Skip to content

Entrevista a Carlos Villalobos, autor de Cambio de Dios, poemario galardonado que deconstruye las versiones oficiales de la conquista española

Cambio de Dios, el poemario ganador del Premio Internacional de Poesía Vicente Rodríguez Nietzsche de Puerto Rico, 2023, del escritor Carlos Manuel Villalobos (Costa Rica, 1968) es una obra que ofrece una mirada inquisitiva y pertinente a la conquista de América, al papel desempeñado por la iglesia

Carlos Manuel Villalobos confirma que su poesía es el resultado de su lectura de la Nueva crónica y buen gobierno de Felipe Guamán Poma de Ayala, un cronista de ascendencia incaica nacido en el siglo XVI en lo que hoy es Perú.. Foto: Fadir Delgado.

Por: Daisy Novoa Vásquez

Cambio de Dios, el poemario ganador del Premio Internacional de Poesía Vicente Rodríguez Nietzsche de Puerto Rico, 2023, del escritor Carlos Manuel Villalobos (Costa Rica, 1968) es una obra que ofrece una mirada inquisitiva y pertinente a la conquista de América, al papel desempeñado por la iglesia y la corona española. Este libro deconstruye las versiones oficiales de la conquista española mediante una poesía directa, rica en metáforas y evocadoras imágenes, honrando así uno de los testimonios históricos más importantes de la época que quizá es desconocido por muchos.

Carlos Manuel Villalobos confirma que su poesía es el resultado de su lectura de la Nueva crónica y buen gobierno de Felipe Guamán Poma de Ayala, un cronista de ascendencia incaica nacido en el siglo XVI en lo que hoy es Perú. Este cronista escribió una extensa carta con varios dibujos dirigida al rey Felipe III de España, exponiendo los abusos que padecían los indígenas de su época. Aunque la carta nunca llegó a su destinatario, ha servido como una fuente invaluable para comprender la perspectiva indígena sobre la conquista y la colonización, ofreciendo una visión crítica de la sociedad colonial desde el punto de vista de un testigo directo.

Cambio de Dios, el poemario ganador del Premio Internacional de Poesía Vicente Rodríguez Nietzsche de Puerto Rico, 2023, del escritor Carlos Manuel Villalobos.

En Cambio de Dios, Villalobos aborda los mismos temas impactantes que nos han afectado desde siempre, pero lo hace con elegancia, evitando lo grotesco. Trata temas como la explotación de los trabajadores indígenas y el abuso de niños por parte de sacerdotes. Su denuncia de la violencia de la conquista se realiza con maestría, sorprendiendo al lector con imágenes originales y un ritmo que demuestra un dominio completo del lenguaje poético. Cada palabra en esta obra es esencial, sin excesos ni trucos sensacionalistas. Cada poema tiene su propia voz y puede leerse de manera independiente, encajando perfectamente en la narrativa general del libro. Esto rinde un merecido tributo al trabajo del cronista amerindio y nos invita a reflexionar sobre cuánto ha cambiado realmente desde aquellos días.

  • En Cambio de Dios exploras temas profundos como la religión, la colonización y la opresión. ¿Puedes hablar sobre la inspiración detrás de estos temas y cómo influyeron en tu poesía?

Buena parte de mi poesía toca temas que se inscriben en lo que usualmente se denomina compromiso social o solidaridad humana. Desde mi primer libro Los trayectos y la sangre (1992), que lo publiqué a propósito de la conmemoración del Quinto Centenario de la llegada de los europeos a tierras americanas, me inquietó la violencia detrás de este hecho histórico. Me interesó especialmente el efecto que tuvo la imposición religiosa a través de los procesos misionales que no siempre fueron pacíficos. La dicotomía entre civilización (modelizada por lo europeo) y la barbarie (reducida a cualquier otra manifestación cultural no europea) creó una imaginación colonial que terminó anclándose en la mentalidad mestiza. Estudié estos temas de manera informal y también durante mi formación en el posgrado de Literatura Latinoamericana, gracias a las teorías decoloniales. La poesía ha sido el medio donde mejor he podido plasmar mi posición crítica, pues permite construir imágenes vívidas más allá de las delimitaciones conceptuales o los silogismos racionalistas. En Cambio de Dios denuncio, con recursos líricos, la violación de los derechos humanos que se perpetró en el contexto histórico de la colonia y que, de diversas maneras, sigue vigente. Si bien ensayo una poética de la solidaridad, intento, eso sí, que el libro no caiga en los clichés de lo panfletario, de modo que lo estético entronque con lo ideológico.

  • ¿Nos podrías contar un poco sobre tu proceso creativo al escribir los poemas de Cambio de Dios? Es un libro profundo y emotivo ¿Tienes alguna rutina o inspiración particular que te ayude a abordar temas tan complejos?

