Clarence Thomas, juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, ha aceptado durante más de dos décadas viajes de lujo a expensas de un empresario inmobiliario y donador del Partido Republicano llamado Harlan Crow, según publica ProPublica.
De acuerdo con la investigación, el juez estuvo varias veces en el superyate de 162 pies de eslora de Crow, usó de manera repetida el jet privado del empresario y pasó varias vacaciones de verano en sus complejos hoteleros de lujo.
El juez no declaró los viajes ni los regalos
ProPública también destaca como el juez no ha informado sobre estos viajes en sus declaraciones financieras, tal y como exige la ley.
Lo que despierta la incredulidad de expertos en ética y exjueces entrevistados por el medio, ya que destacan como Thomas "parece haber desatendido por completo sus obligaciones éticas", indicó Virginia Canter, asesora del grupo de vigilancia CREW.
Los magistrados de la Corte Suprema están sometidos a menos restricciones éticas que los que exigen a cargos inferiores de la judicatura. Por lo que, algunos grupos han pedido la implantación de un código ético para el alto tribunal.
Los jueces presentan declaraciones financieras, y los expertos dicen que están obligados a revelar todos los regalos que reciben valorados en más de 415 dólares. Y aunque hay excepciones a este requisito, el transporte no es una de ellas.
Harlan Crow declaró: "La hospitalidad que brindamos a los Thomas a lo largo de los años no es diferente de la que brindamos a nuestros muchos otros queridos amigos".
También insistió en que nunca le ha preguntado al juez sobre un caso pendiente o de una corte inferior y que Thomas nunca ha hablado de ello. “Nunca hemos tratado de influir en el juez sobre ninguna cuestión jurídica o política”
No es su primera polémica
Esta no es la primera vez que el juez de la Corte Suprema se ve envuelto en críticas.
Desde 2020, líderes demócratas han argumentado que existe un conflicto de intereses entre su labor y el trabajo político de su esposa en círculos conservadores acusados de querer anular las elecciones presidenciales que ganó Joe Biden.
Sin embargo, estas acusaciones no han sido suficientes para que Thomas deje un cargo que ocupa desde 1991 y es de por vida.
