Washington DC ha sido testigo de innumerables historias de éxito, pero siempre hay unas que se destacan más que otras, en especial porque son sencillamente inspiradoras. Ese es el caso de María Fernanda Borja, la presidenta y CEO de Latino Student Fund (LSF), una organización sin fines de lucro que ayuda a chicos de bajos recursos a que tengan educación de calidad.
Con casi dos décadas dentro de la institución -en la que ha desempeñado diversos roles- ha transformado la vida de miles de estudiantes y sus familias, brindando oportunidades educativas y apoyo esencial a quienes más lo necesitan.
En conversación con El Tiempo Latino, María Fernanda hizo un repaso por su trayectoria dentro de la organización y de su vida en Estados Unidos desde que llegó a finales de la década de 1990, proveniente de Ecuador. “Vine por mi esposo, quien trabajaba en el cuerpo diplomático y lo mandaron acá para que abriera un Consulado en Filadelfia. Estuve en Filadelfia por cinco años y luego en 2004 me mudé a Washington DC”, contó la mujer, quien también es madre de tres hijos.
Borja es licenciada en Administración de Empresas de la Universidad de San Francisco de Quito, graduada del Programa de Nonprofit Management Executive Certificate Program de la Georgetown University, y del Capacity Building Program for Executive Directors, patrocinado por el Gobierno del Distrito de Columbia.

El año que llegó a la capital del país ingresó a LFS. Primero se desempeñó como Office Manager donde se ocupaba de las finanzas y otros aspectos relacionados con los gastos de la organización. Cuatro años después, dio un paso más y se convirtió en Directora Ejecutiva, en un momento crucial de crecimiento de la organización. Bajo su liderazgo, LSF pasó de tener dos programas para los estudiantes a ocho, distribuidos en tres áreas programáticas clave: académica, preparación para la universidad y recursos para las familias.
El objetivo central de la organización es ofrecer programas después de clases, que incluyen tutorías individualizadas para niños de kindergarten hasta 12º grado, así como clases de inglés y computación para padres de familia.
“Cuando comencé teníamos un programa de becas a niños para que fueran a colegios privados y católicos en el área metropolitana y teníamos un programa de tutoría”, recordó. El financiamiento lo logran María Fernanda y su equipo de siete colaboradores como mejor saben hacer: golpeando puertas y recaudando fondos en la gala anual de la organización. Es un trabajo a pulmón que ha rendido frutos a lo largo de casi 30 años, desde que se fundó Latino Student Fund. Como líder, María Fernanda no se quedó con lo que había y siempre fue por más.
“Expandimos los programas al darme cuenta de que muchas de las personas que nos donaban el dinero no estaban interesados en hacerlo para becas en colegios privados y católicos. Entonces vi la oportunidad si nos podíamos expandir para crecer. Ese programa de becas lamentablemente ya no existe porque en nuestras conversaciones con los colegios privados, el dinero no iba directamente a las familias. Entonces no las beneficiaba, sino que iba a un fondo común”, explicó.

Lo que distingue a Latino Student Fund -aseguró- es su enfoque en la comunidad latina en Washington. María Fernanda y su equipo se han dado cuenta de que las necesidades de la comunidad van más allá de las becas, por lo que crearon el programa "Acceso", que ayuda a las familias a aplicar a estos colegios y a obtener ayuda financiera.
“Nuestro trabajo es con niños de prekinder a 12º grado, con familias que necesitan nuestro apoyo o personas de la comunidad que necesitan aprender inglés. Lo que ayudamos es a nivelar a los niños con programas después del colegio”, continuó.
Latino Fund Student ofrece clases de inglés y computación para las familias y la comunidad. Estas clases se centran en habilidades prácticas que las personas necesitan en su vida diaria, desde responder correos electrónicos hasta crear cuentas de correo.
De la mano de Borja, LSF se ha convertido en una suerte de soporte para miles de familias de bajos recursos, que buscan que sus niños accedan a una buena educación privada. “Muchos vienen a los Estados Unidos y necesitan aprender el idioma. Les damos una mano con eso”, dijo.
Es importante destacar que Latino Student Fund -explicó su presidenta- no otorga becas monetarias; en su lugar, ofrece programas después de la escuela para ayudar a los estudiantes a nivelarse y prepararse para la universidad. Esto incluye un programa de tutoría, apoyo para estudiantes de secundaria y preparación para la universidad, que acompaña a los estudiantes de 11º y 12º grados en el proceso de solicitud universitaria.
El compromiso de María Fernanda y su equipo con la comunidad se ha traducido en impactantes historias de éxito. La organización asiste mensualmente entre 500 y 700 estudiantes, muchos de los cuales provienen de entornos de bajos recursos y necesitan apoyo adicional para alcanzar sus metas educativas. Desde su fundación, Latino Student Fund ha ayudado a entre 7 mil y 10 mil estudiantes a graduarse y perseguir sus sueños académicos.
“Recuerdo, por ejemplo, una niña que vivía en un auto con su madre. Hizo nuestros programas, se graduó de la secundaria, luego de la Universidad, donde recibió una beca completa y ahora está trabajando en Nueva York, realizando investigaciones sobre el cáncer. Todo es posible si trabajamos para lograr un mejor futuro para la comunidad latina”, reflexionó.
La mujer subrayó la importancia de cambiar el futuro de los estudiantes, no solo en términos de sus propias vidas, sino también en lo que respecta a sus familias y comunidades. Ha trabajado incansablemente para brindar oportunidades a aquellos que alguna vez se sintieron excluidos del sistema educativo debido a barreras financieras o de idioma.

En el año 2015, Borja pasó de directora ejecutiva a presidenta y CEO de la organización. A pesar de cultivar un perfil bajo e incluso no publicitar sus programas educativos debido a la alta demanda, la mujer ha sido reconocida en numerosas oportunidades. En 2017, recibió el Premio de la Herencia Hispana de los Redskins y el Premio al Mejor Líder del Año de la Cámara de Comercio Hispana en Washington DC. El mismo año fue seleccionada por el PowerMeter, de El Tiempo Latino, como una de las 100 personas más influyentes para la comunidad hispana del área metropolitana de Washington D.C.
El trabajo de Latino Fund Student ha trascendido las fronteras de la comunidad latina. La organización no solo ayuda a estudiantes hispanos, sino también a inmigrantes de otras comunidades extranjeras, de países como Etiopía. Lo que comenzó como un esfuerzo exclusivo para apoyar a estudiantes latinos ha evolucionado hacia una organización que se dedica a toda la comunidad de inmigrantes.
María Fernanda Borja mira hacia el futuro con la esperanza de expandir aún más los servicios de Latino Student Fund. Busca llegar a más lugares en Virginia y colaborar con más colegios y comunidades. Su sueño es que más latinos puedan graduarse de la universidad y acceder a una educación superior. “Mi consejo es que pidan ayuda, que se informen y sepan que no están solos”, concluyó.
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