El impacto de la huelga automotriz en Estados Unidos no se queda solo en la industria de fabricación de vehículos. Por primera vez en la historia, el sindicato United Auto Workers (UAW, por sus siglas en inglés) organizó protestas en conjunto en las plantas de General Motors, Ford Motor y Stellantis.
Entre las exigencias de los 13.000 trabajadores automotrices está un aumento de salarios por el costo de vida, poner fin a los niveles de salarios en las fábricas, restaurar el pago de horas extras y restituir las pensiones y garantías laborales durante la transición a la fabricación de los vehículos eléctricos. Varios de estos beneficios se perdieron durante la crisis financiera de 2007-2008.
En Estados Unidos, la industria automotriz, incluida las empresas extranjeras con operaciones dentro del territorio nacional, representa alrededor de 3% del producto interno bruto (PIB) del país.
Estos 20 días de huelga han causado un impacto económico que no solo afecta al mercado automotriz, sino al consumidor estadounidense. Aunque no lo parezca.

¿Son importantes las huelgas automotrices en EEUU? Parte de la historia dice que sí
El inicio de las huelgas automotrices en EEUU se remonta a 1932, con la "Marcha del hambre" de Ford en Michigan, después de la Gran Depresión.
La huelga más larga inició el 21 de noviembre de 1945 y duró hasta el 13 de marzo de 1946. Durante 113 días, unos 300.000 trabajadores del UAW protestaron contra General Motors Corporation.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los trabajadores de las fábricas de automóviles demandaban aumentos salariales y mejores condiciones laborales, ya que la producción y las ganancias de la industria habían aumentado significativamente durante la guerra.
300.000 trabajadores exigieron un aumento de los salarios de 30% y un control de los precios de los productos. Sin embargo, la huelga terminó con el descontento del sindicalista Walter Reuther y el UAW, y los trabajadores recibieron solo un incremento de 17,5%.
Esta huelga marcó un hito en la lucha por los derechos laborales en Estados Unidos, fortaleciendo al sindicato de trabajadores automotrices y estableciendo un precedente para futuras negociaciones colectivas en la industria.
A continuación, hacemos un recuento de las huelgas automotrices más significativas en la historia de Estados Unidos:
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La huelga automotriz alborota la economía
Más allá de que sea el sector automotriz, esta huelga en particular también afecta el bolsillo estadounidense. Implica pérdidas millonarias para una de las grandes industrias que acelera la fuerza económica del país.
Aunque algunos expertos indican que la huelga automotriz no llevará a la economía a una recesión, el impacto dejará una huella dependiendo de la cantidad de días que se paralice la industria y también el número de trabajadores que se unan. Hasta el momento hay 13.000 trabajadores en huelga, de un total de 150.000 que tiene el UAW.
Por ejemplo, la firma económica Anderson Economic Group calcula que si todos los trabajadores del UAW en Ford, General Motors y Stellantis se fueran a una huelga por 10 días, esto le costaría hasta $5 mil millones a la economía estadounidense.
Otra estimación, pero de Ehrlich, señala que el efecto de la huelga sería mucho menor, pero seguiría impactando a los estadounidenses. La compañía financiera calcula que la economía perdería hasta $440 millones si todos los miembros del UAW mantuvieran una huelga por dos semanas.
Si la huelga de todos los trabajadores de estas tres empresas dura ocho semanas, las pérdidas para la economía estadounidense se calcularían en $9.100 millones, de acuerdo con estimaciones de Ehrlich.
Ehrlich prevé que a nivel estatal Michigan, que se ha convertido en el centro de varias huelgas automotrices, perderá hasta $10,6 millones en ingresos fiscales si la huelga se extiende a más de dos semanas.
Menos fuerza laboral es igual a la disminución de los ingresos fiscales. ¿Qué pasará?
Aunque no lo parezca, la huelga automotriz de este año es una de las más importantes que ha enfrentado Estados Unidos, de ahí el inesperado apoyo del presidente Joe Biden a los trabajadores de la industria.
Los empleados del UAW que estén en huelga recibirán $500 semanales en concepto de paga de huelga. Sin embargo, este dinero no será suficiente para mantener sus gastos mensuales.
Esto lo podemos ver de la siguiente manera: las personas en huelga no tendrán los mismos ingresos, por tal razón, reducirán sus gastos. Si la huelga automotriz se prolonga por muchos más días, llevará a que las empresas que estén cerca de las plantas afectadas por la huelga despidan a sus trabajadores.
Los inventarios de vehículos en Estados Unidos todavía se encuentran por debajo de los niveles antes de la pandemia. Estas grandes compañías fabricantes de automóviles necesitan reanudar sus operaciones por completo para mantenerse en una economía que sigue resistiendo.
Pero los fabricantes de automóviles enfrentan un problema con sus proveedores. Si la huelga se mantiene, y las empresas como Ford y General Motors empiezan a cancelar sus pedidos, comenzará un efecto dominó en la red de proveedores de piezas, que tendrán que comenzar a despedir a sus empleados por la falta de ingresos.
El efecto dominó no se queda en la red de proveedores. Cuando Estados Unidos tiene a menos personas trabajando, los ingresos fiscales serán menores, y este es uno de los daños colaterales de la huelga automotriz. Esto sigue siendo importante para los estadounidenses, porque significa que menos programas recibirán los fondos para mantenerse.




