urnas.
Delfino consideró que “es casi un hecho” que el fenómeno condicionará numerosos votos, pues “a la hora de ver la inflación y otros resultados económicos siempre van a ver a sus líderes como los responsables”, pero a pesar de no estar de acuerdo con ver las cosas desde ese ángulo, dijo que la mayoría de la gente no entiende los temas como los que viven.
El analista económico recordó que la Reserva Federal es una entidad autónoma que no puede actuar por políticas de Estado, cumpliendo con el mandato de mantener la estabilidad financiera del país: para ello puede usar herramientas como la compra de bonos y el aumento o reducción de la tasa referencial para créditos de consumo.
La gente, al no conocer cómo funciona el sistema, ve a Biden como el responsable. Para él, “esto va a afectar no solo al presidente sino a todo el partido”.
No obstante, Rivero no ve las cosas de esa forma. Pese a la inflación, aseguró que el fenómeno no alterará su voto en las midterms: “No veo esto como una falla del gobierno, sino como una crisis económica mundial”.
“Siento que el gobierno nos ha protegido”, agregó.

Inflación en EEUU y su solución a largo plazo
Mientras el año nuevo da sus primeros pasos, la pregunta que atañe a millones de personas en el país no tiene una respuesta concreta. Saber cuándo podría pasar el fenómeno es materia de estudio; no obstante, Delfino apunta a finales de 2022 como una temporada importante, que podría traer los resultados esperados por todos.
Según el experto, “para fines del año el país podría estar en un nivel mucho más bajo de inflación”. Preguntado por una cifra ideal, estimó que podría ubicarse en 2% o 2,5%.
Desde la Reserva Federal todo se vincula al impacto del COVID-19.
“A medida que avancemos este año, progresaremos en la normalización de la política monetaria; terminaremos nuestras compras de activos en marzo, aumentaremos los tipos después y probablemente comenzaremos a reducir nuestro balance”, dijo el 11 de enero en el Senado, Jerome Powell, presidente de la Fed.
No obstante, el funcionario expresó que “acabar con la pandemia es la principal clave para estabilizar la economía del país. La crisis aún no ha pasado, aunque el mercado laboral se ha recuperado rápidamente, los desajustes son muy claros (...) Cuando los casos de ómicron se desaceleren, es posible que veamos una desaceleración en la contratación”.
Por su parte, Rivero afirmó que no hay solución a corto plazo, sino que están en un período “de aguantar”. El optimismo, pese a los estragos del fenómeno económico, van de la mano con la necesidad de ver un cambio para mejor: “Queda confiar en el gobierno. La inflación no puede desaparecer de un día para otro y si nos evita una crisis o una recesión, bienvenida sea”.