Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) reportaron un incremento de los casos de shigelosis, una infección causada por la bacteria Shigella que es de fácil transmisión y extremadamente resistente a los antibióticos.
La bacteria, denominada XDR Shigella, demostró ser resistente a los medicamentos de primera línea habitualmente recomendados para bacterias: azitromicina, ciprofloxacino, ceftriaxona, trimetoprim-sulfametoxazol y ampicilina.
Muchos de los contagios de shigelosis se resuelven con reposo e hidratación, pero los casos más graves pueden provocar desde hospitalizaciones hasta la muerte, sobre todo si no se tiene tratamiento. Se calcula que esta bacteria es una de las principales causas de muerte por diarrea en todo el mundo, informó The Lancet.
¿Cómo se contagia la shigelosis?
La manera más común de infectarse es tragando la bacteria Shigella, esto ocurre por ejemplo si se mancha las manos de esta bacteria y luego se las lleva a la boca. Por esto es importante el lavado constante de manos.
Otras maneras de contagiarse incluye:
- Tocar superficies, como juguetes, accesorios de baño, cambiadores y cubos de pañales, contaminadas con la bacteria.
- Comer alimentos preparados por una persona infectada
- Tomar agua de una piscina o un pozo contaminado
- Exposición a las heces durante el contacto sexual con alguien con una infección por Shigella o que se haya recuperado recientemente.
Los síntomas
Los síntomas de la shigelosis suelen aparecer 1-2 días después de la infección y duran 7 días. Estos incluyen:
- Diarrea prolongada que puede incluir sangre
- Fiebre
- Dolor de estómago
- Sensación de necesidad de defecar incluso cuando los intestinos estén vacíos
En algunos casos los hábitos intestinales (frecuencia y consistencia de las heces) no vuelven a la normalidad hasta pasados varios meses.
La Shigella es resistente a los antimicrobianos
La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando gérmenes como las bacterias y los hongos desarrollan la capacidad de vencer a los fármacos diseñados para eliminarlos. Lo que quiere decir que los gérmenes no mueren y siguen creciendo.
La bacteria Shigella es resistente por lo que es posible que los antibióticos de primera elección recomendados para tratar estas infecciones no funcionen.
Aunque fármacos de segunda o tercera elección sean recetados, pueden ser menos eficaces, tener que tomar por vía intravenosa e incluso ser más caros.
Los CDC recomiendan usar los antibióticos solo cuando sea necesario y exactamente como se prescriban, lo que puede ayudar a prevenir la resistencia y la propagación de bacterias.