La compañía automotriz Ford informó que despedirá a casi 700 trabajadores que construían la versión eléctrica de la F-150 Lightning, su camioneta más vendida.
Ford detalló que recortará de manera temporal uno de los tres turnos en su Centro de Vehículos Eléctricos Rouge en Dearborn, Michigan. A diferencia de otros despidos, este no está vinculado con la huelga de trabajadores del sindicato United Auto Workers (UAW).
Este verano, Ford cerró temporalmente esta planta “para mejorar su capacidad de producción”.
La empresa indicó que este último recorte de empleados está relacionado con "múltiples limitaciones, incluida la cadena de suministro y el proceso de procesamiento y entrega de vehículos que se retuvieron para controles de calidad después de reiniciar la producción en agosto".
Las ventas de la camioneta se fueron en picada
Ford señaló que las ventas de la camioneta Lightning cayeron hasta 45% en el tercer trimestre de este año en comparación con el año pasado.
A pesar de esto, For señala que espera aumentar las ventas en los últimos tres meses de 2023, a medida que incrementa la capacidad de la planta de producción.
En este sentido, Ford explicó que la demanda general de su línea de vehículos eléctricos “sigue siendo fuerte”, con un aumento de 65% en el tercer trimestre del año.
Ford lucha contra los estragos de la huelga
La huelga del UAW de cinco fábricas de ensamblaje de General Motors, Ford y Stellantis, llevó a un despido masivo de trabajadores en las compañías involucradas.
Ford, por ejemplo, anunció el despido de unos 500 trabajadores distribuidos en cinco plantas de componentes. Este despido masivo se ejecuta después de la expansión de la huelga en su fábrica más grande, la Kentucky Truck Plant.
El pasado jueves, los ejecutivos de Ford informaron que podría haber 4.600 despidos a finales de esta semana en sus distintas plantas por la huelga en su planta más grande.
Hasta ahora, Ford ha despedido a casi 2.500 trabajadores, sin sumar los que estaban construyendo la Lightning.
Más despidos en la industria automotriz
Las empresas involucradas en la huelga automotriz están viendo las consecuencias al no llegar a un acuerdo con los trabajadores.
Stellantis despidió a 780 empleados en dos plantas ubicadas en Kokomo, Indiana, lo que eleva los despidos a 1.420, desde que inició la huelga el 15 de septiembre.
Por su parte, General Motors ha despedido a 2.300 empleados, atribuyendo esta decisión al “impacto de la huelga”.
Los empleados que son despedidos debido a la huelga no califican para recibir los beneficios por desempleo en gran parte de los estados. Además, no son elegibles para el “subsidio de huelga”, que es pagado por las empresas.
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