El polémico proyecto de ley HB 1157, formalmente “Derechos de los padres en la educación”, ha pasado dos comités de revisión y llegó el martes al pleno de la Cámara de Representantes estatal de Florida. En concreto, la propuesta busca prohibir las discusiones sobre orientación sexual e identidad de género en las escuelas. Por eso los opositores lo han apodado como “No digas gay”.
La Cámara podría hacer la votación final de la ley tan pronto como la semana próxima. Si se convierte en ley, entrará en vigor el 1 de julio.
La propuesta ha generado protestas en Florida, escrutinio nacional y forma parte de una serie de propuestas impulsadas por republicanos que inciden en cómo se enseñan temas LGBTQ+ en las escuelas, como la prohibición de libros de textos vinculados ha esta temática.
Desde la Casa Blanca y el propio presidente Joe Biden han expresado su rechazo a la legislación convirtiéndose en uno de los últimos campos de batalla entre la administración y el gobernador republicano Ron DeSantis, que busca la reelección en Florida y es considerado como un posible candidato presidencial para 2024.
¿Qué dice el proyecto de ley?
Patrocinada por el representante republicano Joe Harding, establece que “la instrucción en el aula por parte del personal de la escuela o de terceros sobre orientación sexual o identidad de género no puede ocurrir desde el jardín de infantes hasta el tercer grado o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes. de acuerdo con las normas estatales”. La “edad o el desarrollo” apropiado para tener esta discusión no está determinado en la ley.
Los padres podrían emprender acciones legales contra los distritos escolares que creen que han violado la medida.
Harding explicó que el proyecto de ley no detendrá del todo las conversaciones sobre la identidad, sino que garantizará que el personal escolar no pueda tomar decisiones sobre la salud de un estudiante sin involucrar a los padres.
El martes se tenía prevista la discusión de una enmienda a este proyecto que exigiría a los directores de las escuelas que revelen la orientación sexual de un joven a los padres dentro de seis semanas posteriores al descubrimiento. Sin embargo, Harding decidió retirar la enmienda menos de una hora antes de que se reuniera la Cámara de Representantes.
"Nada en la enmienda se trataba de denunciar a un estudiante. En lugar de luchar contra la información errónea relacionada con la enmienda, decidí centrarme en el proyecto de ley principal que permite a los padres participar en la vida de sus hijos", dijo el representante en un comunicado al Tallahassee Democrat.
¿Qué dicen los defensores LGBTQ+?
La ley se impulsa con la pretensión de darle más poder a los padres sobre el control de lo que se les enseña a sus hijos en las aulas, pero es un arma de doble filo. Algunos jóvenes consideran la escuela como un lugar seguro cuando no están listos para hablar con sus familias o han sido rechazados por ellos. La propuesta, entonces, podría silenciar conversaciones que para un segmento son importantes.
“Tenemos que crear un ambiente de aprendizaje donde se sientan seguros y saludables, o no será un ambiente de aprendizaje efectivo", dijo Heather Wilkie de Zebra Coalition, un grupo de defensa LGBTQ de Florida Central. “Cuando tienes leyes como esta, que atacan directamente a nuestros niños por lo que son, les impide aprender. Les impide poder estar sanos”.
Melanie Willingham-Jaggers, directora ejecutiva del grupo nacional de defensa de la juventud LGBTQ GLSEN considera que el proyecto “borraría la historia y la cultura LGBTQ+ de los planes de lecciones y envía un mensaje escalofriante a los jóvenes y las comunidades LGBTQ+”.
Un informe del grupo de intervención en crisis y prevención del suicidio LGBTQ+ The Trevor Project encontró que los jóvenes LGBTQ+ que aprendieron sobre personas o problemas LGBTQ+ en la escuela tenían 23% menos de probabilidades de reportar un intento de suicidio en el último año.
¿Qué papel juega la Primera Enmienda?
Si un estudiante quiere hablar sobre temas LGBTQ+ relacionados con una lección o simplemente menciona su orientación o identidad sexual y un maestro lo bloquea, podría convertirse en un problema de la Primera Enmienda, explica el profesor de derecho de la Universidad de Florida Clay Calvert.
