Aunque se evitó el cierre del gobierno, el respiro durará poco, ya que probablemente nos enfrentaremos a otro conflicto caótico a mediados de noviembre. Hay muchísimas razones por las que los estadounidenses deberían preocuparse de que el Congreso pueda hacer su trabajo y aprobar un presupuesto, y mi preocupación principal en estos días es proteger y garantizar la continuidad de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), que realiza inversiones de vital importancia y ofrece incentivos a individuos y empresas que están abandonando las tecnologías e infraestructuras de combustibles fósiles.
Como latina y cofundadora y directora ejecutiva de Poder Latinx, una organización de justicia social que lucha por aumentar el poder político de la comunidad latina, puedo decir que la IRA es un paso en la dirección correcta hacia la justicia ambiental. El Programa de Justicia Ambiental y Climática de la IRA ha creado la asistencia financiera y técnica necesaria para remediar los efectos adversos del clima extremo en comunidades que, como la nuestra, sufren la peor parte de la crisis.
Sin embargo, la IRA va más allá de la mitigación de la crisis climática a la que nos enfrentamos actualmente. También está creando empleos y mejorando la calidad de vida de todos los estadounidenses. Como latinos, una comunidad vulnerable a los fenómenos meteorológicos extremos y sus efectos, la IRA nos beneficia de varias maneras. Desde un punto de vista económico, la IRA puede ser un gran nivelador. Los trabajadores de las energías limpias ganan salarios más altos, y casi la mitad de ellos tienen estudios secundarios. Esto crea alternativas bien remuneradas para las personas de familias latinas de clase trabajadora que no pueden pagarse la universidad. En Arizona, específicamente, la IRA ha creado 12.000 puestos de trabajo adicionales en el sector de las energías limpias, actualmente ocupados por trabajadores latinos. La implementación de la IRA también podría contribuir a reducir los costos energéticos. Con la transición a las energías limpias, protegemos a las familias de las subidas de los precios de la energía comúnmente asociadas a la volatilidad del mercado mundial de los combustibles fósiles.
En el ámbito de la salud, invertir en energía limpia significa menos contaminación en nuestras comunidades. Casi 60.000 millones de dólares del presupuesto de la IRA se destinan a las comunidades afectadas por el clima extremo. Dado que muchos latinos trabajan en sectores expuestos a la intemperie, estas inversiones pueden suponer un gran alivio. Muchos de los proyectos financiados por la IRA contribuyen a frenar la contaminación y mejorar la calidad del aire. El aire limpio tiene beneficios a largo plazo para la salud física y psicológica de nuestros hijos, mientras que la mala calidad del aire puede afectar al desarrollo cerebral, desencadenar el asma o provocar otros problemas respiratorios. Dado que los factores ambientales influyen cada vez más en los problemas de salud, invertir en nuestro clima es una forma de atención sanitaria preventiva que salvará vidas y ahorrará dinero.
Por las razones anteriores y otras más, debemos hacer saber a nuestros miembros en el Congreso que apoyamos la Ley de Reducción de la Inflación y nos negamos a aceptar cualquier recorte propuesto por los legisladores anticlima que perjudique a nuestro medioambiente y, por lo tanto, a nuestras comunidades. Ahora que la paralización del Congreso lleva al país a una tensión económica mayor, debemos hablar en nuestro nombre y en el de los más vulnerables para recordarles que representan al pueblo que los eligió. Y el pueblo puede beneficiarse enormemente de la IRA, siempre que la politiquería y la fanfarronería no se interpongan en su camino.
Este Mes de la Herencia Latina, únete a Poder Latinx para llamar a tus representantes en Washington y decirles que nuestras comunidades se están beneficiando de la implementación de la IRA, porque una comunidad saludable es una comunidad fuerte.