El Paso, Texas.– Nadie sabe con mucha precisión qué va a pasar en El Paso (Texas) el viernes 12 de mayo, después de que caduque el Título 42, la medida sanitaria implementada en 2020 que permite la expulsión exprés de migrantes sin consecuencias legales para los que entran por pasos fronterizos irregulares.
Ahora que finalmente la medida llega a su fin, después del reiterado cuestionamiento de organizaciones de derechos humanos, la incertidumbre es una constante para los miles que tienen meses caminando desde varios países de Latinoamérica, cruzando por la peligrosa selva del Darién, para llegar a Estados Unidos.
En los alrededores de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en el centro de El Paso (Texas), al menos mil migrantes están acampando desde los últimos días. La noche del lunes, entre el centro de acogida y la iglesia, fueron censados 3 mil migrantes. Se espera que, a medida que se acerque el 11 de mayo, más migrantes llegarán a las ciudades fronterizas de Estados Unidos con México.
Tanto la iglesia, como los centros de acogida, son centros protegidos por ley en los que operativos de seguridad no pueden teóricamente actuar para implementar deportaciones. Los hospitales, por ejemplo, son otros centros protegidos. Por eso cientos de migrantes se agrupan en torno a esos sitios buscando ayuda.
“La primera vez que nos entregamos nos dijeron que supuestamente íbamos para Canadá. Nos hicieron una emboscada. Nos dijeron que nos entregáramos en el puente y era mentira. Nos mandaron para Ciudad de México”, cuenta Anabel, una venezolana de 21 años que cruzó el Darién con seis meses de embarazo y dio a luz a su hija hace tres meses en México.

En esta iglesia de El Paso todos pasan el tiempo o esperando que algún familiar les mande dinero para pagar el pasaje a otra ciudad, o esperando tramitar la I-797C, un formulario que — según DHS— confirma que USCIS que recibido una petición de caso de asilo en Estados Unidos. Algunos de ellos, sin embargo, han sido estafados con este tipo de formularios, bien porque algunos creen que es un permiso de viaje o porque han sido falsificados.
Comen pizza, pasta semipreparada que viene en cajas (como las del Army), o cambures (bananas) que entregan voluntarios en los alrededores. Han hecho especies de carpas con sábanas y mantas de la Cruz Roja alrededor de toda la cuadra que bordea a la iglesia. Hay seis baños portátiles, jóvenes que se lavan el cabello en la calle, que se cambian de ropa como pueden — porque la mayoría ha dejado todo en el camino— y madres como Anabel que protegen a sus hijos del sol debajo de mantas en algunos arbustos que están en el lugar.

La meta: ir a otra ciudad
Un pasaje en autobús hasta Denver, por ejemplo, cuesta 70$. Algunos lo pagan con la ayuda de transferencias vía zelle que hacen familiares, y otros completan vendiendo cigarrillos a escondidas alrededor del campamento, o cortando cabello como lo hace Howald Durán, un barbero venezolano de 23 años. Howald cobra 15$ por el corte y muchos lo pagan. Este 8 de mayo, al menos tres clientes esperaban en fila. Llegar al sitio de destino con buena presencia, no solo es clave para ellos, sino que les ayuda también a camuflarse de los oficiales de migración.
“Nosotros cobramos aquí 15 (dólares), pero a otros panas les hago el favor porque los conozco”, dice.

Howald ama la barbería y, durante toda su travesía por la selva y por México, cuidó sus herramientas de trabajo con la vida. Es máquina, tijeras y hojilla. Llegó hace dos días, el sábado, y desde entonces está afeitando para reunir para su pasaje. “Me tengo que ir antes del 11, por la broma del artículo (título 42), que ya ustedes saben...”, comenta.
La mayoría de los migrantes que están en El Paso son venezolanos. Son jóvenes entre 18 y 30 años, que van a Denver, Nueva York y Chicago porque tienen algún familiar o amigo en esas urbes.
Howald tiene su “papel”. Se refiere al formulario en el que consta que pidió asilo y que en El Paso, particulares cobran entre 40$ y 200$ por tramitar ese documento que — aunque no es garantía de nada, y ellos lo saben— al menos es alguna constancia de que iniciaron un trámite.
Entregarse o no
La madrugada de este martes 9 de mayo uniformados entregaron panfletos a los migrantes en el que los exhortaban a entregarse en la Patrulla Fronteriza más cercana. “En este lugar serás procesador por CBP y puesto en la vía migratoria correcta”, se lee. La advertencia fue difundida por el Homeland Security (el departamento de Seguridad Nacional) en un comunicado la noche del lunes.
Edgar, un migrante venezolano que prefirió no dar su apellido, decidió por esa razón embarcarse la noche del 8 de mayo a Denver y no postergar más su salida. “Aquí nadie está seguro”, dice.

Todos los entrevistados cruzaron por un hueco en el muro fronterizo. Algunos pasaron días esperando el descuido de los oficiales para cruzar de madrugada por huecos hechos al muro por coyotes o particulares.
Un joven que se hace llamar Caraotica dijo que estuvo semanas intentando aplicar por la aplicación CBPOne para conseguir una cita de asilo, pero nunca avanzaba la página. Tuvo que comprarse un teléfono de 100$ para intentar que la aplicación funcionara mejor, pero aún así la inversión fue en vano, y por eso decidió cruzar por estos pasos ilegales.

Y aunque el peligro de la deportación está a la vuelta de la esquina, como ellos mismos señalan, todo es más seguro que vivir en Ciudad Juárez, en México, donde no solo se esconden de la policía estatal que los lleva a centros de detención sino también de coyotes que exigen coimas para utilizar los huecos del muro fronterizo.
La tarde de este martes 9 de mayo, menos de la mitad de los migrantes que estaban en los alrededores de la iglesia Sagrado Corazón estaban. La mayoría se fue a otras ciudades o se entregaron al centro migratorio. Allí les han dado una cita ante una corte de migración para dentro de tres años.
"Nos hemos estado preparando durante bastante tiempo y estamos listos. Lo que esperamos es, de hecho, un aumento. Y lo que estamos haciendo es planificar diferentes niveles de aumento", dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, según reseña AP. También subrayó que la situación en la frontera es "extremadamente desafiante".