Un informe reveló que el sistema para donar riñones, hígados y corazones a pacientes enfermos en Estados Unidos se basa en tecnología obsoleta que ha fallado durante horas; y no ha sido auditado por funcionarios federales en busca de debilidades de seguridad u otras fallas graves.
Según un comunicado confidencial obtenido por The Washington Post, la revisión del sistema de trasplantes concluyó que el software es obsoleto, hay fallas periódicas del sistema, errores en la programación y una dependencia excesiva en la entrada manual de datos.
En su revisión, completada hace 18 meses, el Servicio Digital de la Casa Blanca recomendó que el gobierno “rompa el monopolio” que ha tenido durante 36 años United Network for Organ Sharing (UNOS), la agencia sin fines de lucro que opera el sistema de trasplantes.
Además, el informe presionó para separar el contrato de tecnología que impulsa la red de las responsabilidades políticas de UNOS, entre ellas la de decidir cómo sopesar las consideraciones para la elegibilidad para trasplantes.
El informe del Servicio Digital también señaló que a los expertos del gobierno nunca se les ha permitido inspeccionar el código de computadora que ejecuta el complejo sistema de trasplante.
UNOS está supervisado por la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA), pero esa agencia tiene poca autoridad para regular la actividad de trasplantes. Sus intentos de reformar el sistema han sido rechazados por UNOS, según el informe.
Sin embargo, HRSA continúa pagando a UNOS alrededor de $6.5 millones anuales para sus costos operativos de alrededor de $64 millones, la mayoría de los cuales provienen de los honorarios de los pacientes.
“Para apoyar de manera adecuada y equitativa las necesidades críticas de estos pacientes, el ecosistema debe reestructurarse en gran medida”, escribió un equipo de ingenieros del Servicio Digital en el informe del 5 de enero de 2021 para HRSA, que es parte de la Departamento de Salud y Servicios Humanos.
“Hay pocos o ningún incentivo para para modernizar las operaciones del [sistema] y mejorar los procesos o la tecnología actuales, y el gobierno tiene muy poca influencia”, escribieron los investigadores.
Según UNOS, 106 mil personas están en lista de espera para recibir órganos, la gran mayoría en busca de riñones. Un promedio de 22 personas mueren cada día esperando una donación. En 2021 se trasplantaron 41 mil 354 órganos, un récord.
Los médicos de trasplantes se han quejado durante años de los aspectos arcaicos de la tecnología para compartir datos y llevar los órganos al lugar correcto lo más rápido posible.
“Cuando casi el 100% de los hospitales usan registros electrónicos, la idea de que dependemos de seres humanos para ingresar datos en las bases de datos es una locura. Debería ser entre un 85% y un 95% automático", expresó Ryutaro Hirose expresidente del comité de políticas de trasplante de hígado de UNOS.
En una entrevista, el presidente ejecutivo de UNOS, Brian Shepard, dijo que la organización sin fines de lucro estaba mejorando el seguimiento y tenía una aplicación de planificación de viajes en desarrollo.
Shepard dijo que el informe del Servicio Digital "se lee más como un artículo de opinión" que como un documento basado en una investigación exhaustiva y aseguró que el sistema de trasplantes es seguro y eficaz.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post.