La desafortunada muerte de Stephanie Pullman, una anciana de 72 años residente en Arizona, durante una intensa ola de calor hace cinco años, ha influido mucho en la gestión de los servicios públicos en Arizona, sobre todo durante los periodos más calurosos del estado, que a menudo superan los 43 grados centígrados (110 grados Fahrenheit).
La vida de Stephanie terminó inesperadamente cuando le desconectaron la electricidad, vital para el aire acondicionado, por una deuda de 51 dólares.
En consecuencia, las empresas de servicios públicos reguladas de Arizona han puesto en marcha políticas de desconexión para garantizar que nadie se vea privado de un aire acondicionado vital en medio de los abrasadores veranos de Arizona, afirma Stacey Champion, una defensora que ha desempeñado un papel decisivo en el impulso de esta normativa. Sin embargo, sostiene que hacen falta más medidas.
Arizona Public Service (APS) desconectó la electricidad de Stephanie en su comunidad de jubilados al oeste de Phoenix, donde las temperaturas se habían disparado a 107 grados Fahrenheit (41,6 Celsius) en septiembre de 2018.
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Stephanie fue encontrada muerta en su casa tras un control de bienestar, y el forense atribuyó su muerte a la exposición al calor ambiental agravada con una enfermedad cardiovascular.
Stephanie, natural del Medio Oeste y residente sola en Arizona, se ha erigido en símbolo de la campaña contra los cortes de luz en Arizona.
Lamentablemente, la información sobre su vida sigue siendo limitada debido a un acuerdo legal confidencial entre su familia y APS, que prohíbe cualquier discusión sobre el incidente.
Las circunstancias que rodearon la muerte de Stephanie han motivado a defensores como Champion a exigir normas más estrictas para evitar los cortes de electricidad, concienciando sobre los peligros del calor extremo. Sus esfuerzos han tenido cierto éxito.
En 2019, la Comisión de Corporaciones de Arizona, el organismo regulador de la mayoría de los servicios públicos del estado, implementó una prohibición de cortes de energía en verano por parte de APS y otros proveedores de energía bajo su jurisdicción. Esta prohibición se hizo permanente al año siguiente.
La directiva de la comisión permite a las empresas eléctricas optar por suspender las desconexiones desde el 1 de junio hasta el 15 de octubre, o hacerlo en los días en que se prevea que se superarán los 35 grados Fahrenheit (95 grados centígrados) o descenderán por debajo de los 0 grados Celsius (32 grados centígrados). APS, Tucson Electric Power y UniSource eligieron la opción basada en la fecha.
A pesar de estos avances, los defensores sostienen que es necesaria una mayor acción en la legislatura estatal para garantizar normas más estrictas contra los cortes de suministro.
Además, Phoenix cuenta con una ley que obliga a los propietarios a garantizar el correcto funcionamiento de sus aparatos de aire acondicionado. Esto es especialmente importante, ya que el condado de Maricopa, donde se encuentra Phoenix, ha registrado 18 muertes relacionadas con el calor este año hasta el 15 de julio, y otras 69 están siendo investigadas.
No cabe duda de que el trágico caso de Stephanie Pullman ha sensibilizado a la población y ha puesto en marcha medidas para prevenir situaciones similares, lo que ha dado lugar a la puesta en marcha de programas de asistencia a los servicios públicos e iniciativas para reparar y sustituir los sistemas de refrigeración defectuosos en todo el estado.
Esta transformación del sistema es un tributo al legado de Stephanie y a los incansables esfuerzos de defensores como Champion, que persisten en su lucha por unas políticas más sólidas que protejan a los residentes de Arizona de las consecuencias mortales de los cortes de suministro eléctrico durante los abrasadores veranos del estado.