Astrid Reyes y Gladys Santos Reyes son hermanas originarias Tegucigalpa, Honduras. Ambas llegaron estando niñas. La primera hace 17 años con una visa, hoy beneficiaria de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) y la segunda 23, por medio de la frontera, pero logró hacerse ciudadana. Ambas, con seis años de diferencia de edad, trabajan en UPS y han logrado crecer dentro de una compañía, que les ha brindado oportunidades, en un mundo, dicen, dominado por hombres.
La historia de las dos se remonta en un mercado de su natal país, ayudando a su abuela vender frutas, con un ejemplo firme de trabajo por ese lado, mientras que su madre se graduaba de perito mercantil, una especie de carrera técnica enfocada en contabilidad, en la nación centroamericana.
Estas hermanas tienen personalidades muy contrastantes. Astrid dice que es dura en su trabajo, pues se desarrolla como instructora en la compañía (sede Landover, Maryland), dentro de la cual tiene seis años y le ha tocado ser la menor, mujer y latina en un cargo en el que ejerce liderazgo. Sin embargo, es quien llora al hablar de sus raíces y el sacrificio que ha hecho en EEUU, donde nació su único hijo, a quien cría como madre soltera. Sus orígenes y cultura están marcados firmemente y dice que le gustaría volver a su país, pero la estabilidad laboral y la calidad de vida que lleva en Maryland, difícilmente la tendría allá.
Por su parte, Gladys, quien se atribuye ser la sensible y más emotiva, en efecto, se emociona al hablar de su hermana y verla como un ejemplo, pues gracias a ella llegó a UPS y tiene tres años a medio tiempo, mientras que el resto de su jornada la hace en otra empresa. Sin embargo, la están entrenando para que labore el tiempo completo. En la actualidad es la supervisora de seguridad dentro de la sede de DC.
— ¿Qué recuerdo de la infancia tienes
— Gladys: Mi abuela se dedicaba a vender frutas en el mercado. Siempre andábamos bien sucias, por la clase de trabajo que mi abuela hacía. Crecimos al aire libre, digamos. Eso era nosotras ahí en el mercado, vendiendo, nos subíamos a buses, vendíamos mango con sal, chile y limón. Era una infancia linda para mí. Y segundo, mi mamá. Mi mamá fue una madre soltera para nosotras dos y ha hecho todo lo posible para que seamos unas hijas obedientes. Tal vez, a veces nos descarriábamos un poquito, pero ella siempre estaba ahí para jalarnos las orejas.
— ¿Cómo fue la adaptación al llegar a EEUU?
— Astrid: Vine a los nueve años. El primer día que fui a la escuela lo detesté. Era la única latina, pues eran en su mayoría afroamericanos. Entonces tuve que aprender inglés. Ya en un año ya sabía el idioma. Fue bien difícil para mí, digamos, porque cuando estaba en Honduras no iba a la escuela todos los días y cuando llegué aquí tuve que hacerlo.
“Astrid inició en UPS un 3 de octubre de 2017 como clasificadora local temporal, encargándose de paquetes pequeños. Después de un mes en el trabajo, fue ascendida a supervisora a tiempo parcial, encargada de las cargas de paquetes pequeños y el turno de lavado de autos, al mismo tiempo que trabajaba en atención al cliente. En menos de un año, se convirtió en supervisora de la división de seguridad a tiempo completo y fortaleció aún más sus habilidades de entrenamiento, auditoría y enseñanza”, se lee en una reseña de la compañía, que también hace referencia al provecho que la latina sacó del programa de asistencia educativa "Earn & Learn" de UPS para cubrir los costos de sus últimos dos años de universidad y graduarse con una licenciatura en recursos humanos. En 2021 se unió al equipo de UPS Integrad, donde es instructora en seguridad y entrena a los conductores.
"UPS me ha puesto en un camino que me muestra el mundo desde una perspectiva diferente, ya que muchas culturas, antecedentes y personas se unen", dice la joven.
Por su parte Gladys reconoce el apoyo de su hermana, pues llegó en 2020 gracias ella. Inicialmente trabajó en Woodbridge, Virginia, en el área de recursos humanos de forma temporal. Sin embargo luego llegó al DC building, donde necesitaban a un representante a de atención al cliente y hoy día se ha convertido en la supervisora de seguridad, en pleno entrenamiento para pasar de “part-time” a “full-time”.
“Mi hermana ha sido mi entrenadora también. Me ha dado las clases para poder ser una conductora de UPS, en caso de que quiera serlo, la admiro porque es mi hermana menor y sé que está ahí. No a todos nos tocan las mismas oportunidades. Estoy bien feliz con ella porque ha llegado tan lejos”, relata Gladys con orgullo.
Compromiso con la diversidad
En 2022, la Fundación de UPS invirtió más de 3 millones para empoderar a las comunidades hispanas, lo que incluyó organizaciones como Unidos US, Congressional Hispanic Caucus InstituteInc. e Hispanic American Center for Economic Development.
De igual forma, el Grupo de Recursos Comerciales hispano y latino, Crecer, además de ser dirigido por empleados incluye 19 divisiones y tiene alrededor de 1 mil 200 miembros.
También, desde el lanzamiento del programa Mujeres Exportadoras, la compañía ha dotado a pequeñas empresas propiedad de mujeres hispanas, de las habilidades necesarias para hacer crecer y desarrollar las capacidades de exportación de sus compañías.
UPS destaca la diversidad, igualdad e inclusión, mientras que cuenta con un 18% de empleados latinos o de raíces hispanas en todo los Estados Unidos, al tiempo que promueve programas como del cual se benefició Astrid, Earn & Learn, con la oportunidad de devengar hasta $25 mil para matricula y gastos universitarios.
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