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“El aborto legal y seguro en EE.UU. nunca estuvo realmente disponible para todas”

Las mujeres latinas cargan el peso de las restricciones al aborto seguro y legal en Estados Unidos. La anulación del fallo Roe Vs. Wade aumenta la desigualdad y profundiza la inequidad en el acceso a derechos reproductivos

Manifestantes proaborto se concentraron el viernes 24 de junio luego de la opinión de la Corte Suprema al caso Dobbs v. Jackson Women's Health Organization. Foto: The Washington Post por Eric Lee

“Solo quiero saber si puedo abortar o no”, se preguntó Andrea García* cuando un pronunciamiento de la Corte Suprema acerca del aborto se hizo viral con billones de vistas en TikTok, con las etiquetas #roevwade, #womensrights y #abortion. La tendencia posicionó la discusión sobre los derechos reproductivos de las mujeres en Estados Unidos. Cuando emigró desde Venezuela, hace cinco años, dio por sentado que estaba en un país donde su derecho a decidir sobre su cuerpo estaba garantizado.

Pero ahora tiene muchas preguntas y pocas respuestas. “No sé si quiero tener hijos. Uso métodos anticonceptivos, y me protejo, pero me siento, o me sentía segura sabiendo que si algo fallara, tendría la opción de acudir a un aborto, si así quisiera”, dice Andrea, de 28 años,  tras conocer la sentencia del máximo tribunal que devuelve la potestad a los estados de decidir las circunstancias y el lapso en el que una mujer puede acceder a un aborto seguro y legal.

El debate pone la lupa en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, cuya interpretación hace 49 años garantizó el derecho al aborto. Fue en 1973, a raíz del caso Roe Vs. Wade, que se reconoció la libertad de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos en un asunto tan determinante como un embarazo y puso coto a las legislaturas estatales para que no pasaran por encima de ese precedente.

Pero todo cambió el viernes 24 de junio, cuando la opinión de los jueces, en una mayoría de 6-3, estableció que el aborto no está amparado por la Constitución y que el fallo Roe Vs. Wade está equivocado al interpretar un “asunto moral profundo”. La decisión se produjo en respuesta al caso Dobbs contra la Organización de Salud Femenina Jackson, en el que se impugnaba una ley de Mississippi que prohíbe el procedimiento médico después de las 15 semanas (incluso en casos de violación) y no en la 24, cuando se considera que el feto podía vivir fuera del vientre.

Un dictamen esperado

El fallo no sorprendió del todo por dos razones: en 2021 el debate se aceleró cuando Texas introdujo un proyecto de ley que prohibía los abortos después de la sexta semana de embarazo, sin excepciones como incesto o violaciones, el cual fue seguido por proyectos similares en estados gobernados por conservadores. Luego, en mayo de 2022, una filtración de un borrador de opinión de la Corte Suprema dio un primer asomo de cómo estaba la correlación de fuerzas dentro de la Corte.

Andrea, en cambio, no se lo esperaba. Ahora, la legislación de Florida podría cambiar a partir de este 1 de julio y prohibir el aborto después de 14 semanas y 6 días de embarazo. Así como en otros 12 estados que introdujeron leyes restrictivas antes del fallo de la Corte, que buscan limitar las semanas para acceder a un aborto, se espera que la mitad de los estados en el país introduzcan medidas similares.

Diversas fundaciones agrupadas en Liberate Abortion, una coalición de 150 ONG, han estado trabajando con anticipación en movilizaciones para explicar las implicaciones de que se revertiera Roe Vs. Wade. En enero de 2022, la directora ejecutiva de Avow Texas, Aimee Arrambide, dijo en una entrevista a El Tiempo Latino que las organizaciones estaban preocupadas y activadas para movilizarse en contra de nuevas medidas restrictivas.

Impacto sobre las latinas

Ahora el escenario es otro.  La carga de la anulación del fallo Roe Vs. Wade recaerá en mujeres pertenecientes a grupos vulnerables: migrantes, afrodescendientes o pobres. Se calcula que 25% de las mujeres que solicita el aborto es latina. Al menos 59% ya tiene hijos y 75% es pobre, según el instituto Guttmacher, líder en investigación de derecho sexuales y reproductivos.

No solo eso. Los estados donde se aplicará este tipo de restricciones al acceso al aborto son donde vive el mayor porcentaje de latinas: Texas y Florida. “Esto va a tener un efecto desproporcionado en la población latina que requiera este servicio. Las mujeres latinas ya sufren desigualdades en materia de acceso a la salud: existen datos que muestran que las personas de origen hispano son tratadas con mayor discriminación en el sistema de salud en EE. UU. y las tasas de mortalidad materna en esta comunidad y en la afrodescendiente es mayor a la de mujeres blancas”, analiza la abogada internacionalista Paula Ávila-Guillen.

Después de la pandemia, por ejemplo, la mortalidad materna en EE.UU. aumentó a 33%, con tasas más altas en mujeres afro e hispanas, refirió un análisis publicado por JAMA Network el 28 de junio, al analizar datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS).

Es una idea que el Vaticano subrayó tras el pronunciamiento de la Corte. “Estar a favor de la vida también significa preocuparse, por ejemplo, si aumentan las tasas de mortalidad de las mujeres a causa de la maternidad”.

“Esto significa que las personas con menos recursos y, en especial aquellas que no tengan un estatus migratorio —muchas de ellas latinas—, van a sufrir más para poder acceder, pues viajar a otros estados pone en riesgo su permanencia en los EE. UU.”, comenta Ávila Guillen, directora ejecutiva de Women’s Equality Center, una organización que apoya estrategias por la libertad reproductiva en América Latina. “Y hay estados, como Texas, que ya sabemos que colabora con el órgano de detención de inmigrantes, ICE”.

