En el ránking FIFA, Bélgica aparece como la segunda mejor selección masculina de fútbol; Alemania, tercera. Sin embargo, una cosa es lo que señala la teoría y otra lo que dicta el presente.
Este jueves, los combinados europeos se despidieron temprano en Qatar luego de no lograr los resultados esperados en el cierre de sus respectivos grupos.
El pasado pesó
Para propios y extraños, el tren de Bélgica pasó en Rusia. En ese entonces, una generación más joven y con piernas más frescas quedó a un juego de disputar la final, pero no por ello se le podía restar mérito de cara a lo que podía suceder en Qatar.
Pero el grupo mostró todo menos ímpetu, ago que se notó en su desempeño a lo largo de su andar en la actual Copa del Mundo.
Ante Croacia, finalista del pasado Mundial, las opciones aparecieron, pero no la definición. El delantero Romelu Lukaku contó con al menos cuatro ocasiones claras, pero no logró agitar las redes.
La grata sorpresa
El Grupo F vio en cambio lo mejor de Marruecos, ganador de la zona con siete puntos luego de derrotar a Canadá.
Hakim Ziyech y Youssef En-Nesyri marcaron por el combinado africano, mientras que Naif Aguerd marcó un autogol para mover el marcador de los norteamericanos, quienes se despidieron de la cita sin victorias.
Otra vez la decepción
Así como sucedió hace cuatro años y medio en Rusia, Alemania no logró pasar de fase de grupos. Esta vez, el triunfo no fue suficiente para los germano, que superaron 4-2 a Costa Rica; sin embargo, dependía de lo que sucediera entre Japón y España para trascender.
El triunfo hizo a los alemanes terminar la etapa con cuatro unidades, lo propio que España, que cayó 2-1 ante Japón, pero el diferencial de goles fue mejor para los ibéricos, quienes se empararon en la goleada ante los ticos en su debut en el torneo.
La situación dejó a los japoneses como líderes de grupo y ahora se medirán a Croacia en octavos de final, mientras que los españoles deberán ir por el pase a cuartos de final frente a Marruecos.