La Primera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos protege los derechos a la libertad de religión y a la libertad de expresión sin interferencia del gobierno. La libertad de expresión incluye, entre otros, los derechos a la libertad de palabra, que permite que los individuos se expresen sin intervención ni restricción del gobierno.
"La Corte Suprema ha dejado en claro que los estudiantes de las escuelas públicas de todos los niveles de edad poseen los derechos de la Primera Enmienda", explicó a Newsweek. “Si un estudiante solo habla sobre su orientación sexual o identidad de género como parte de su propio discurso, y no como parte del plan de estudios, la escuela tendrá que demostrar que el discurso causa una interrupción sustancial y material de la atmósfera educacional”.
“Digamos que tienes estudiantes que quieren hablar sobre [temas LGBTQ] y ahora no puedes alentarlos, lo cierras”, enfatizó. "Eso es problemático".
¿Cuál es la posición de la administración Biden?
“Quiero que todos los miembros de la comunidad LGBTQI+, especialmente los niños que se verán afectados por este odioso proyecto de ley, sepan que son amados y aceptados tal como son”, escribió el presidente Biden en un tweet. “Te apoyo, y mi Administración continuará luchando por las protecciones y la seguridad que te mereces”, agregó.
Poco después, en un comunicado, la Casa Blanca indicó que “todos los padres esperan que nuestros líderes garanticen la seguridad, protección y libertad de sus hijos”, pero que los políticos en Florida dejaron de lado esos valores al “promover una legislación diseñada para apuntar y atacar a los niños que más necesitan apoyo: los estudiantes LGBTQI+, que ya son vulnerables al acoso y la violencia solo por ser ellos mismos”.
Luego, la secretaria de Prensa al ser consultada sobre el motivo por el cual la Casa Blanca se pronunció sobre una legislación estatal dijo: “sentimos que era importante hablar en contra de esta acción y hablar realmente, y sentimos que era importante hacerlo hoy”.
Indicó además que no es una acción aislada en Florida. “En todo el país, estamos viendo a los líderes republicanos tomar medidas para regular lo que los estudiantes pueden o no leer, lo que pueden o no aprender y, lo que es más preocupante, quiénes pueden o no ser. Así son estos niños. Y estos, estos legisladores están tratando de dificultarles ser quienes son”.
¿Cuál es la posición del gobernador Ron DeSantis?
En un evento en febrero, el gobernador republicano Ron DeSantis dijo a los periodistas que creía que era “totalmente inapropiado” que los educadores hablaran con los estudiantes sobre su identidad de género, reseñó The Hill.
“Las escuelas deben enseñar a los niños a leer y escribir”, afirmó el gobernador. “Necesitan enseñarles ciencia, historia. Necesitamos más educación cívica y comprensión de la Constitución de los EE UU, lo que hace que nuestro país sea único, todas esas cosas básicas”.
Para él, el objetivo es tener transparencia con los padres. “Hay políticos que dicen que los padres no tienen ningún papel en la educación de sus hijos. Dame un respiro. Queremos que los padres puedan tener acceso a lo que sucede en el salón de clases", agregó.
DeSantis no dijo si firmaría el proyecto de ley en caso de que llegue a su escritorio, señaló CNN, pero los comentarios sugieren un respaldo.
¿Es el único proyecto de este tipo?
No. Paralelamente el Senado de Florida prepara el proyecto complementario SB 1834, patrocinada por el senador republicano Dennis Baxley. También prohíbe que un distrito escolar fomente la discusión en el aula sobre la orientación sexual o la identidad de género en los niveles de primaria.
“Algunas discusiones son para [tenerlas] con tus padres. Y creo que cuando empiezas a abrir conversaciones de tipo sexual con niños, estás entrando en una zona muy peligrosa”, dijo Baxley.
Sin embargo, hay al menos 15 proyectos en legislaturas estatales avanzando en la restricción de libros de texto y el plan de estudio de las escuelas vinculados a los temas LGBTQ+.
Human Right Watch señala que las restricciones “no solo evitan que los estudiantes accedan a información que es esencial para su salud y bienestar, sino que envían un mensaje discriminatorio de que ser LGBT es inapropiado o incorrecto. Ese mensaje no solo estigmatiza a los niños LGBT, sino que puede alentar tácitamente la intolerancia y el acoso por parte de sus compañeros desde una edad temprana”.