El número de víctimas mortales de una devastadora explosión en San Cristóbal, en República Dominicana, ascendió a 22, dejó 59 personas heridas y otras 10 desaparecidas.
El director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, dijo la mañana del miércoles 16 de agosto que la cifra provisional de muertes que se maneja es de 22. “Probablemente estamos hablando de cerca de 22 fallecidos”, declaró Méndez.
Entre los escombros, los bomberos buscan diligentemente supervivientes, mientras los familiares de los desaparecidos se reúnen a las puertas de los centros sanitarios locales.
La potente explosión, que tuvo lugar en las proximidades de la capital de la República Dominicana, Santo Domingo, dejó edificios en ruinas y vehículos calcinados.
El presidente Luis Abinader visitó el lugar de la catástrofe, interactuó con los ciudadanos afectados y reconoció las dificultades a las que se enfrentan los equipos de rescate debido a los cuantiosos daños.
Las autoridades siguen informando de que otras diez personas siguen desaparecidas, mientras los bomberos se esfuerzan por extinguir los incendios que quedan entre los escombros.
La explosión, que se produjo el lunes por la tarde en una panadería local, sigue bajo investigación. Las autoridades se han comprometido a tomar medidas estrictas si se descubre que la negligencia o las prácticas empresariales inseguras han contribuido a este desastre.
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Durante una rueda de prensa celebrada el martes por la noche, el jefe del Centro de Operaciones de Emergencia, Juan Manuel Méndez, reveló que se habían encontrado restos sin identificar entre los escombros. El recuento final de víctimas se determinará tras un exhaustivo examen forense.
El impacto de la explosión ha sido de gran alcance, hiriendo a más de 50 personas y causando desórdenes en el vibrante centro comercial de San Cristóbal. Según el ministro de la Presidencia, Joel Santos, al menos 36 de los heridos siguen recibiendo tratamiento médico.
Los civiles atrapados en la explosión relatan experiencias desgarradoras. Estefani Alcántara, cuya familia se encontraba en el epicentro del incidente, habló de su tío, actualmente hospitalizado con heridas graves, y de su tía, que sigue desaparecida. Mientras espera en la puerta de un hospital local, sus ojos llenos de lágrimas reflejan el dolor, la frustración y la incertidumbre con la que muchos están lidiando tras este devastador suceso''.
