Adultos de 50 años o más que hayan tenido un contagio leve de COVID-19 presentan un 15% más de posibilidades de contraer herpes zóster, conocido popularmente como culebrilla, de acuerdo con una investigación publicada en Open Forum.
Según el estudio, los pacientes podrían presentar el herpes en un lapso de seis meses tras su prueba positiva de COVID-19, con un 21% de probabilidades en quienes fueron hospitalizados por el virus.
Lo que dicen los números. El resultado se obtuvo luego de ejecutar un estudio que involucró a alrededor de 2 millones de personas. Del grupo, cerca de 400 mil tuvieron COVID-19, mientras que 1.6 millones estaban libres de infección.
- Los resultados mostraron la vulnerabilidad a otros percances en aquellas personas que han dado positivo al brote.
- La investigación alimenta la hipótesis de los expertos detrás del estudio, quienes indicaron que el contagio es capaz de desencadenar en la reactivación del virus varicela-zoster.
- Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), aproximadamente un millón de personas al año desarrollan culebrilla.
¿De qué se trata?. El herpes zóster se presenta como un sarpullido que se manifiesta en un mismo lado del cuerpo cada vez que el paciente se ve afectado. El virus de la varicela está detrás de la situación. Luego de un caso de varicela -generalmente en los niños- el virus permanece en el organismo y actúa tiempo después.
- Para su prevención, los CDC aconsejan a las personas mayores de 50 años de edad a recibir dos dosis de la vacuna contra la culebrilla.
- En el estudio, ninguno de los participantes había recibido la inyección contra este ni contra la pandemia del COVID-19.
- Especialistas aseguran que la culebrilla suele manifestarse con mayores probabilidades en adultos mayores
Fuente principal de la noticia: The Washington Post