La escalada de leyes anti-LGBTQ+, especialmente en los estados liderados por el Partido Republicano, subraya la urgente necesidad de disponer de datos precisos sobre la cantidad de ciudadanos LGBTQ+ e intersexuales en Estados Unidos.
La ausencia de datos exhaustivos presenta un vacío significativo en las consideraciones políticas, dejando a los legisladores desinformados sobre el alcance real de sus decisiones.
A pesar del actual auge de las políticas dirigidas a este colectivo, en particular a los transexuales e intersexuales, el recuento exacto de estas personas sigue siendo incierto.
Christy Mallory, directora jurídica del Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la UCLA, acentúa la importancia de conocer el tamaño de la población para examinar las repercusiones de tales normativas. El Instituto Williams es un centro de investigación especializado en demografía de la orientación sexual y la identidad de género para fundamentar las decisiones políticas.
Leyes que ignoran la diversidad

Las medidas legislativas, como la prohibición de que las mujeres y niñas transexuales compitan en los deportes escolares, suelen ignorar las necesidades de los alumnos intersexuales.
Una ley reciente de Kansas, por ejemplo, clasifica rígidamente el género de una persona como masculino o femenino en función del “sistema reproductor biológico” identificado al nacer, marginando así a las personas intersexuales e ignorando la existencia de los kansanos transgénero y no binarios.
Las discusiones en torno a las prohibiciones de la atención de afirmación de género también se ven empañadas por un desacreditado estudio de 2018, que sugirió que los niños podrían desarrollar disforia de género a través de la influencia social, lo que llevaría a un recuento exagerado de individuos trans.
A pesar de su desacreditación, este estudio provocó la promulgación de prohibiciones de atención de afirmación de género en estados como Georgia e Idaho.
Consecuencias para la salud
Aunque aparentemente estas prohibiciones pretenden dar cabida a las personas intersexuales, podrían obstruir inadvertidamente su acceso a los servicios médicos.
Erika Lorshbough, directora ejecutiva de InterACT, una organización de defensa de los niños intersexuales, afirma que estas leyes podrían hacer que los profesionales médicos que tratan a pacientes intersexuales se sintieran inseguros sobre su posible responsabilidad, especialmente si el paciente también se identifica como LGBTQ+.
InterACT y otros grupos de defensa similares calculan que aproximadamente el 1,7% de la población, o unos 5,6 millones de residentes en EE.UU., son intersexuales de nacimiento. Sin embargo, debido a la ausencia de un seguimiento obligatorio de los nacimientos intersexuales y a la falta de encuestas nacionales inclusivas sobre el estado intersexual, sigue siendo difícil obtener una cifra de población concluyente.
Una minoría vulnerable
Al mismo tiempo, el Instituto Williams calcula que en EE.UU. residen más de 13 millones de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales mayores de 13 años, incluidos unos 300.000 adolescentes y 1,3 millones de adultos que se identifican como transexuales. Casi la mitad de ellos habitan en estados que no ofrecen protección contra la discriminación en diversos aspectos de la vida, como el empleo, la educación, la vivienda, las instalaciones públicas y el crédito.
Encuestas recientes de KFF y The Washington Post revelan que menos del 1% de todos los adultos se identifican como transexuales o transgénero; la mayoría tiene menos de 35 años y declara que la transición mejoró su satisfacción vital.
Discernir si ahora hay más personas que se identifican como LGBTQ+ es una tarea compleja debido a la escasez de datos históricos y al estigma vinculado a estas identidades.
El Instituto Williams ha documentado un aumento menor en el número de jóvenes que se identifican como transgénero en sus estudios demográficos de 2017 y 2022. Sin embargo, Mallory señala que se requiere más investigación para una representación precisa.''