En una reciente actualización, el Departamento de Justicia reveló que se ha modificado un testimonio fundamental en la investigación penal contra el expresidente Donald Trump por ocultar documentos clasificados.
El testigo, revelado en documentos judiciales como el director de TI en el complejo Mar-a-Lago de Trump, dijo inicialmente a un gran jurado de Washington en marzo que no recordaba conversaciones sobre las grabaciones de seguridad de la propiedad.
Sin embargo, la declaración del testigo varió drásticamente después de que cambiara de abogado el mes pasado.
El Departamento de Justicia afirmó que el declarante, al comprender que estaba bajo escrutinio y ser informado de posibles conflictos de intereses, consiguió un nuevo abogado de la oficina del defensor federal.
Posteriormente, proporcionó nuevos detalles que contribuyeron a la acusación revisada contra Trump, Walt Nauta y Carlos De Oliveira.
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Los fiscales quieren ahora que se celebre una audiencia en Florida para abordar posibles conflictos de intereses en los que esté implicado el abogado defensor, Stanley Woodward, que también representa a Nauta.
Señalaron que modificar el testimonio jurado del testigo podría dar lugar a pruebas incriminatorias contra Nauta, mientras que dejar sin corregir el falso testimonio podría someter al testigo a cargos de perjurio.
El Departamento de Justicia explicó además su utilización de grandes jurados tanto en Washington como en Florida, donde posteriormente se presentaron los cargos.
En respuesta a una pregunta de la juez de distrito Aileen Cannon, que supervisa el caso, los fiscales aclararon que siguieron empleando el gran jurado de Washington incluso después de que se presentaran cargos en Florida, para investigar posibles declaraciones falsas de testigos de Washington.
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En el caso de los documentos clasificados, se ha fijado un juicio para el 20 de mayo de 2024, en el que Trump se ha declarado inocente y ha negado cualquier mala conducta.
Paralelamente, Trump también lidia con otra acusación sobre supuestos intentos de revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020.
Además, está implicado en una causa penal en Georgia por presuntos intentos de distorsionar el voto en ese estado y en otra causa en Nueva York relacionada con supuestos pagos de dinero para silenciar a una actriz porno.