Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) confirmaron este viernes el fin del Título 42 a partir del 23 de mayo, progresivamente. La orden de salud pública, implementada en marzo de 2020, permitió miles de deportaciones express en la frontera sur, eludiendo todos los protocolos establecidos para personas que —incluso— buscan asilo y protección.
El argumento para el fin de la medida es un notable avance en el control pandemia que hacen mejores “las condiciones actuales de salud pública y una mayor disponibilidad de herramientas para combatir el Covid-19", expresó la dirección de los CDC en un comunicado.
¿Qué dijo la directora de los CDC sobre el título 42?
- “Por la presente determino que el peligro de una mayor introducción, transmisión o propagación de Covid-19 en los Estados Unidos por parte de no ciudadanos cubiertos, como se define en la orden de agosto, ha dejado de ser un peligro grave para la salud pública", expresó la directora Rochelle Walensky, en su carta de motivación para terminar con el Título 42.
- No descartó que, en el futuro, basados en nueva evidencia científica, el Título 42 pueda reimplementarse para el control de salud pública en Estados unidos.
- Esta semana, la administración Biden ofreció vacunas a migrantes indocumentados, unas 2 mil dosis al día a lo largo de 11 áreas de la frontera. Esperan aumentar a 6 mil vacunas por días en 27 ubicaciones.
- "Estas medidas, junto con el panorama actual de salud pública donde el 97.1 % de la población de los Estados Unidos vive en un condado identificado como con un nivel comunitario 'bajo' de Covid-19, mitigarán suficientemente el riesgo de Covid-19 para las comunidades de los Estados Unidos", dijo el CDC en el comunicado.
Nerviosismo en la frontera. El fin del Título 42 ha sido presionado por múltiples grupos defensores de derechos humanos, así por como fracciones del partido demócrata que consideraban insostenible un argumento de salud pública como este para limitar el flujo migratorio en la amplia frontera entre Estados Unidos y México. Pese a esto, las dudas sobre la capacidad real del gobierno de administrar la frontera siguen estando sobre la mesa.
- Con el Título 42 vigente, los oficiales de la patrulla fronteriza podían deportar a una persona en 15 minutos. Ahora, retomando el procedimiento regular, el proceso puede tomar más de una hora por persona.
- Es este cuello de botella lo que preocupa a quienes adversan el fin de la medida, entre otras razones. Los centro de detención están abarrotados y el sistema de migración colapsado, con miles de requerimientos en cola desde antes de la pandemia.
¿Qué viene ahora tras el fin del título 42?
- El diario New York Times reportó que se espera que la decisión enfrente desafíos legales. El partido repúblicano, un ferviente opositor al relajamiento de la medida, ha cuestionado este nuevo pronunciamiento.
- Organizaciones defensoras de derechos humanos, como la Unión Americana de Libertades Civiles, consideran que esperar hasta el 23 de mayo es seguir poniendo en riesgo a desplazados forzados.
- El secretario de Seguridad Nacional (Homeland Security, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorka, advirtió que los contrabandistas se aprovecharán de esta nueva directriz para ofrecer transporte a la frontera sur y así timar a migrantes vulnerables. También dijo que han “puesto en marcha una estrategia integral de todo el gobierno para gestionar cualquier aumento potencial en el número de migrantes encontrados en nuestra frontera".
Algunos datos de la frontera sur. La Patrulla Fronteriza (CBP) detuvo alrededor de 1 millón de personas en la frontera suroeste durante los primeros seis meses del año fiscal 202. Ahora se cree que superarán el récord de 1.73 millones de detenidos el año anterior, según indican las cifras oficiales.
- La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) se prepara para recibir hasta 18,000 migrantes por día, casi el triple de los números actuales.
- 400 oficiales de las fronteras norte y costera han sido recientemente reubicados a la frontera sur.
Con información del New York Times y Washington Post