Gabón ha amanecido este miércoles con una sorpresa mayúscula: un grupo de militares ha anunciado en la televisión estatal que ha puesto fin al régimen de Ali Bongo, el presidente que llevaba 14 años en el poder y cuya reelección acababan de proclamar las autoridades electorales. El líder del golpe es el general Brice Oligui Nguema, jefe de la guardia republicana.
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Un país rico pero desigual
Gabón es un país situado en la costa atlántica de África central, con una población de unos dos millones de habitantes. Es uno de los mayores productores de petróleo del continente, lo que le ha dado una renta per cápita superior a la media africana. Sin embargo, también es uno de los países más desiguales del mundo, con una gran brecha entre ricos y pobres.
El país ha estado gobernado desde hace más de 55 años por la familia Bongo. El padre de Ali, Omar Bongo, llegó al poder en 1967 tras un golpe de Estado y lo mantuvo hasta su muerte en 2009. Entonces, su hijo Ali le sucedió tras unas elecciones controvertidas y marcadas por la violencia.
Ali Bongo ha sido reelegido dos veces más, en 2016 y 2023, en medio de denuncias de fraude y represión por parte de la oposición. Su último mandato ha estado marcado por su delicado estado de salud, tras sufrir un accidente cerebrovascular en 2018 que le obligó a ausentarse durante varios meses.
¿Qué significa este golpe inesperado?

El sábado pasado se celebraron elecciones presidenciales, legislativas y municipales en Gabón. Según los resultados oficiales anunciados el martes por la noche, Ali Bongo obtuvo el 64,27% de los votos, frente al 23,66% de su principal rival, Jean Ping.
La oposición denunció un “fraude orquestado” por el Partido Democrático Gabonés (PDG), al que pertenece Bongo. El gobierno decidió cortar todo acceso a internet para evitar “desinformación” y manipulación informativa.
Pocos minutos después del anuncio de los resultados electorales, un grupo de unos doce militares apareció en la televisión estatal para anunciar el golpe de Estado. Vestidos con uniformes verdes y boinas rojas, leyeron un comunicado en el que afirmaron haber puesto “fin al régimen actual” y haber disuelto “todas las instituciones” del país.
El líder del golpe se identificó como el general Brice Oligui Nguema, jefe de la guardia republicana, una unidad de élite del ejército.
Una situación incierta en Gabón y Africa
Tras el anuncio del golpe, numerosos habitantes salieron a las calles a apoyar a los militares, mientras que otros se refugiaron en sus casas por temor a la violencia. En un video difundido por las redes sociales, Ali Bongo pidió a sus partidarios “hacer ruido” y resistir al golpe.
Las reacciones internacionales al golpe no se hicieron esperar. La ONU, la Unión Africana, Francia, Estados Unidos y Rusia condenaron el intento de derrocamiento y pidieron el respeto al orden constitucional y al diálogo.
Putin y Trump representan padrinos de gobiernos mafiosos
La situación en Gabón sigue siendo incierta. Se desconoce si los militares golpistas cuentan con el apoyo de todo el ejército o si hay resistencia por parte de las fuerzas leales a Bongo. También se ignora si hay víctimas o enfrentamientos armados.
El golpe de Estado en Gabón podría tener consecuencias para la estabilidad y la seguridad de la región, así como para los intereses geopolíticos y económicos de las potencias extranjeras.