La economía de Latinoamérica se ha basado históricamente en el turismo, atrayendo a millones de personas a sus famosas playas, monumentos y eventos culturales. Sin embargo, a medida que la tecnología remodela las tendencias mundiales, los casinos en línea están surgiendo como un fuerte competidor. A diferencia del turismo, que depende de condiciones estables y temporadas favorables, los juegos de azar en línea prosperan sin tales limitaciones. La pregunta es cada vez más relevante: ¿pueden los casinos en línea sustituir al turismo como un contribuyente económico más estable e importante en la región?
El incierto futuro del turismo: presiones políticas y económicas
El turismo ha sido una fuerza económica importante en América Latina, pero ahora se enfrenta a desafíos cada vez mayores. Por ejemplo, Cuba ha visto caer el número de visitantes en un 50 % en seis años debido a los apagones y la escasez de suministros básicos. En Argentina, el fortalecimiento del peso bajo la presidencia de Javier Milei provocó un descenso del 20,2 % en las llegadas de turistas entre mayo y noviembre de 2024, ya que a los viajeros extranjeros les resultó más caro visitar el país.
Los problemas de seguridad han desalentado aún más el turismo. Las llegadas internacionales a Chile disminuyeron un 20 % debido a las violentas protestas y las dificultades económicas, incluso antes de la pandemia. Del mismo modo, Ecuador declaró el estado de emergencia en 2024 debido al aumento de la delincuencia, lo que disuadió a los posibles visitantes. Estos problemas, combinados con la inflación y la inestabilidad de los valores de las divisas, hacen que el turismo sea menos predecible. Para las regiones que dependen de los visitantes estacionales, estas incertidumbres se traducen en ingresos fluctuantes y altas tasas de desempleo durante los períodos de menor actividad.
Juegos de azar en línea: una industria en crecimiento sin fronteras
El juego online en Latinoamérica está creciendo de forma rápida y constante. En 2023, el sector generó 6730 millones de dólares en ingresos y se prevé que alcance los 13 480 millones de dólares en 2030, con un crecimiento anual del 10,4 %. A diferencia del turismo, no depende de infraestructuras físicas ni de temporadas fluctuantes. Los casinos digitales, que operan con menos gastos generales, proporcionan beneficios constantes.
Las apuestas deportivas lideran el mercado, aportando casi el 50 % de los ingresos totales del juego online. Brasil se ha convertido en un actor global en este espacio, situándose como el séptimo mercado más grande por ingresos de apuestas. Colombia también ha demostrado cómo la regulación puede impulsar el éxito; desde 2016, sus impuestos sobre el juego han aumentado, alcanzando los 19,6 millones de dólares en 2019. Estos ejemplos demuestran las importantes oportunidades económicas que presenta el juego online en la región.
Lucy Brown, experta de nodeposit.org, hace hincapié en que la regulación es esencial. «El auge de los juegos de azar en línea en América Latina está creando nuevas oportunidades, pero los gobiernos deben regular eficazmente para evitar problemas a largo plazo y maximizar los beneficios económicos», afirma.
Cambio en el empleo: de la hostelería a los mercados digitales
El auge de las apuestas en línea está transformando los mercados laborales en toda América Latina. Mientras que el turismo ha creado tradicionalmente puestos de trabajo en hoteles, restaurantes y servicios locales, las industrias digitales requieren nuevas habilidades. Los puestos de trabajo en informática, atención al cliente y marketing digital tienen una mayor demanda, pero muchos trabajadores del turismo carecen de las cualificaciones necesarias para hacer la transición.
Se están realizando esfuerzos para salvar esta brecha. Programas como las iniciativas de formación digital de Microsoft y LinkedIn han inscrito a 30 millones de personas en la región, centrándose en habilidades como la programación y la ciberseguridad. Estos esfuerzos son fundamentales para preparar a la fuerza laboral para una economía digital. Sin embargo, sin una inversión suficiente en el reciclaje profesional, muchos trabajadores dependientes del turismo pueden quedarse atrás.
Los gobiernos también se enfrentan al reto de equilibrar la creación de empleo y la regulación de estos nuevos mercados. Aunque el juego online ofrece estabilidad económica, garantizar salarios justos y prácticas éticas será clave para que el cambio sea sostenible.
Regulación e ingresos: los gobiernos toman el control
Los países de América Latina están reforzando las regulaciones para aprovechar la creciente industria del juego online y, al mismo tiempo, proteger a los consumidores. Colombia fue pionera en los sistemas de licencias en 2016, generando importantes ingresos fiscales. Brasil presenta un sistema regulador para las apuestas online con la «Ley de Apuestas» en 2023, que regula los casinos online y las apuestas deportivas. Esta ley impone normas estrictas para los pagos, la publicidad y la prevención del fraude, lo que contribuye a establecer un mercado de juego transparente.
El impacto de estas regulaciones es visible. Brasil ha bloqueado más de 2000 sitios de apuestas ilegales, redirigiendo el tráfico a plataformas con licencia. Perú ha adoptado un entorno de bajos impuestos, lo que lo convierte en un destino competitivo para los operadores globales. Los ingresos fiscales procedentes de los juegos de azar son ahora una fuente de ingresos fiable. Por ejemplo, el modelo fiscal estratificado de Brasil tiene como objetivo generar miles de millones anuales, mientras que el mercado regulado de Colombia recaudó 19,6 millones de dólares en 2019.
A pesar de los éxitos, persisten los desafíos. Los gobiernos deben adaptarse a los avances tecnológicos y combatir a los operadores ilegales. Al aprender de los primeros en adoptar el juego online, como Colombia, otras naciones pueden establecer marcos que equilibren el crecimiento económico y la protección del consumidor.
Conclusión
El juego online está remodelando la economía de América Latina al proporcionar ingresos estables y escalables con menos demandas de infraestructura. Su rápido crecimiento, respaldado por regulaciones efectivas, destaca su potencial para desafiar el papel económico del turismo. Si bien el turismo sigue siendo culturalmente vital, su dependencia de factores externos lo hace menos predecible. A medida que América Latina adopta las oportunidades digitales, la interacción entre estas industrias dará forma a la futura estabilidad financiera de la región.