Menos fabricación, pero más costosos. Así quedará el panorama
La mayor preocupación de esta huelga es la fabricación de vehículos. ¿Dejará de fabricar autos Estados Unidos? La respuesta es no, por ahora. La industria sigue fabricando vehículos pero a poca marcha. Según calcula Anderson Economic Group, el sector estaría dejando de fabricar hasta 25.000 vehículos, debido a que la huelga se extendió por más de 10 días.

Y como en todo, la balanza oferta-demanda lleva consigo un aumento de los precios de los vehículos. A menos demanda, más elevados serán los costos de los automóviles que están en el mercado de estas compañías afectadas por la huelga.
De acuerdo con el índice de precios del consumidor de agosto, los precios de los vehículos nuevos subieron, en general, 3% en comparación al año pasado. Y aunque esta crisis en el sector automotriz no es comparada con la pandemia del COVID-19 o la escasez de chips, su impacto se incrementará si las grandes empresas no llegan a un acuerdo con los empleados.
Hasta el momento de hacer este análisis las empresas no habían llegado a un acuerdo con los sindicatos, pues aseguran que las exigencias para levantar la huelga no se adaptan a sus necesidades. GM, Ford y Stellantis señalan que están en desventaja frente a los fabricantes de vehículos no sindicados como Tesla.
El jueves pasado, General Motors aseguró que está en “constante contacto” con los trabajadores, y que le habían presentado una propuesta. Mientras que Ford advierte que el futuro de la “industria está en peligro”. Stellantis no se queda atrás y dice que su enfoque sigue siendo “negociar de buena fe”.
¿Un impacto político? Biden se cubre la espalda
Todas las huelgas, independientemente del sector, influirán en la política. El presidente Biden ya mostró su apoyo público, e histórico, a los trabajadores sindicales de la industria, siendo el primer presidente en hacerlo.
El sindicato de trabajadores automotriz, que generalmente apoya a los candidatos demócratas, así como lo hizo con Biden en 2020, no ha confirmado que apoyará la reelección de 2024.
El UAW no está de acuerdo con el impulso que ha tenido la industria de automóviles eléctricos, especialmente porque los trabajadores sindicales no han sido tomados en cuenta para trabajar en estas fábricas. Punto en contra para Biden. Desde la administración federal se han otorgado incentivos y préstamos para las nuevas fábricas, pero no se ha exigido incluir a los sindicatos.
Donald Trump, por su parte, ha intentado sumar puntos con el UAW, criticando las políticas de Biden, pero aún no es suficiente para ganar el apoyo de los sindicalistas de la industria automotriz.
Las negociaciones continúan y la huelga también. Las compañías del sector automotriz ofrecen un aumento entre el 14% y el 15% del salario, y el UAW espera un incremento de 40%. La tregua parece no estar a la vuelta de la esquina, mientras las plantas de vehículos eléctricos siguen tomando protagonismo y terreno en la industria.


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