ChatGPT es un chat inteligente artificial desarrollado por la firma de inteligencia artificial OpenAI, fundada en 2015 por Elon Musk.
El chat es un asistente virtual como los que conocemos, se diferencia porque tiene la capacidad de realizar tareas de manera efectiva y en cierto modo humana, reseñó la página web de tecnología Xataka.
El chat de inteligencia artificial puede escribir una historia con lujo de detalles, también puedes pedirle que te explique conceptos complejos como la física cuántica, que te resuma eventos históricos en menos de 100 palabras o que programe con líneas de código.
¿Qué es ChatGPT?
De acuerdo con OpenAI, el chat utiliza inteligencia artificial para conversar con los usuarios humanos acerca de un amplio rango de tópicos.
El chatbot utiliza un algoritmo de aprendizaje automático para recolectar información de internet y desarrollar un modelo estadístico que le permite encadenar palabras para generar una respuesta a una determinada pregunta, informó el medio de comunicación ABC.
¿Ya has usado el chat?
Cinco días después de su lanzamiento en noviembre, Sam Altman, director de OpenAI, informó que ChatGPT había superado el millón de usuarios, reseñó la cadena de noticias CNBC.
Las personas piden al chat que realice diferentes tareas, desde buscar información específica o arreglar un código informático roto, hasta escribir un versículo bíblico sobre cómo quitar un sándwich de mantequilla de maní de una videograbadora.
Otros usuarios han pedido que genere letras de rap al estilo de Snoop Dog, que componga guiones para escenas hipotéticas de "The Office" y escriba redacciones de nivel universitario.
¿Cuál es el problema entonces?
En medio de la repentina popularidad de ChatGPT, Marc Andreesen, destacado inversor de capital riesgo, declaró en Twitter: "El nivel de presión censora que se avecina para la IA y la reacción resultante definirán el próximo siglo de civilización. Esta es la grande".
Por otro lado, algunos usuarios han descubierto la manera de burlar al chatbot para generar respuestas racistas o misóginas.
Por ejemplo, ChatGPT proporcionó un código informático que justificaba el espionaje de mezquitas si están vinculadas a grupos extremistas islámicos a un periodista de The Intercept buscaba comprobar las fallas de la herramienta.
OpenAI sigue esforzándose para evitar este tipo de contenidos.
