Resulta difícil hablar de salud y nutrición, incluso los expertos tienen distintas opiniones cuando se trata de estos tópicos. Pero hay una serie de consejos que están respaldados por investigaciones científicas de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
Te presentamos siete consejos de nutrición basados en la ciencia:
Evita los alimentos ultraprocesados
Los alimentos ultraprocesados contienen ingredientes que fueron modificados significativamente de su forma original. Usualmente contienen aditivos como azúcar agregada, aceite altamente refinado, sal, preservativos, edulcorantes artificiales, colorantes y sabores.
Estos alimentos son muy apetecibles, suelen comerse en exceso con facilidad y activan regiones en el cerebro asociadas con la recompensa, por lo que provocan su consumo excesivo de calorías y el aumento de peso.
Estudios de los NIH han demostrados que las dietas altas en alimentos ultraprocesados se asocian a la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y otras afecciones crónicas.
Algunos de estos alimentos son los pasteles, la comida rápida, las papas fritas y los enlatados.
Minimiza el consumo de azúcar
Bebidas como las gaseosas, los jugos y el té endulzado son la principal fuente de azúcar agregada en Estados Unidos. Está comprobado que las bebidas azucaradas aumentan el riesgo a padecer enfermedades del corazón y diabetes tipo 2, incluso en personas que no tienen exceso de grasa corporal.
Estas bebidas también resultan altamente nocivas para los niños, ya que contribuyen a la obesidad y a desarrollar condiciones como diabetes tipo 2, presión arterial alta y enfermedades del hígado.
Alternativas saludables son el agua, el té sin azúcar, agua con gas y el café. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir los azúcares añadidos al 5% o menos de sus calorías diarias para una salud óptima.
Consume frutas y vegetales
Las frutas y vegetales son ricos en fibra prebiótica, vitaminas, minerales, y antioxidantes, los que tienen muy buenos efectos en la salud.
Estudios de los NIH demuestran que aquellas personas que consumen más vegetales y frutas viven más y tienen menor riesgo a enfermedades del corazón, obesidad y otras enfermedades.
Mueve tu cuerpo
Hacer ejercicios aeróbicos o cardio ayuda a mejorar la salud física y mental. También es efectivo para reducir el exceso de grasa abdominal y el tipo de grasa dañina que se acumula alrededor de los órganos.
El reducir esta grasa puede conducir a mejoras en el metabolismo.
Limita los carbohidratos refinados
Los carbohidratos refinados han sido altamente procesados para remover su fibra, son bajos en nutrientes y resultan malos para la salud si se consumen en exceso.
La mayoría de los alimentos procesados se hacen con carbohidratos refinados como maíz procesado, harina blanca y azúcares agregados.
Los estudios muestran que una dieta alta en carbohidratos refinados puede estar relacionada con comer en exceso, aumentar de peso y enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.
Consume la proteína adecuada
Consumir proteínas es vital para la salud, ya que proporcionan la materia prima que el cuerpo necesita para crear nuevas células y tejidos.
Además este nutriente es importante para mantener un peso moderado.
Una dieta alta en proteínas puede aumentar la tasa metabólica o la quema de calorías, mientras da la sensación de estar lleno. También ayuda a reducir los antojos.
Toma café
El café tiene grandes beneficios para nuestra salud y es rico en antioxidantes. Algunos estudios lo han asociado a la longevidad, reduce el riesgo de diabetes tipo 2, el párkinson y el alzheimer.
Para disfrutar de los beneficios que aporta, puedes beber unas tres tazas de café al día y evitar añadir aditivos altos en calorías y azúcar como la crema.
Fuente principal de la noticia: Healthline.