La administración Biden prepara nuevas normas para deportar rápidamente a México o a sus países de origen a casi todos los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos. Además abrirán nuevos centros de procesamiento de migrantes para crear vías legales para los solicitantes de asilo.
Las medidas constituirán la pieza central de los esfuerzos de la administración para disuadir un aumento de la migración en la frontera sur cuando la política de la era de la pandemia conocida como Título 42 expire el 11 de mayo, publicó The Wall Street Journal.
La administración y los analistas independientes de migración dicen que la expiración de la política —sin importar qué otras políticas sigan— fomentará una gran ola de migración a la frontera estadounidense, con contrabandistas de migrantes en toda la región que anuncian el final del Título 42 como una oportunidad para ingresar al país con éxito.
Estados Unidos abrirá centros migratorios en Colombia y Guatemala
La administración dijo que planea abrir centros regionales de procesamiento en Guatemala y Colombia, dos países de América Central y del Sur donde los migrantes pasan con frecuencia en su viaje a los EEUU. Los centros regionales estarán abiertos para las citas, que los migrantes podrán reservar en línea.
Ofrecerán exámenes para el programa de admisión de refugiados, que no ha existido antes de forma importante en América Latina, junto con la posibilidad de optar a otras vías legales de entrada en EE.UU., como green cards de reunificación familiar, visados de trabajo temporales y un nuevo programa humanitario establecido para venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos.
La administración no dijo cuándo abrirán los centros, y no está claro qué impacto tendrán, ya que la mayoría de los migrantes en América Latina no suelen calificar para los programas de inmigración existentes a los EEUU.
La ley de inmigración de DeSantis que vuelve criminales a todos en Florida
En el caso de los inmigrantes que sigan intentando entrar ilegalmente en Estados Unidos, la administración está ultimando nuevas normas que les inhabilitarían para solicitar asilo si antes no intentan pedir protección humanitaria en otro país.
La determinación rápida de la inelegibilidad para el asilo convertiría a los migrantes en inmediatamente deportables a sus países de origen mientras estén todavía bajo custodia del gobierno, y una deportación formal, a diferencia de una expulsión en virtud del Título 42, conlleva sanciones aún más duras para los migrantes que intenten entrar de nuevo en Estados Unidos.
Los migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela -países a los que Estados Unidos no puede o no quiere deportar directamente- serán deportados a México en virtud de un acuerdo con ese país.