Tos, picor de garganta y ojos son consecuencias conocidas del humo de incendios forestales pero ¿sabías que la dificultad para dormir también? Existen otra variedad de síntomas producidos por la contaminación del aire a los que debes estar atento.
El humo de incendios forestales puede alterar el sueño
Panagis Galiatsatos, neumólogo de la Asociación Estadounidense del Pulmón, explicó a NBC News que son las partículas provenientes de los incendios las que causan problemas para dormir.
Estas partículas finas pueden entrar en el torrente sanguíneo y provocar inflamación en el cerebro y otras partes del cuerpo, lo que dificulta el descanso, según Galiatsatos.
Dolor de cabeza y mareos
Los dolores de cabeza o los mareos pueden ser consecuencia directa de la inhalación de contaminantes que proceden del humo, como el monóxido de carbono. También es posible que la gente se desmaye o tenga náuseas por inhalar los gases tóxicos.
Galiatsatos señaló que los dolores de cabeza persistentes deben ser atendidos por un médico, sobre todo si la persona no es propensa a sufrirlos o si el dolor de cabeza es peor de lo habitual.
Problemas cutáneos y… ¿arrugas?
El humo de los incendios también puede provocar problemas en la piel, afirmó la doctora Maria Wei, profesora de dermatología de la Universidad de California en San Francisco. Los brotes no siempre son inmediatos, sino que pueden aparecer cuatro o cinco semanas más tarde.
También se han registrado picores, acné y erupciones cutáneas en manos y cara debido a la mala calidad del aire.
Wei publicó un estudio en la revista JAMA Dermatology, revista científica de la Asociación Médica Estadounidense y una de las mejores del país, en el que descubrió que la exposición a corto plazo al humo de los incendios forestales puede provocar reagudizaciones de trastornos cutáneos, como psoriasis y eczemas, incluso en personas que no tenían un diagnóstico previo.
La exposición prolongada también puede provocar arrugas. "Es bien sabido que la contaminación atmosférica puede provocar el envejecimiento prematuro de la piel", afirma. Las partículas del humo pueden penetrar en la piel, pero Wei también cree que la contaminación puede provocar una respuesta inmunitaria hiperactiva que provoque brotes.
Cambios de humor en niños
Galiatsatos recomendó que los padres estén atentos a los cambios de humor que puedan tener sus hijos, ya que los niños pequeños se vuelven irritables, se enfadan o simplemente se ponen de mal humor debido a la exposición a la mala calidad del aire, incluido el humo de los incendios forestales.
Aunque la razón biológica no se conoce del todo, Galiatsatos explicó que "si los niños están expuestos a sustancias tóxicas, tienden a volverse más irritables. Es lo mismo que ocurre con los virus respiratorios. Quizá no puedan respirar tan bien o simplemente estén congestionados".
Dolor de pecho
El doctor Gregory Wu, médico de cuidados intensivos del Albany Medical Center de Albany, Nueva York, indicó que no es raro que la gente experimente también dolor torácico. Pero advirtió que estas personas deben visitar a su médico. "Animamos a la gente a que busque atención si tiene dolor u opresión en el pecho", aconsejó.
Según Wu, el dolor torácico puede ser un indicador de algo más grave, como un ataque al corazón. Es conocido que la mala calidad del aire aumenta el riesgo de un infarto, más no está clara la razón.
Un estudio publicado en la Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) descubrió que la exposición al humo intenso durante los incendios forestales aumentaba el riesgo de paradas cardiacas extrahospitalarias hasta en un 70%.
La AHA compartió este año una hipótesis que indica que, debido a que el humo de los incendios forestales contiene partículas finas que pueden constreñir los vasos sanguíneos y aumentar la presión arterial, podría potencialmente conducir a un ataque al corazón.
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