Una denuncia, presentada por empleados federales destinados en el centro de emergencia de Fort Bliss, en Texas, expuso su preocupación ante el Congreso por la gestión de niños inmigrantes no acompañados por parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).
Los niños inmigrantes habrían sido expuestos a trabajos inseguros e ilegales por la falta de supervisión del gobierno estadounidense.
La denuncia sugiere que el HHS no supervisó de manera correcta la asignación de patrocinadores de estos niños inmigrantes que llegan a la frontera sur entre México y Estados Unidos.
El informe fue elaborado por el Government Accountability Project en nombre del grupo de activistas que denuncia irregularidades en los procesos de patrocinadores del HHS.
Por su parte, el presidente del poder judicial del Senado, Dick Durbin, señaló problemas considerables en la gestión de casos de niños inmigrantes de la agencia.
El HHS es el departamento encargado proteger y buscarle patrocinadores a los niños inmigrantes que llegan solos en la frontera.
Un sistema que expone a los niños inmigrantes
Los denunciantes alegaron que el sistema del HHS no asignó a los niños inmigrantes con patrocinadores confiables.
Por otra parte, afirman que la agencia no mantuvo un seguimiento adecuado de los menores después de ser liberados de la atención del gobierno.
Los observaron estos problemas durante un aumento de las llegadas de niños inmigrantes en 2021.
En la denuncia, indicaron que estos problemas pueden haber dado lugar a que se colocara a los menores en hogares de violencia o se les permitía trabajar en entornos laborales inseguros, como mataderos.
Fallas en los mecanismos de investigación del HHS
Aunque el gobierno del presidente Joe Biden afirmó mejoras en la gestión de los casos de niños inmigrantes, los denunciantes afirman que los fallos del sistema en Fort Bliss pusieron en riesgo a los menores y evidenciaron “graves errores en el procedimiento de asignación de patrocinadores”.
En este sentido, los denunciantes también afirman que no existía un sistema eficaz para denunciar los problemas de los que fueron testigos.
Su informe sugiere que muchos niños inmigrantes sufrieron en silencio y que se ignoraron las preocupaciones de los denunciantes.
A principios de año, se cuestionó el proceso de verificación de los patrocinadores del HHS cuando se reveló que 344 niños inmigrantes no acompañados habían sido colocados con patrocinadores no familiares que acogían a tres o más menores no acompañados.
Esto suscitó la preocupación entre los defensores de que algunos menores pudieran caer en manos de extraños que planeaban explotarlos laboralmente.
Expuestos a trabajos inseguros
Los informes muestran una tendencia creciente de niños inmigrantes, sobre todo de Guatemala, que son expuestos a trabajos en puestos inseguros en la industria cárnica.
Los activistas vinculan el aumento de cruces fronterizos de niños inmigrantes no acompañados en marzo de 2021 a las políticas fronterizas de la administración Biden.
Señalan que estas normas permiten a los niños entrar solos en Estados Unidos, impidiendo a los adultos y a las familias solicitar asilo.
A menudo, los niños inmigrantes tenían que pagar a los contrabandistas y mantener económicamente a sus familias, lo que daba lugar a situaciones propicias para la explotación laboral.
El informe del Proyecto de Rendición de Cuentas del gobierno implica que la incapacidad del HHS para garantizar la seguridad y la colocación adecuada de los menores, junto con sus deficiencias de supervisión operativa, puede haber permitido involuntariamente el abuso laboral dentro de la industria alimentaria estadounidense.
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