Este libro es el resultado de una lectura que hice de la obra Nueva crónica y buen gobierno de Felipe Guamán Poma de Ayala, un cronista inca que escribió una carta de más de mil páginas dirigida al rey Felipe III de España. En este documento denuncia la violencia que ejercen sobre los indígenas los súbditos del rey. La carta, sin embargo, nunca llega a manos del monarca. Por fortuna se conserva y es posible leerla ahora en Internet. Este hecho me impactó muchísimo y el documento aún más. Lo que hice en el poemario fue seguir los escritos del Guamán Poma de Ayala y contar, en versión lirica, lo que él mismo plantea en su libro. Por ello describo los maltratos físicos y las penurias emocionales de las víctimas. El procedimiento es sencillo. Resumí el libro, tomé notas de lo que me resultó más impactante y luego procedía a poetizarlo. No es una paráfrasis ni contiene citaciones. Es la reconstrucción de un mundo desde la dimensión de la imagen lirica. Por ello, el libro es una versión distinta, aunque tenga como eco el libro que lo destinó inicialmente.

  • A parte de la obvia influencia de Felipe Guaman Poma de Ayala, ¿podrías compartir algunos autores o libros que has estado leyendo y que han influido tu escritura más reciente?

Sostengo que nadie puede escribir si al mismo tiempo no lee. La lectura es el combustible que mueve a todo autor. Si las lecturas son abundantes y profundas, más lejos es capaz de llegar una producción literaria. Si, por el contrario, las lecturas son escasas y superficiales, ningún autor consigue avanzar mucho en los trechos de la palabra. Intento que ese motor tenga suficiente fuerza y por ello tengo el hábito de la lectura. En cuanto a poesía recientemente me ha entusiasmado mucho la contundencia del mexicano Balam Rodrigo, un autor que aparte del rigor técnico se interesa por temas de corte sociológico, como por ejemplo el tópico de la migración con su texto magistral El libro centroamericano de los muertos. De autores sudamericanos, por ahora estoy leyendo con detenimiento la obra del chileno Héctor Hernández Montesinos. Es un poeta que enseña la noción del largo aliento y la experimentación que inició el vanguardismo y, sin embargo, sabe muy bien cómo librarse de los clichés. En mi mesa tengo, además, una pequeña torre de libros que me entusiasman. Hay autores de muchos lados y aunque todos están en español esta es mi versión de la Babel que hablaba todas las lenguas. En mi torre convergen los acentos líricos de muchos autores. Con ellos me nutro a diario. Por otro lado, están los textos teóricos que fundamentan mis perspectivas ideológicas. Recientemente, a propósito de la noticia sobre su deceso, volví sobre la obra del teólogo alemán, radicado en Costa Rica, Franz Hinkelammert. Me interesa su perspectiva crítica del capitalismo desde la mirada de la Teología de la Liberación. Si bien, no soy creyente, la impronta humanista de su posición ha calado mucho en mí.

  • Has utilizado imágenes y metáforas poderosas en tu libro para transmitir emociones y críticas sociales. ¿Puedes compartir un ejemplo de una imagen o metáfora en particular que sientas que encapsula la esencia de Cambio de Dios?

Creo que la imagen que mejor encapsula la esencia de mi poemario es la que aparece en el poema “Lo que sangran estas minas”.  Corresponde al final de ese texto y dice:

Lo que lleva el mar en sus bodegas

es una fosa común

toneladas de oro

para hacerle un altar

a la miseria.

Me refiero al oro y la plata que extraían de las minas los castellanos. Es tanto el oprobio que, al final, esa riqueza solo sirvió para fundar miserias.

  • ¿Crees que la poesía todavía sirve para dar voz a aquellos que han sido y son silenciados por la historia y cómo esperas que tu obra impacte a los lectores en un mundo en constante bombardeo mediático donde circulan además tantas mentiras?

La idea del escritor comprometido responde fundamentalmente al idealismo de las premisas socialistas del siglo XX. Es lo que se conoce tradicionalmente como el imaginario utópico. Es una idea que sostuvieron muchos artistas de izquierda y que prevalece, aunque cada vez menos. Confieso que en el fondo quisiera creer en esta tesis, pero no funciona ser ingenuo en esta época. La poesía es un discurso poco efectivo para provocar una revolución o modificar las estructuras ideológicas. No creo que yo sea la voz que habla por los silenciados, pero al menos a mí, como sujeto histórico, no me silencian. Escribo porque es mi derecho a decir lo que pienso. Esto es lo que descubrí al estudiar Historia. Quizás esta información contagie o motive a otros que también deseen librarse de los acallamientos. Si esto sucede, enhorabuena. Cuestiono la religión hegemónica y ciertas versiones de la historia y, por ello, para algunos lo que digo en mis poemas le parecerá ofensivo. Es cierto, vivimos en una época de exagerado bombardeo mediático y bulos que convierten en sordos a muchas personas. No es fácil librarse de tanto ruido y menos hacer que se oiga el pensamiento crítico en este escándalo.  Pero hay resistencias y la poesía que cuestiona es una de ellas. En este camino, por suerte, no estoy solo. Hay personas que concuerdan conmigo y la poesía es mi modo de dialogar con los inconformes. Ahora mismo, por ejemplo, vos me hacés estas preguntas y en la intención de fondo también resuena la disidencia.

