Un solo tiro al arco fue suficiente para que el Real Madrid se coronara por décima cuarta ocasión en la UEFA Champions League. Este sábado en París, el club español se impuso 1-0 al Liverpool inglés gracias a un gol del brasileño Vinicius Jr.
Fue al minuto 59 cuando el cuadro merengue agitó las redes en su único disparo que fue bajo los tres palos. Se dio por un traslado por banda derecha del volante uruguayo Federico Valverde, quien mandó un centro violento y raso que el amazónico tomó de primera para definir sin obstáculos.
Estilos distintos
Para el Real Madrid, ganar la final de la Champions League pasaba por saber aguantar a un rival cuya dinámica ha sido elogiada por propios y extraños. El juego del cuadro británico involucró -como ha sido a lo largo del año- el constante ataque por todos los frentes: además de los delanteros, las opciones crecen con el despliegue de los laterales.
Trent Alexander-Arnold como lateral por la derecha se convirtió en figura habitual de la ofensiva inglesa al conectar con Sadio Mane y Mohamed Salah. El segundo mencionado protagonizó el principal tiro de la primera parte, con una ocasión que ligeramente desvió el guardameta belga Thibaut Courtois y terminó estrallándose en el poste.
El colombiano Luis Díaz, titular por el Liverpool, también buscó, pero gradualmente se fue aislando, al punto de ser el primer cambio de su equipo.
El Real Madrid vio anulado un gol de Karim Benzema, quien recibió en posición adelantada. Se acercaba el fin de la primera parte y con ello el cuadro blanco esquivaba los ataques del rival.
Otra cara
El segundo tiempo contó con una mayor paridad de ambos equipos, con los españoles desplegando mucho más su líneas y aprovechando los espacios que desde la izquierda tomaba Vinicius Jr.
Cerca de la hora de juego, Valverde, quien fue titular por el costado derecho del ataque, recorrió la zona hasta hallar al brasileño. Alexander-Arnold, considerado el mejor lateral derecho de la actualidad, desatendió al rival y con ello el Real Madrid celebró el único tanto del choque.
El Liverpool tomó todo el riesgo e incluyó a más hombres para hacer frente a la defensa contrario, con el portugués Diogo Jota y el brasileño Roberto Firmino ingresando en el complemento, pero sin éxito.
El título supuso el décimo cuarto en la historia del combinado español, máximo ganador del torneo.