El gobierno de Estados Unidos está tomando medidas para impedir la expedición planeada por RMS Titanic Inc, que pretende rescatar valiosos artefactos del mundialmente famoso naufragio del Titanic.
La oposición se basa en una ley federal y en un acuerdo internacional que identifica el pecio como lugar conmemorativo sagrado.
RMS Titanic Inc, una empresa con sede en Georgia que posee los derechos de salvamento del internacionalmente conocido naufragio del Titanic, está orquestando la expedición.
La empresa es conocida por exhibir objetos recuperados del Titanic, desde un trozo del casco del barco hasta cubiertos de plata, que fueron extraídos del lecho marino del Atlántico Norte, donde yace el Titanic.
Esta cuestión jurídica no guarda relación con el trágico accidente de junio, en el que un sumergible Titan se hundió cerca del buque sumergido, cobrándose cinco vidas.
La disputa tiene su origen en una ley federal y un acuerdo bilateral con el Reino Unido, que reconocen al Titanic como monumento conmemorativo de las más de 1.500 vidas que se perdieron cuando el barco chocó contra un iceberg y se hundió en 1912.
Estados Unidos afirma que cualquier interferencia o alteración física del casco fragmentado del Titanic entra dentro de la jurisdicción federal y del acuerdo con el Reino Unido. El gobierno expresa su preocupación por la posible alteración de artefactos y posibles restos humanos existentes.
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Según los documentos presentados ante el tribunal, los abogados estadounidenses sostienen que RMS Titanic Inc. no puede simplemente ignorar la ley federal. Afirman además que tal desestimación eliminaría las protecciones que el Congreso ha establecido para el pecio.
Los expedientes judiciales indican que RMS Titanic Inc. pretende llevar a cabo la expedición en mayo de 2024.
La empresa tiene previsto fotografiar todos los restos del naufragio, incluidas las secciones interiores expuestas por la descomposición. También tiene previsto rescatar artefactos del campo de escombros y es posible que recoja objetos independientes del interior de los restos del naufragio.
Entre los objetos que podrían rescatarse figuran los de la sala Marconi, que albergaba la radio que enviaba las urgentes señales de socorro del Titanic. Estas transmisiones en código Morse fueron captadas por varios barcos y estaciones terrestres, lo que permitió rescatar unas 700 vidas.
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Sin embargo, RMS Titanic Inc. ha aclarado que tiene previsto abstenerse de abrir los restos del naufragio o retirar cualquier parte del mismo.
La empresa pretende cooperar con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el organismo estadounidense que representa el interés público en el pecio, aunque no tiene previsto solicitar ningún permiso.
Los abogados del gobierno argumentan que RMS Titanic Inc. no puede proceder sin un permiso y debe obtener la aprobación del Secretario de Comercio de EE.UU., que supervisa la NOAA.
En el pasado, RMS Titanic Inc. ha refutado estas afirmaciones, argumentando que los esfuerzos de Estados Unidos por infringir sus derechos de salvamento de un pecio en aguas internacionales son inconstitucionales.
La empresa también ha declarado que continuará su labor, preservando respetuosamente la memoria y el legado del Titanic, sus pasajeros y su tripulación para las generaciones futuras.
Esta disputa legal entre el gobierno estadounidense y RMS Titanic Inc. no es algo nuevo. Tuvieron un desacuerdo similar en 2020 sobre una expedición propuesta que podría haber dañado los restos del naufragio, que finalmente se pospuso indefinidamente debido a la pandemia.