Desde hace más de 20 años el concepto de finlit (financial literacy) es familiar en los Estados Unidos. Su traducción exacta es “educación financiera”. Se refiere a la capacidad de comprender y manejar aspectos relacionados con el dinero y las finanzas personales. Por eso, aprender conceptos básicos desde muy temprana edad puede resultar beneficioso a futuro a la hora de planificar una hipoteca, un préstamo o simplemente usar una tarjeta de crédito.
Enseñarles a los niños y los jóvenes detalles del mundo financiero para que estén preparados ante cualquier imprevisto es de gran importancia. De hecho, el propio gobierno estadounidense así lo entiende y en sus páginas oficiales promueve la educación financiera para los más chicos.
“Es tan importante como aprender a caminar o aprender a hablar. No tener educación financiera es mucho peor que ser un analfabeto”, dijo a El Tiempo Latino el prestigioso economista español Daniel Lacalle, para resaltar la importancia de incursionar en el tema de las finanzas desde temprana edad.
¿Qué se les debe enseñar a los hijos y desde qué edad?
La Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos menciona la educación financiera para niños y adolescentes y la relevancia de hablarles sobre el tema. “Hablar con su hijo sobre el dinero puede ser más fácil si la conversación es apropiada para la edad del niño”, sostiene.
“Aprender a planificar por adelantado, ser paciente para conseguir lo que uno quiere, y terminar lo que se empieza, ayuda a los niños (y a adultos) a lograr el bienestar financiero. (…) Estas habilidades son la base de los comportamientos que sustentan su bienestar financiero, como el establecimiento de metas, la planificación, el ahorro para el futuro y la capacidad de apegarse a un presupuesto”, agrega el organismo.

Es tal el valor de educarse en este ámbito que la Oficina le habla a distintos grupos etarios. Desde “niños pequeños”, pasando por niños en edad escolar preadolescentes y adolescentes hasta dirigirse a los jóvenes.
La importancia de la educación financiera y qué enseñarles
Entre más se acercan los chicos a la adultez, por lo general, empiezan a ganar dinero y a tomar decisiones por su cuenta. Por eso, la supervisión, orientación y los comentarios de un adulto pueden ser de gran ayuda.
Recomiendan hablar sobre ingresos, ahorro, planificación, compras y seguros tanto a los niños como a los adolescentes y jóvenes. Lo importante es acompañarlos en el proceso.
“Sin educación financiera lo que termina ocurriendo es que te suelen engañar. Primero el Estado, con promesas imposibles. Y segundo, personas que tengan malas intenciones”, dijo Lacalle.
“Se debe empezar a tener educación financiera desde muy pequeños, desde saber lo que es el ahorro, saber lo que es el crédito, hasta tener conocimientos y noción de la importancia de ganarse el dinero bien”, añadió Lacalle.
El experto destacó que en países como Estados Unidos y varios de Europa hay una política de educar financieramente a la población desde que son niños.
De hecho, el gobierno estadounidense emplea estrategias didácticas en la web, con lenguajes simples y consejos dependiendo de la edad, para abordar el tema.
“Habilidades como el establecimiento de metas, buscar la información que se necesita, y perseverar para terminar las cosas, ayudan a los niños (y a los adultos) a lograr un bienestar financiero en la adultez. Estas habilidades son el fundamento para tomar decisiones financieras bien pensadas, como la planificación financiera, la investigación y decisiones intencionales”, sostiene la CFPB.

Herramientas que ayudarán en el futuro
Los adolescentes pueden adquirir habilidades esenciales para el mundo de las finanzas y conocimientos que les ayudarán a tomar decisiones en el futuro:
- Capacidad para administrar el dinero u otros recursos para alcanzar una meta.
- Comprensión de ciertos conceptos como el ahorro a largo plazo, impuestos, facturas o estados de cuenta bancarios.
- Identificar fuentes de información fiables y cómo organizar dicha información para obtener respuestas.
- Habilidades de pensamiento crítico.
- Concentración en el futuro y no sólo en el presente.
- Planificación por adelantado y ser paciente para conseguir lo que se quiere.
- Mantener una actitud positiva sobre el ahorro, la austeridad y el autocontrol.
- Buenos hábitos para el manejo del dinero y maneras de tomar buenas decisiones
- Cómo gastar y ahorrar en armonía con sus propias metas y valores.
Cómo hablarles sobre educación financiera
Más que saber cuándo hacerlo, lo importante es tener claro cómo hablarles a los hijos sobre temas financieros. Si se tiene en cuenta el grado de desarrollo del chico en la materia, será más fácil conversar con ellos acerca de los eventos importantes y ayudarles a desarrollar habilidades que necesitarán en el futuro.
La CFPB aconseja aprovechar situaciones cotidianas de la vida para conversar sobre el tema. Por ejemplo, la posibilidad de comprar una mascota puede crear interés en hablar de dinero. También adquirir un auto puede ser la oportunidad perfecta o al momento de pagar con la tarjeta de crédito, enseñarles en qué consiste y qué implica.
El organismo brinda ejemplos sencillos como una mudanza, para mostrar lo que es encargarse de los gastos del hogar o el pago de las facturas de los servicios. Se trata de momentos de la vida diaria en los que el niño puede comenzar a tomar noción del valor del dinero.
“Recuerde que los niños perciben más que las palabras que usted puede decir. Pueden ver su estado de ánimo y actitudes. Empiece la conversación cuando crea que puede ser productivo y agradable”, aconseja la CFPB.
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