En adelante, organizaciones, como Florida Access Network, deberán dedicar tiempo y esfuerzos a hacer alianzas en otros estados que puedan recibir a pacientes que no califican legalmente para practicarse un aborto en Florida. “Nuestro objetivo es que ninguna paciente se quede sin atención. Estamos coordinando”, indicó Alyx Carrasquel, Intake coordinator de Florida Access Network.

No es una dicotomía histórica

Este debate  sobre el aborto no siempre estuvo entre la polarización de demócratas versus republicanos. “Se ha vuelto así porque es lo más extremo”, analizó Arrambide, quien recordó que, contraria a la disputa política, las encuestas han mostrado desde 1973 que la mayoría de los estadounidenses apoya a los servicios del aborto. “Son muy pocas las personas que están en contra”, agregó.

Las encuestas de Pew Research, una consultora que mide la opinión pública en Estados Unidos y una de las más respetadas, sondeó en junio que 61% de los adultos consultados considera que el aborto debe ser legal, frente a 37% que opina que debería ser ilegal en la mayoría de los casos.

La directora ejecutiva de Avow Texas coincide en afirmar que existe una necesidad de ir a los extremos y polarizar aún más. Una idea que ha planteado también Joshua Prager, autor de The Family Roe, la investigación más completa sobre la protagonista del caso Roe Vs. Wade.

En una entrevista a El País, Norma McCorvey, señaló: “Los jueces saben lo que están haciendo: dividir aún más Estados Unidos. El aborto es el asunto que más nos enfrenta, por encima de la raza”.

El impacto en América Latina

La anulación del caso Roe Vs. Wade ocurre justo cuando la marea verde, como se llama al movimiento en pro del aborto seguro y legal en América Latina, ha ganado espacio desde 2020.

Los cánticos y símbolos de la movilización pro aborto es una inspiración en Estados Unidos. “Estamos tratando de aprender de su efectivad”, refiere Arrambide. Asegura que la mayoría de las líderes en el país son jóvenes que no tienen miedo de hablar alto, tal como ocurrió en junio de 2021, cuando Paxton Smith, una joven de la secundaria de Lake Highlands en Texas, expresó lo que la ley restrictiva de Texas significaba para su generación.

“Hemos pasado toda nuestra vida trabajando por nuestro futuro, y ahora, sin nuestra opinión y sin nuestro consentimiento, nos han arrebatado nuestro control sobre ese futuro. Me aterroriza que si mis anticonceptivos fallan, que si me violan,  entonces mis esperanzas, aspiraciones, sueños y esfuerzos para mi futuro ya no importarán. Espero que puedes sentir lo desgarrador que es eso. Espero que puedas sentir cuán deshumanizante es que te quiten la autonomía sobre tu propio cuerpo”, dijo en su acto de graduación a una audiencia multitudinaria y que se conoció en un video que se hizo viral.

De acuerdo con la directora de Avow Texas, por décadas se ha evitado usar la palabra aborto para evadir el estigma que lo rodea, pero algo parece distinto ahora. “Una de las cosas que me da más esperanza es que los jóvenes están tan involucrados en lo que estas leyes necesitan para ellos y contraatacar”.  El miedo no es infundado, según la Federación Nacional del Aborto,  los episodios de asaltos y agresiones contra prestadores de servicio en 2021 aumentaron 128% en comparación con el año 2020.

Una historia que se veía a venir

¿Cómo llegamos hasta aquí? Aimee Arrambide lo atribuye a dos asuntos. Cuando Roe Vs. Wade ocurrió era un derecho negativo y no positivo. Así lo explica: “Nadie podía evitar que te hicieras un aborto, pero no estaba necesariamente empoderando a las personas para que abortaran y el resultado de eso fue gente marginada, que tenían problemas para acceder a servicios de aborto y eso nunca se resolvió. Entonces, mientras el aborto estaba disponible legalmente, no estaba realmente disponible para todas”.

Durante los 49 años de vigencia del fallo Roe Vs. Wade, el movimiento pro derecho sexuales y reproductivos perdió espacio:  “Hemos permitido que el estigma impregne tanto la atención del aborto que, como resultado, las inexactitudes médicas y las mentiras se han infiltrado en la lucha. Y luego lo agravas solo con la inequidad en general en los Estados Unidos,  como sabes la atención médica no es accesible. Tienes todo un sistema establecido que se basa en la injusticia y la inequidad, y eso solo agrava el problema”.

Ahora el camino es difícil. Con unas elecciones midterms en puerta, se espera que copen la agenda electoral. En los estados, la batalla continuará. En California, donde 39% de la población es hispana, el aborto y el acceso a los anticonceptivos quiere hacerse constitucional a través de una enmienda estatal. Otros estados demócratas buscarán blindarlo por vías similares.

El Congreso es mayoría demócrata, pero no suficiente para lograr los votos necesarios en el Senado para aprobar una ley. Por lo pronto,  los Comités Nacional Demócratas lanzaron un voluntariado para capitalizar la indignación y transfórmalo en votos en noviembre. Algunos estados avanzan en prohibir fármacos para el aborto.

Alyx Carrasquel, Intake coordinator de Florida Access Network, subraya la importancia de la participación en ese sentido. “El voto es muy muy importante en las elecciones locales como las midterms, porque el federal puede decir lo que quiera, pero, al final del día, los estados pueden tomar sus decisiones. Nuestro objetivo es asegurarnos que la gente vote por candidatos que no solo sean democráticos sino que apoyen la legalidad del aborto. Tan importante como el aborto, es voluntariar para ayudar a otros a acceder al aborto”.

*El nombre de Andrea es ficticio por razones de seguridad. Es migrante bajo un proceso migratorio aún sin sentencia.

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