Más de una docena de inmigrantes, enviados desde Texas por el gobernador Greg
Abbott en autobuses hasta Washington DC, estaban durmiendo en los alrededores de
Union Station, en la calle, el fin de semana pasado.
Abbott dijo en abril que enviaría a todos los inmigrantes liberados en los pueblos de Texas hasta DC para que la Administración del presidente Joe Biden pudiera “abordar de forma más inmediata las necesidades de las personas que permiten que crucen la frontera”.
Algunos llegaron a DC entre lunes y el sábado pasado. La mayoría de los inmigrantes
son de origen venezolano y dijeron a El Tiempo Latino que en Texas fueron engañados
por “personal” del gobierno local para que abordaran los buses.
“Tengo aquí cuatro días, llegué desde Texas. Muchas personas hemos venido
engañados porque personal del gobierno de allá (Texas) nos dijo que íbamos a tener
un albergue, donde nos iban a ayudar”, explicó un joven, quien pidió no ser identificado.
Otros señalaron que empleados y el conductor del vehículo en el que fueron
transportados, les aseguraron que en Washington DC los esperaban para ubicarlos en
viviendas, trabajos y que, además, les darían $500.
Según el joven que habló con este periódico, la mayoría de los que llegaron esta
semana han recibido ayuda de las organizaciones que esperan la llegada de los buses.
Sin embargo, quienes decidieron quedarse en el área del DMV están durmiendo en la
calle.
“Cuando llegamos nos recibieron en la terminal unas personas de un grupo, nos dieron
comida, les pagaron el pasaje a los que iban para otras ciudades, les ayudaron a los
que llegaron con sus hijos, pero a otros como yo, solo tomaron la palabra y de ahí
quedamos durmiendo en la calle”, aseguró.
El grupo afirmó que ha sido asistido por altruistas que llegaron en las últimas horas a
dejarles alimentos, agua y ropa. “Otros inmigrantes nos ayudado, estamos muy
agradecidos con ellos, que han venido aquí a dejarnos cosas”, agregó el joven.
Las personas toman turnos en la noche para descansar por temor a que sean
agredidos por los vagabundos que también pernoctan en el área. Pero dicen que hasta
el momento no “se han metido” con ellos.
Cerca de seis personas habían sido acomodadas en un albergue de DC, pero según
contaron, fueron agredidas por los “homeless” en el lugar y, además, quisieron robarles
las pocas pertenencias que tenían.
“Hay personas que son complicadas y que andan en drogas. No nos sentíamos
seguros y por eso nos salimos”, señaló uno de los inmigrantes afectados.

Ayuda para todos
De acuerdo con datos de organizaciones que asisten a las personas que llegan, desde
abril han recibido entre 125 y 130 autobuses con unos 3 mil 500 inmigrantes que fueron
procesados en la frontera sur.
A diario, en cada bus llegan entre 25 y 30 personas. Pero ya han registrado días en los
que arriban 100 personas, en una sola jornada.
Dos fuentes cercanas a los grupos de apoyo dijeron, en condición de anonimato, que
las organizaciones proinmigrantes y los grupos de la iglesia que reciben a los
inmigrantes le ofrecieron ubicarlos en un albergue de Montgomery County, que fue
habilitado recientemente, pero estos rechazaron la ayuda.
Desde abril CARECEN, SAMU, Sanctuary DMV y la Iglesia Episcopal de DC se
movilizaron para recibir a las personas enviadas desde Texas y Arizona.
Las organizaciones pagan los pasajes de buses, tren o avión para los que tienen otro
destino diferente al área del DMV. Estos grupos hacen lo que pueden con los recursos
propios que tienen disponibles, según indicaron.
Además, muchos familiares, que viven en estados cercanos como New Jersey,
Delaware, Maryland, Pennsylvania o Philadelphia vienen a DC para recibir a su familiar.

Versión oficial
La semana pasada, un grupo de concejales envió una carta a la alcaldesa Muriel
Bowser para pedir que su oficina tomara acciones y destinara fondos específicos para
abordar este problema.
La concejal Brianne Nadeau dijo que están conscientes de que organizaciones y
voluntarios se encuentran trabajando para ayudar a los inmigrantes que continúan
llegando, pero esto no es suficiente debido a que los arribos siguen en aumento.
“Montgomery County ha proveído un espacio donde la gente se puede quedar, pero
debido a que hay muchos llegando a Union Station, es necesario tener un lugar o un
espacio cerca”, dijo Nadeau.
La concejal señaló que llevar a los inmigrantes al albergue en Maryland, luego traer a
los que abordarán buses y movilizarlos a diferentes horas, implica tiempo y recursos,
de gobiernos locales y de las organizaciones.
“Necesitamos que el gobierno de DC juegue un papel mayor en la coordinación y debe
asegurar que la gente tenga lo que necesita. Necesitamos usar dinero local para
proveer estos servicios. Sin una estrategia y sin recursos, podemos ver una sacudida
en nuestro sistema”, aseguró la funcionaria.
Se espera que esta semana el Metropolitan Washington Council of Government,
organización que trabaja con 25 condados cercanos a DC, discuta el tema de la llegada
de los buses y cómo los gobiernos locales deben responder ante este problema.
Nadeau agregó que para evitar que esto se convierta en una crisis o en un problema
mayor, los gobiernos locales tienen que involucrarse y que no se puede depender
únicamente de los recursos de las organizaciones proinmigrantes o del trabajo de los
voluntarios.