La Franja de Gaza, actualmente asediada, es testigo de un creciente número de muertos que ya ha superado los 3.000, entre ellos 853 niños, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
La escalada de la crisis en Gaza, por la escasez de electricidad y agua, se ha visto agravada por el reciente ataque contra el hospital Al Ahli Arab, con un número de víctimas no confirmado pero en la que Israel negó su responsabilidad el miércoles 18 de octubre.
El último informe sobre el conflicto de la oficina de la ONU señaló los continuos bombardeos israelíes desde tierra, mar y aire, que causaron 192 muertos antes del ataque al hospital.
Los detalles del informe
El informe también advirtió sobre posibles "cientos de víctimas adicionales atrapadas entre los escombros", lo que aumenta la preocupación en el sector médico por posibles brotes de enfermedades y problemas medioambientales.
Gaza alberga actualmente a más de un millón de desplazados internos, de los cuales unos 352.000 buscan refugio en escuelas del centro y el sur de la franja, bajo la supervisión de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Incluso partes del sur de Gaza, consideradas zonas de evacuación por las autoridades israelíes, han sufrido asaltos, lo que ha ocasionado el caos y ha hecho que las familias se trasladen al norte, explicó la organización.
La franja palestina está sufriendo un apagón total de una semana de duración, que afecta negativamente al funcionamiento de los hospitales. Muchos hospitales funcionan a oscuras, con cirugías suspendidas y un uso limitado de los ascensores, alerta la ONU. Estas condiciones podrían interrumpir en breve procedimientos vitales como la diálisis y la esterilización.
Evacuaciones
Cuatro hospitales siguen evacuados y no funcionan, detalla el informe, mientras que Shifa, el mayor hospital de la franja, sigue funcionando, sostenido por los suministros de la Organización Mundial de la Salud.
La crisis en Gaza se agrava a medida que la escasez de agua potable obliga a los residentes a recurrir a fuentes inseguras, con lo que "aumenta el riesgo de muerte o de enfermedades infecciosas", según el informe diario.
El consumo de agua ha disminuido a unos tres litros por persona diario, por lo que muchos recurren a pozos agrícolas, lo que les expone a posibles amenazas químicas, advirtió la ONU.
Víctimas fatales
En Israel, reveló el informe, la mayoría de las víctimas (unas 1.300) se produjeron durante los ataques terroristas del 7 de octubre, y al menos 199 rehenes siguen retenidos en Gaza, informaron diversos medios internacionales.
Las ciudades del sur de Israel próximas a Gaza, como Ashkelon (155.000 habitantes) y Sderot (34.000), han sido evacuadas casi en su totalidad.
En Cisjordania, incluido Jerusalén Este, las hostilidades que comenzaron el 7 de octubre han causado al menos 61 muertos palestinos, entre ellos 16 niños, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
La mayoría de las muertes se debieron a enfrentamientos entre fuerzas de seguridad israelíes y palestinos, pero cinco personas, entre ellas un menor, murieron a manos de colonos israelíes en dos asaltos en Nablús, según informó la oficina de la ONU.
Estos incidentes causaron heridas a más de 1.200 palestinos, entre ellos 117 niños, y obligaron a unas 43 familias palestinas a abandonar sus hogares en zonas como Ramala, Hebrón, Belén y Nablús.
En Cisjordania, la Organización Mundial de la Salud ha registrado 77 ataques contra instalaciones sanitarias, entre ellos 61 contra ambulancias y 15 casos de detención u obstrucción a profesionales sanitarios.
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