Su nombre es Samantha Howard, originaria de San Juan Puerto Rico, y es la nueva enlace de asuntos latinos del Condado de Prince George en Maryland, un cargo clave para conectar con la comunidad y sus necesidades.
En la isla del encanto vivió parte de su juventud, pero pisó suelo en los Estados Unidos continentales en el año 1985, cuando aún estaba muy pequeña, porque su madre estaba en el Ejército (Army), pero regresó a los trece y se quedó hasta los 17, cuando definitivamente se mudó al PG County. “Desde entonces viajo todos los años, cuando puedo, a Puerto Rico a visitar”, dice con orgullo ser latina, tratando de contener las lágrimas, mientras recuerda un dicho de su tierra: “La mancha del plátano nunca se me va a ir de las manos”.

Esto en palabras populares, lo explica de la siguiente manera: “En Puerto Rico se hace mucho plátano. Cuando vas a pelarlo, a quitarle la cáscara, eso te deja como una sustancia que tiene, que se te pega en las manos y te las pone negras. Eso se llama la mancha de plátano y pues es bien difícil quitarlo ya cuando te lo quieres lavar”.
Howard, ya hoy día con su familia hecha en su condado, asegura que lo que siempre le gustó de su infancia fue que podía regresar a visitar su isla todos los veranos, cuando estaba fuera de la escuela y así quedarse con sus abuelos. Esos recuerdos están en su mente, en un lugar muy especial.
“Siempre fueron bien queridos, me cuidaban bien. Me llevaban a la playa y a la iglesia. Pasaba todos los veranos con ellos. Ese para mí es uno de los recuerdos más lindos que tengo. Estar allá, poder disfrutar no tan solo de mis abuelitos, sino también de la vida en Puerto Rico, aunque no viví ahí tiempo completo tuve la oportunidad de estar conectada con mi cultura y con mi herencia, la comida y mi familia”.
Una trayectoria que no fue lineal
Cuando esta boricua habla de su trayectoria educativa, se llena de emoción, pues un sentimiento de realización y logro la invade, sobre todo al saber que es un ejemplo de superación para su hijo mayor. “Hice 29 créditos en nueve meses para poder terminar el bachillerato [licenciatura en comunicación] y lo terminé el año antes que mi hijo mayor. Me sentí orgullosa porque creo que le demostré a él que todo se puede y que no importa la edad, ni los recursos”.

Ella reconoce que su trayectoria en su formación no fue tradicional, pues no fue en línea recta. Pero al final de cuentas, logró sus objetivos.
“Yo no pensaba que iba a ir a la universidad. Era la esperanza de mi mamá que entrara al Army, para obtener los beneficios y así ir a la escuela, pero a mí no me interesaba entrar a las Fuerzas Armadas, pues sabía que esa no era la trayectoria para mí. Decidí ir a la universidad porque la consejera académica me impulsó, pero en realidad yo me sentía bien aislada, no habían otros latinos.
Era una escuela en la que no había mucha diversidad, así que después de un semestre no regresé. Me desanimé. Estuve cinco años fuera de la escuela, trabajando, pero trabajando bien duro. Sin educación solo algunos trabajos me iban a contratar. Así que trabajando bien duró [pensé]: ‘Mira, quizás, yo debería regresar a la escuela’. Entonces, fui a Prince George's Community College, allí sí encontré comunidad, sí encontré personas que me apoyaran”.

Ahí mismo encontró trabajo también – previo al cargo actual – en el departamento de reclutamiento, con foco en la comunidad latina y así empezó su carrera formalmente, con un enfoque en nuestra gente.
Enlace en español con la diversidad
En su cargo actual como enlace de asuntos latinos del condado, Howard planea reforzar los vínculos con los hispanos. Quiere lograr “una vía para que la comunidad pueda aprovechar los beneficios y los servicios que ofrece el Gobierno, para también crear confianza”.
Allí entra en juego demostrar la diversidad – afirma –, que existe en nuestros propios inmigrantes, pues venimos de diversos países, pero nos unen las mismas raíces y tenemos un gran potencial y roles en la sociedad estadounidense, que la funcionaria quiere resaltar desde el nuevo puesto en su localidad.

“Somos muchos en el condado. El 23% de los de los residentes son de herencia latina o hispana. Pero hay de [todas partes], como yo, de la comunidad puertorriqueña, sin embargo, tengo hijas que son afrolatinas. Mis amistades y mis compañeros vienen de diversas partes y lo que quiero con este cargo es también que el condado se de cuenta de la diversidad. Somos profesionales, dueños de negocios y organizaciones sin fines de lucro, artistas… de todo. Mi plan y esperanza es poder hacer escuchar esas voces bien fuerte, para crear una fuerza latina aquí en Prince George’s County que se vea y que se sienta”.
Según Howard el condado ha avanzado en materia de inclusión, aunque reconoce que aún falta camino por recorrer. En su caso, a lo largo de su trayectoria, ofrecer servicios y enlazar a las personas en español ha sido clave. “Siento que para eso estoy aquí. No tan solo para ejercer mi trabajo, sino también dar ejemplo, inspiración y motivación a otros latinos y latinas”, enfatiza.

“Para mí es bien bonito prestar servicio a la comunidad en una manera que ellos se sientan más cómodos, en confianza para comunicarse conmigo, que se les haga más fácil. Eso me enorgullece, porque a veces uno pierde el idioma, por cualquier razón. Gracias a Dios, he podido mantener los dos idiomas”.
Su mensaje para las latinas que como ella quieren progresar y salir adelante es que se atrevan: “Salgan, conéctense, hay que tener coraje, estar presente e involucrarse”.
¿Cómo se ve en el futuro? Proyectándose en una década hacia adelante, la latina asegura que se visualiza “primeramente feliz”. Esa es una prioridad. “Soy feliz, pero me gustaría continuar siendo una mujer feliz, progresando, siempre moviéndome hacia adelante”, concluye.
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