Al momento de la entrevista, Thais López Vogel se encuentra en la habitación de un hotel en Costa Rica. Los proyectos de la VoLo Foundation, de la cual es cofundadora, la obligan a viajar a menudo; y este país tropical es considerado un “líder ambiental”.
Más de 98% de la energía de Costa Rica es renovable, la cubierta forestal alcanza más de 53% de su territorio y una cuarta parte de las zonas terrestres son áreas protegidas o reservas.
La activista bromea con que tiene más de 50 años, pero que la edad exacta permanecerá un secreto para la audiencia.
Nació en Venezuela. En ese país se crio, estudió y se graduó en derecho. Pero en 1994 decidió emigrar a los Estados Unidos junto con su esposo, también venezolano.

Su primer trabajo no fue de abogada: estuvo en una tienda de joyería, en retail e incluso dando clases de spinning en un gimnasio. Años después se divorció y conoció a David Vogel, un científico de minería de datos graduado del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
La lucha de ambos contra el cambio climático comenzó en 2014, cuando fundaron codo a codo la VoLo Foundation, una organización destinada a financiar y colaborar con proyectos de investigación científica contra el cambio climático.
“Cuando empezamos a estudiar todos los problemas que iban a tener futuras generaciones nos dimos cuenta de que el problema más grave iba a ser el climático. Es una fundación de familia, privada, no se recaudan fondos. Estamos aquí para educar, para ayudar. Sonaron las alarmas hace más de 20 años, pero ahora creo que es cuando la gente de verdad está despertando”, explica la filántropa.
La línea de acción de la organización es integral: salud, educación y medioambiente. “Nos dimos cuenta de que hay mucha gente que colabora con la educación y la salud, pero solo un 2% de toda la filantropía apoya el problema climático”.
Y agrega: “El problema climático es el que determina la educación y la salud. Por el problema climático tenemos las altas temperaturas que generan que la gente muera de golpes de calor, por la contaminación ambiental tenemos niños con problemas respiratorios. Uno de cada diez niños en Florida sufre de problemas respiratorios, uno de cada cuatro en California”.
En ese sentido, los números de la organización son más alentadores: más de 40 millones de dólares en contribuciones, más de 60 proyectos apoyados solo en 2022 y un presupuesto que casi en su totalidad (92%) se destina a programas de apoyo.

“Yo estoy cansada de que cuando se habla del cambio climático se diga que nos vamos a morir, que vamos a desaparecer. Eso no es lo que hace la fundación. VoLo Foundation se trata de soluciones, las soluciones existen, la tecnología existe, los recursos existen, lo que tenemos es que ponerlos en acción”, asegura Thais López Vogel.
El foco de acción de VoLo está en Florida, hogar de la pareja y un territorio gravemente afectado por el cambio climático. De acuerdo con datos de la organización, la zona tiene 25 días “peligrosamente calurosos” al año, con siete temporadas consecutivas de huracanes por encima del promedio y un nivel del mar que se eleva una pulgada (2,54 cm) cada tres años.
La fundación apoya a otras organizaciones, proyectos e instituciones ambientales. Incluso cuenta con el premio Vista Award de $10 mil, destinado a estudiantes de cualquier universidad de La Florida que propongan soluciones al problema climático.
Uno de los logros de Thais es haber “importado” la Climate Week NYC, evento anual que reúne líderes políticos, de negocios y sociedad civil para enfrentar el cambio climático, a Florida.
“Decidí que íbamos a traer la semana a Florida porque es el lugar número 10 en el mundo que se ve afectado por el problema climático. Entonces, primero es mi casa, segundo está afectado, y tercero, pues si lo hacen en Nueva York, lo podemos hacer en la Florida”. Este año el evento se realizará en octubre.
Otro gran proyecto de VoLo es la Climate Correction, una conferencia anual en la que se reúnen por dos días especialistas de todos los países para discutir sobre medioambiente.
Como muchos otros hispanos en Estados Unidos, Thais es un ejemplo a seguir y destacar en el Mes de la Herencia Hispana, por eso la siguiente pregunta fue qué la define:
―Yo creo que lo que más me define es ser madre. De hecho, el problema climático me preocupa por lo que va a sucederle a las futuras generaciones. Tengo seis hijos, es mi definición primordial.
―¿Cuál es el rol de los latinos en esta causa?
―Primero somos los guerreros más aguerridos que existen. Creo que ninguno es como los latinos. De verdad, cuando nos ponemos algo en mente hasta que no lo logramos no terminamos. Segundo, tenemos a países como Chile y Costa Rica, que están sumamente avanzados en el problema del cambio climático. Si tenemos modelos que ya existen y que ya sirven, lo que hay que hacer es repetirlo. Por la data científica que manejamos en VoLo Foundation, el latino es quien se preocupa más por el problema climático. Yo creo que es por nuestra cercanía con la naturaleza. Somos bastantes en Estados Unidos, los latinos sí votamos y hablamos y subimos nuestra voz.
―¿Crees que realmente es posible revertir el cambio climático?
―Claro que sí. En todas las conferencias y con todo lo que he estudiado sobre el problema climático, siempre hay una solución. “Es que botamos mucha basura”, aquí está la solución. “Es que los carros y el combustible fósil”, aquí está la solución. Siempre hay una solución para todo problema.
―¿Un libro para recomendar?
―De la vida, Los Cuatro Acuerdos creo que es muy importante. En estos momentos estoy leyendo The Power of Now, es el de vivir el ahora y el presente al máximo.
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