  • La situación socio-política en América Latina y otras regiones sigue siendo un tema polémico y a veces polarizador. ¿Cómo ves que tu poesía puede ayudar a arrojar luz sobre los desafíos actuales y a inspirar a las personas a luchar por un cambio positivo en sus comunidades?

Es una tarea difícil; pero, por cierto, necesaria. Quizá mi planteamiento poético contribuya a sembrar alguna duda. Como te dije, no creo que mi poesía, y la poesía en general, tenga tanto aliento como para provocar un cambio radical, pero al menos es un discurso que se niega a las versiones oficiales. Con esto ya es una piedra en el zapato y garantiza que no todo sea masificación. No creo que alcance para cambiar el pensamiento de una comunidad, pero bien puedo animar a aquellos que tienen las mismas preocupaciones socio políticas, independientemente del contexto histórico en el que vivan. La ventaja de la literatura es que suele estar destinada a lectores que no necesariamente son contemporáneos. Quizá muchos de los ojos que recorran estas líneas ni siquiera existan aún. Eso permite que la comunicación literaria goce de una fuerza que atraviesa fácilmente los limites del tiempo. Quizá lo que digo hoy lo escuchen mejor los que me oigan dentro de varias décadas o siglos.

  • ¿Podrías compartir cómo defines tu propia relación con la religión, la fe y la espiritualidad? ¿Si sientes que tu trabajo poético ha influido en tu perspectiva personal en estos aspectos?

No cuestiono la espiritualidad, la fe o la participación en una iglesia. Todas las personas tienen derecho a tener una creencia y los demás estamos obligados a respetarlo. El tema es que de igual manera los creyentes están obligados a respetar los puntos de vista de los otros y esta condición no siempre se cumple. Esta contradicción es la que me incomoda y la que cuestiono. La Inquisición es una institución que tuvo varios rostros y todos eran monstruosos, como si un demonio perverso guiara la mano de los torturadores, aunque iban disfrazados de santos monjes. Murieron muchos inocentes en manos de los líderes moralizantes, entre ellos miles de nativos americanos que no lograban comprender por qué un Dios salvador los castigaba así. Creo que al final muchas de las religiones son empresas trasnacionales disfrazadas de devoción a Dios. Lo único que les interesa es el rédito y, desde luego, el poder que permite su expansión. Soy crítico de esta perspectiva, pero profundamente respetuoso de todas aquellas posibilidades espirituales que ayudan a los humanos, entre ellas muchas con arraigo indígena.

  • ¿Qué consejo le darías a las personas, escritores o no, para evitar cometer los mismos errores históricos en el futuro y trabajar hacia un mundo más justo y equitativo?

Nuestras sociedades se dividen en dos modos generales de mirar al otro: unos resguardan con moralismo las identidades hegemónicas (sobre todo la heteronormativa) y, con intolerancia, rechazan la existencia de los demás. La otra perspectiva es la que defiende la dignidad humana y, desde el respeto, acepta la diferencia. No sé, ante esto, si podría darle un consejo a alguien. No estoy seguro. Quizá más bien podría expresar un ofrecimiento y al mismo tiempo una exigencia personal. Me comprometo a respetar la dignidad del otro y, en consecuencia, exijo que a mí también me respeten. Cuando este entendimiento sea posible, tal vez, podamos enmendar algunos de los yerros humanos, incluso, los que son capaces de provocar hasta una guerra. Lo que escribo se inscribe en los ámbitos de la solidaridad y, por lo tanto en la línea de los derechos humanos. En Cambio de Dios propongo una didáctica del respeto. Por ello, si me atreviera a dar un consejo, estoy seguro de que, al menos en este libro, ya lo hice.

Últimas Noticias

Arena Stage anuncia el Voices Of Now Festival 2025

Arena Stage anuncia el Voices Of Now Festival 2025

El festival que durará todo el día el 10 de mayo contará con presentaciones, charlas, talleres y mesas redondas, además de actividades interactivas durante todo el día que amplificarán las voces de los jóvenes y adolescentes

Members Public