El pasado jueves, Rusia lanzó su misión Luna-25 a la Luna, que intentará aterrizar en el polo sur lunar a finales de este mes. Se trata de la primera misión rusa a la Luna desde 1976, cuando la sonda Luna-24 trajo muestras del suelo lunar.
El objetivo de Luna-25 es explorar el polo sur de la Luna, una zona que nunca ha sido visitada por ninguna sonda espacial. El polo sur lunar es de gran interés científico y estratégico, ya que se cree que contiene reservas de hielo que podrían utilizarse como agua potable, combustible o para producir oxígeno.
Un destino inexplorado
Luna-25 despegó a bordo de un cohete Soyuz-2.1b desde el cosmódromo de Vostochny, en el este de Rusia. Le llevará unos cinco días llegar a la órbita lunar y otros cinco días antes de su intento de aterrizaje, previsto para el 21 de agosto.
“Espero que se produzca un aterrizaje suave y preciso en la Luna”, dijo Yuri Borisov, jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, según Reuters. “Esperamos ser los primeros”.
Si lo logra, Luna-25 tiene una base de cuatro patas y se espera que opere en la superficie lunar durante un año. El propósito principal de la misión es ayudar a desarrollar tecnologías para el aterrizaje en la Luna, así como estudiar la composición del regolito polar y los componentes de plasma y polvo de la exosfera polar lunar.
Rusia no es el único país que intenta aterrizar en el polo sur de la Luna. India también está en medio de su segundo intento de alunizaje con la misión Chandrayaan-3, que despegó el 14 de julio y está programada para un aterrizaje polar el 23 de agosto. El país que llegue primero a la superficie lunar se convertirá en el primero en aterrizar en el polo sur lunar. India también espera unirse a la corta lista de países que han alunizado antes: la Unión Soviética, China y Estados Unidos.
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Una carrera espacial renovada
Rusia ha reanudado su programa lunar tras casi 50 años de ausencia, en un momento en que se intensifica una nueva carrera espacial por la Luna, que actualmente involucra a Estados Unidos y China como los principales contendientes.
China ha estado desarrollando un programa lunar que pretende rivalizar con las misiones Artemis de la NASA a la Luna, incluyendo planes para una base permanente en la superficie lunar. Rusia quiere participar en este proyecto. La Estación Internacional de Investigación Lunar fue anunciada como un proyecto conjunto entre China y Rusia en 2021, y otros países como Emiratos Árabes Unidos y Pakistán se sumaron posteriormente al proyecto.
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Rusia necesita aliarse con China después de que sus socios europeos rompieran los vínculos con Roscosmos tras la invasión de Ucrania. Luna-25 estaba prevista originalmente en cooperación con la Agencia Espacial Europea (ESA), pero la agencia se retiró de la misión y de las posteriores Luna 26 y 27. En su lugar, Rusia se vio obligada a sustituir las piezas europeas en el aterrizador lunar por instrumentos científicos de fabricación local.
Con la misión Luna-25, Rusia quiere demostrar que sigue siendo una potencia espacial capaz de alcanzar la Luna.