La tormenta tropical Ophelia no se retiró en silencio, desatando lluvias torrenciales, fuertes vientos e inundaciones costeras en la costa este durante el fin de semana: mientras se disipa, sigue la temporada de huracanes, con otros tres sistemas preparándose en el Océano Atlántico.
Entre ellos se encuentra la tormenta tropical Philippe, que se encuentra a medio camino entre África y Sudamérica. Los pronósticos anticipan que Philippe girará hacia el norte, rodeando las Bermudas por el este sin alcanzar tierra firme. Al mismo tiempo, una segunda onda tropical se está formando frente a las costas africanas.
Se prevé que el tercer sistema, anclado en el sur del Golfo de México, se desarrolle poco. Aunque no es probable que alcance la categoría de ciclón, podría provocar chubascos en las regiones situadas al norte de la península de Yucatán. Los patrones actuales no sugieren una mayor intensificación de este sistema.
Con la historia como guía, es demasiado pronto para bajar la guardia. La temporada de huracanes suele alcanzar su punto álgido el 15 de septiembre, lo que significa que queda poco menos de la mitad de la temporada.
Hasta ahora, se han visto 17 tormentas con nombre, lo que nos sitúa por encima de la media. Además, las temperaturas récord de la superficie del mar en el Atlántico podrían desencadenar una segunda mitad de temporada plagada de tormentas.
El pronóstico de la temporada de huracanes
Ophelia, a punto de alcanzar la categoría de huracán, tocó tierra cerca de Emerald Isle, Carolina del Norte, el sábado a las 6:20 am, con vientos de 70 mph. La marejada ciclónica, que alcanzó un máximo de 1,2 m en algunos lugares, fue impulsada por los fuertes vientos de tierra.
El lunes, la baja residual de Ophelia se había trasladado al sur de Nueva Inglaterra, provocando algunos chubascos adicionales. Se prevé que estos efectos persistentes se disipen en las próximas 18 horas.
Mientras tanto, en el Atlántico, tres sistemas merecen una estrecha vigilancia. Una onda tropical que emerge de la costa africana tiene un 80% de probabilidades de seguir desarrollándose, aunque los modelos actuales sugieren que podría costarle ganar fuerza.
La tormenta tropical Philippe, situada actualmente a 1.265 millas al este de las islas de Sotavento septentrionales y con vientos de 80 km/h, no se espera que se intensifique hasta convertirse en huracán.
El tercer sistema del Golfo de México sólo tiene un 10% de probabilidades de desarrollarse. Esta agrupación de tormentas se encuentra en la periferia de una baja de nivel superior, con condiciones adversas que probablemente impidan su crecimiento.
De cara al futuro, los modelos meteorológicos de largo alcance apuntan a un aumento de las precipitaciones en el noreste del Golfo de México o en Florida. Sin embargo, por el momento no se puede afirmar nada más concreto. A medida que avanza el segmento restante de la temporada de huracanes, la vigilancia sigue siendo crucial.