En un mundo político a menudo caracterizado por la polarización y los discursos que dividen, siempre hay líderes comprometidos con la construcción de puentes y la defensa de las comunidades a las que pertenecen. Uno de ellos es Gabe Albornoz, concejal de origen latino, del condado de Montgomery, Maryland, quien dialogó con El Tiempo Latino para compartir su historia personal, su pasión por el servicio público y su profundo compromiso con la comunidad hispana.
“Nunca ningún día en mi carrera lo he sentido como un trabajo. Siempre se ha sentido como que estoy donde debo estar”, dijo. La historia de Albornoz está arraigada a su herencia familiar y en su profundo sentido de comunidad. Hijo de madre chilena y padre ecuatoriano, ha vivido toda su vida en Montgomery, lo que contribuyó en parte a dedicar años de su vida al lugar que siente como propio. Está casado hace varios años y es padre de cuatro hijos.
Su carrera comenzó a forjarse a partir de una experiencia en México que cambió su vida para siempre. Durante su tiempo como estudiante en la Universidad de Maryland, de donde se graduó en Comunicación, realizó un intercambio en la Universidad Autónoma de México (UNAM), donde pudo trabajar para Casa Alianza, una organización que ayuda a jóvenes sin hogar. Su trabajo consistía en reunirlos con sus familias.
Esta experiencia fue un despertar para él, quien creció en un ambiente de clase media y rara vez había experimentado la injusticia en su máxima expresión. Sin embargo, el impacto de su trabajo en Casa Alianza lo llevó a replantear su carrera y su vida.
“El primer caso fue una niña que tenía 16 años y estaba muriendo de SIDA y tenía una hija que tenía seis meses y el trabajo del staff de Casa Alianza era encontrar a la mamá de esta chica, para unir a abuela y nieta. Esa experiencia fue la que me mostró que quería ayudar a chicas como esa, pero también estar seguro que eso no pasara aquí en nuestra comunidad”, recordó.

Después de regresar a los Estados Unidos, Albornoz trabajó en una firma de abogados durante un tiempo, pero se dio cuenta de que esa no era su vocación. Fue la experiencia en México lo que lo inspiró a querer ayudar a jóvenes en su comunidad y asegurarse de que no enfrentaran las mismas dificultades que había visto en el extranjero. Esta determinación lo llevó a la política, donde podría marcar una diferencia a un nivel más amplio.
Los inicios en la política
Su primera incursión en la política fue en 1997 cuando comenzó a trabajar en Washington, D.C., para organizaciones que se enfocaban en ayudar a jóvenes en situación de calle. Trabajó en el Hospital de Niños de Washington y luego en el Latin American News Center, una organización similar a Casa Alianza pero en la capital de Estados Unidos. Estas experiencias lo llevaron a comprender la importancia de las organizaciones sin fines de lucro, pero también la necesidad de una acción gubernamental efectiva para abordar los problemas a gran escala. Básicamente se dio cuenta de que el cambio real se produciría más rápido desde adentro de la política.
“En realidad el gobierno es el que está en la mejor posición en muchos casos de poder ayudar a la comunidad. Cuando abrió la posición para ser director del Departamento de Recreación del condado de Montgomery, fue como un sueño, porque juntaba mi pasión para ayudar a la comunidad y también porque soy deportista. Juego al fútbol”, añadió.
Entrar en el mundo de la política representó un desafío importante. Al principio no estaba seguro porque siempre supo que se trataba de un trabajo demandante. Pero al consultarlo con colegas y su familia, tomó la decisión. “Hay muchas horas de trabajo. Nunca paras. Son siete días a la semana, los 365 días del año. Y para postularse a un cargo público es difícil. Tienes que conseguir dinero. Estás en tres o cuatro eventos casi cada noche”, recordó.
La llegada al Concejo de Montgomery
En noviembre de 2018, fue elegido miembro del Concejo del Condado de Montgomery como miembro general, en representación de más de un millón de residentes. En 2021, se desempeñó como presidente de ese cuerpo y presidió el Comité de Salud y Servicios Humanos. El año pasado, lo reeligieron como concejal. Actualmente también forma parte del Comité de Educación y Cultura. Todos los días recorre las calles porque considera que es ahí donde se solucionan los problemas. “No es detrás de un escritorio”, aclaró.

Según dijo, la comunidad latina es un componente significativo y en crecimiento en la región, representando más del 22% de la población y el 38% del sistema escolar público. Albornoz, quien habla español con fluidez y se enorgullece de su herencia latina, ha trabajado activamente para representar y prestar servicio a los hispanos.
Durante la entrevista, destacó la importancia de su identidad latina y su capacidad para comunicarse en español. A pesar de haber nacido en los Estados Unidos, sus padres se aseguraron de que el español fuera su primer idioma, lo que lo conectó profundamente con su herencia y le permitió mantener una conexión con sus raíces latinas.
El concejal también se enorgullece de su asistencia a la comunidad latina durante la pandemia del COVID-19. Cuando se dio cuenta de que los hispanos estaban siendo desproporcionadamente afectados por la enfermedad, sumó esfuerzos junto a otra concejal para tomar medidas. Organizaron reuniones con líderes del sistema de salud del condado y de la comunidad para abordar la crisis.
Como mensaje a la comunidad en el mes de la Herencia Hispana, Albornoz destacó la importancia de la participación cívica y el voto como una forma de crear un cambio positivo en la sociedad.
“Podemos cambiar las cosas, pero necesitamos el apoyo de la comunidad entera. Celebren cada mes ser hispanos porque necesitamos estar unidos”, concluyó el concejal, quien adelantó a El Tiempo Latino que a futuro le gustaría competir por un cargo todavía más importante.