Las lluvias torrenciales caídas el viernes en la ciudad de Nueva York provocaron el anuncio del estado de emergencia.
El diluvio causó grandes inundaciones que provocaron el cierre de carreteras, la interrupción del servicio de metro y la inundación de sótanos.
Según los datos disponibles, en Brooklyn llovió lo equivalente a un mes de diluvio, 10 centímetros, en solo tres horas.
El Servicio Meteorológico Nacional determinó que las intensas precipitaciones, de entre 2,5 y 3 cm por hora, podrían superar los 20 cm en algunas zonas de los tres estados.
Durante una rueda de prensa el viernes por la mañana, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, advirtió a los residentes de la peligrosa situación meteorológica. A pesar de la disminución de las fuertes lluvias en Manhattan y Brooklyn, aseguró que el fenómeno meteorológico estaba lejos de terminar.
"Esta es una condición climática peligrosa y no ha terminado. No quiero que esas pausas bajo una fuerte lluvia den la impresión de que todo ha terminado, no lo es", expresó Adams.
La gobernadora Kathy Hochul respondió a la escalada de la situación declarando el estado de emergencia en Nueva York, Long Island y el valle del Hudson. En una entrevista concedida a la cadena de televisión WNBC, Hochul pidió a los residentes que permanecieran en sus casas, aludiendo a las peligrosas condiciones para viajar.
Las lluvias en Nueva York
Las fuertes lluvias interrumpieron significativamente los servicios de metro, y numerosas líneas registraron importantes interrupciones debido a la inundación de las vías y las estaciones.
Además, las inundaciones en el aeropuerto internacional de LaGuardia limitaron el acceso del personal de tierra a ciertas secciones, lo que provocó el cierre de la terminal A.
Las inundaciones provocaron la anegación de sótanos y la saturación de los sistemas de alcantarillado, lo que obligó a cerrar carreteras y realizar rescates acuáticos en Brooklyn, Manhattan, Queens y Hoboken, en Nueva Jersey.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió avisos de inundación repentina para más de 8,5 millones de personas en Nueva York y Nueva Jersey. La advertencia hacía hincapié en una "situación peligrosa y potencialmente mortal" con un riesgo considerable de daños por inundaciones repentinas.
La institución prevé que persistan las precipitaciones significativas, que afectarán a unos 25 millones de residentes del noreste. Se ha designado un nivel 3 de 4 de riesgo "moderado" de inundaciones repentinas para la zona triestatal de Nueva York.
Mientras Nueva York se enfrenta a lluvias torrenciales, ciudades cercanas como Filadelfia y Boston también se preparan para recibir hasta 5 cm de lluvia. Hartford podría recibir aún más, con proyecciones de 3 pulgadas o más.
En general, se prevén precipitaciones de entre 5 y 10 cm, que podrían alcanzar entre 5 y 8 cm en algunas zonas.