Los macacos Rhesus tienen una curiosa vida sexual. Además de reconocerse en un espejo, suelen tener sexo entre machos. Así lo revela un estudio del Imperial College de Londres en la revista Nature Ecology and Evolution. Los investigadores siguieron a un grupo de estos monos durante tres años. Descubrieron que el sexo entre machos era más frecuente que el sexo entre hembras.
El sexo entre machos les beneficia
Según los datos, el 72% de los 236 monos machos tuvo sexo con otros machos. Solo el 46% tuvo sexo “hetero”. Los investigadores sugieren que el sexo entre machos les da una ventaja evolutiva sobre los heterosexuales:
Los machos que tenían sexo entre ellos apoyaban a su pareja en las peleas. No eran homosexuales puros. También tenían sexo con hembras. De hecho, los macacos bisexuales tenían más descendencia que los heterosexuales.
El biólogo Vincent Savolainen es el autor principal del estudio. Él dice:
Forman vínculos y se ayudan en una pelea. Así, podrían acceder a más hembras y tener más bebés. Y esos bebés harían lo mismo.
El sexo entre machos es hereditario en parte
El estudio aporta más datos. El sexo entre los monos machos es hereditario en un 6,4%. Puede parecer poco, pero es similar a otros comportamientos hereditarios en los monos. Por ejemplo, el aseo y la sociabilidad.
El estudio concluye que estos hallazgos pueden ayudarnos a entender mejor la variabilidad del sexo. “Desafortunadamente, algunas personas creen que el sexo entre personas del mismo género es ‘antinatural’. Lamentablemente, algunos países aplican la pena de muerte por homosexualidad. Nuestra investigación muestra que el sexo entre personas del mismo género es común entre los animales no humanos”, afirma Savolainen.